Por CHARLY DE BALZAC
Fariseos, obra escrita por el dramaturgo tijuanense Hugo Alfredo Hinojosa, que con dirección de Víctor Weinstock, abrirá a temporada de manera presencial a partir del 6 de mayo en el Teatro Raúl Flores Canelo, del Centro Nacional de las Artes (Cenart).
En entrevista telefónica el propio autor detallo se trata de una puesta en escena que se propone reflexionar sobre el ejercicio del poder; es una especie de metáfora de la lucha del poder político del México contemporáneo, a decir del propio autor. Preciso la citada obra fue escrita en 2011, cuando fue comisionada por el programa internacional de la Royal Court Theatre de Londres, que trabaja en colaboración con el Anglo Arts Center y el British Council en México; la cual resultó seleccionada como parte de las actividades del Año Dual México-Reino Unido, en 2015. Indico lo que traté de hacer fue una crítica y una radiografía del ejercicio del poder, en el que están implicados políticos corruptos, el crimen organizado y el poder religioso, comentó Hinojosa. “La obra habla de un motín dentro de una prisión, donde los reclusos toman las instalaciones, para, según cada quien, ‘gobernar’ como se debe”.
En ese ámbito carcelario, unos y otros tienen su propia lógica de ejercer el poder. Los políticos intentan gobernar dentro de la prisión, pero se enfrentan al problema de que ahí dentro están también los criminales a los que supuestamente decían combatir. Más aún, los criminales se dan cuenta que también pueden ser gobernantes. Abundó el creador escénico, los representantes religiosos también intentan ejercer su poder. En la obra hay quien intenta crear su propio culto religioso entre los prisioneros. Así las cosas, para Hinojosa, la política que hoy en general se hace en México no es a partir de un partido político, sino que surge a partir de proyectos; es decir, dependerá de lo que impulse determinado político. Por eso, muchas personas están más involucradas con un proyecto que con un partido.
En ese sentido, continuó el también ensayista y narrador, en la obra cada quien tiene un proyecto al que se suman una parte de los criminales, pero como ninguno funciona, se llega al punto en que todos desean regresar al supuesto orden anterior al caos que generaron. El montaje de Fariseos tuvo que ser modificado para adecuarse a los protocolos sanitarios. Se cambió la escenografía: una serie de jaulas que evita el contacto entre los actores y se utilizan máscaras especialmente diseñadas para funcionar como cubrebocas que no estorben a su interpretación, lo que se convirtió en una ventaja, ya que se genera un efecto visual más horrendo respecto de la figura de los personajes. Fariseos se debió dividir en dos partes de hora y media cada una, que se podrán ver de la siguiente manera: primera parte, jueves a las 20 horas y sábados a las 19 horas; segunda parte, viernes a las 20 horas y domingos 18 horas.