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lunes, 2 de mayo de 2016



Rosa Barocio se dedica a la psicología y a la docencia, sin embargo, es autora de varios libros dedicados a los niños, los maestros,  los padres de familia y los abuelos. Barocio, como de cada año nos trae una novedad muy interesante que lleva por título Disciplina con amor en el aula. Barocio explica que, El problema con el bullyng, es que a veces pensamos que la solución es castigar al bully; ver cuando un chico está molestando o maltratando a un compañero y castigar al agresor. Lo que no nos damos cuenta es que este chico molesta a otros porque él está lastimado y la solución no es castigarlo más, no lastimarlo más, no es regañarlo más; la solución es investigar lo que le está ocurriendo a ese muchacho, por qué está irritado a nivel emocional o dolido, tal vez vamos a descubrir que ese alumno no se siente querido ni aceptado en casa, tiene problemas con sus padres. A la mejor el padre abusa de él: lo golpea y lo castiga. Por lo tanto, llega a la escuela y saca esa frustración con el más débil de sus compañeros. Esto se relaciona mucho con el temperamento. Cuando un niño o una niña, así como un joven o una joven son maltratados, dependiendo del temperamento: se van a convertir en bullys o en víctimas, si son coléricos de pensamiento, es decir si su carácter es muy fuerte y tienen esta tendencia de sacar su molestia hacia fuera, se van a convertir en bullys, es decir, un niño o niña de temperamento colérico que son maltratados, humillados o lastimados, lo natural por temperamento es que saquen esa molestia, y la van a sacar de manera agresiva o violenta contra alguien que es más débil que ellos.
Comprendiendo al bullyng
En cambio, si el o la escolar son de temperamentos melancólicos o flemáticos y se sienten tímidos, débiles e introvertidos, la tendencia ahí es que se conviertan en víctimas. Si al escolar lo lastiman en casa, el mensaje que asimila es “estás aquí para que te maltraten”. Entonces, esa baja autoestima la lleva a ese niño o a esa niña a la escuela y van con actitudes de víctima en dónde, por supuesto, hace mancuerna con el otro que está lastimado, pero que es un bully; y es así que uno se engancha con el otro. Es decir, el bully va a buscar a la víctima, ya que esta última lo va a atraer. Por eso, es que cuando hay problemas de este tipo hay que atender a ambos; al bully, por supuesto, hay que ponerle límites muy claros: decirle lo que le está y no está permitido, pero hay que atender sus necesidades emocionales, hay que ver qué le está pasando, por qué está tan dolido y mientras no se sane esa herida, si el padre o maestro solamente lo castigan y lo regañan, lo único que van a incrementar el problema. Por eso es que la solución no es castigar, la solución es sanar, encontrar dónde está la herida y qué podemos hacer para que esa herida sane. En la víctima se hace un proceso parecido, pero aquí no se va a poner un límite, lo que el maestro o padre de familia tienen que hacer para que el escolar se sienta fuerte, para que sepa cómo responder sin responder la agresión y sepa darse su lugar y sepa poner un límite y decir: “esto no me gusta”, “no me agrada como me estás hablando”, pero siempre trabajando esa autoestima.
El niño agrede porque está lastimado
Hay un trabajo que hacer con los dos, no es nada más con el agresor; la víctima juega un papel muy importante, el bully no tendría contra quien engancharse si la víctima no existiera. “Si quieres que un hijo o una hija que se estén sintiendo víctimas, van por la vida con esa ‘vela’ y van a encontrar a alguien que los agreda. Esta persona que se siente víctima le está enviando un mensaje al mundo o a la vida: ‘aquí estoy, lastímenme’, ‘merezco ser maltratado’, ‘no logro algo mejor’. Es muy duro y muy triste. Por esa razón es muy importante detectar a estos chicos. Si el lector que está leyendo esta entrevista es maestro o maestra, es muy importante que detecten a este tipo de alumnos que se encuentran en esa posición y tienen que alentarlos y tienen que alimentar ese sentido de autoconfianza para que sepan marcar sus límites, plantarse seguros y saber que merecen cosas buenas en la vida, no tienen por qué aguantar cualquier tipo de abuso, y al agresor o bully, maestro, maestra, lo tienes que tratar también con el mismo cariño y aceptación, porque lo que tiene un bully es mucha rabia contra el mundo, contra la vida, porque han sido heridos, menospreciados y lastimados. Es muy claro, niño que lastima es porque está lastimado. Eso lo sabemos, pero desgraciadamente lo olvidamos y a veces pensamos: ‘niño que lastima hay que castigarlo para que se le quite’, sin embargo, no se le quita porque se crea un círculo vicioso: entre más enojado está, más lo castigas y entre más lo castigas, más resentido, más se quiere vengar, se torna más violento; más lo castigas, mayor es su furia, nunca salimos de eso, o sea, va de mal en peor. Entonces, el maestro tiene que hacerle al psicólogo, tenemos que detenernos y decir: ‘¿qué está pasando con este niño?’, ¿qué puedo hacer para que se sienta mejor? Si eres maestro o maestra, interesarte, no juzgarlo y no criticarlo, porque ese juicio y esa crítica lo que hacen es separarnos de él.”
Atención de segunda
El juicio y la crítica son como velos, que no nos permiten ver a la persona, lo que estamos viendo son los velos que son ideas que nosotros nos hemos creado de ese niño o esa niña. Entonces, quita esos velos, quita ese juicio, quita tu crítica y acércate para ver qué le está sucediendo; no hay tal cosa como un niño o una niña malas, no son malos, están lastimados, están heridos, el que veamos o pensemos que ese niño como algo malo, ese es el juicio, eso es lo que no nos permite ver que atrás de eso que yo estoy viendo, hay un niño que está vulnerable, que está herido, que está a gritos diciendo, por favor, alguien quiérame. Ese niño lo que está buscando es amor, finalmente es lo que todos queremos.
Es muy triste que estemos dispuestos a pagar lo que sea con tal de recibir ese afecto. Ese niño o niña como llegó a la conclusión de que nadie lo quiere en las buenas, como no recibe las cosas por las buenas, las consigue por las malas y no le interesa que se enojen más con él, pero por lo menos me dan atención. Barocio considera que si hay un tipo de atención, es atención de segunda, es atención a través de regaños, castigos, malos modos de los padres de estos chicos. Pero lo que ese niño está experimentando es: “por lo menos me voltean a ver”, “por lo menos ya no me ignoran”, “por lo menos no son indiferentes”. Hay niños que prefieren ser castigados, incluso golpeados, a ser ignorados o indiferentes con ellos.
Es muy interesante cómo funciona la psique humana, que necesitamos tanto, pero tanto amor, tanto cariño, tanta atención, que a veces estamos dispuestos a cualquier cosa con tal de recibirlo.
Enseñando a amar
El libro Disciplina con amor habla de lo importante que es acercarse a los alumnos, de ahí el subtítulo: Tocando el corazón de tus alumnos, esto quiere decir: conectarte de corazón a corazón  con ellos, para saber qué tienen, qué les pasa, qué los atemoriza, que les fascina, que los inquieta. En pocas palabras, para ver a la persona, ver quién está ahí. Eso es lo más importante que podemos hacer como maestros. A veces pensamos que nuestra tarea como maestros y como padres, es llenarlos de información y olvidamos que lo más importante es sensibilizar ese corazón que tiene el niño a través del cariño, el amor y la aceptación que tenemos hacia él, porque un corazón lo que finalmente va a ser una persona de bien; no es mucha información lo que hace una persona de bien, es un buen corazón. Entonces, eso es lo que tenemos que buscar tanto como padres como maestros, porque un alumno que quiere a su maestro, es un alumno que ama su clase; un alumno que respeta al maestro y que lo admira es un alumno que lo escucha y eso es lo que tenemos que buscar: que el alumno nos escuche porque nos respeta y admira como personas.
Reciba tres audios de regalo
El próximo libro de Rosa Barocio se titula Disciplina con amor a tu bebé, está dirigido a madres con niños pequeños. El 2015 fue un año muy complicado, pero desde enero de este año me estoy dedicando a escribirlo. Ayudar a las madres con bebés, pues está segura que esas madres están habidas, abiertas, interesadas en que se les ayude en esta primera etapa que es sumamente importante; el niño está autodefiniéndose y está iniciándose en el mundo y que mejor que una familia que lo acoge con cariño, amor y respeto. Es muy importante el contacto físico de la mamá con el niño, que a través del tacto le hace sentir al niño que importa, que cuenta, que tiene un lugar en la familia, que hay una persona abrazándolo, recibiéndolo, amándolo. Eso es lo que todo niño debe de sentir: sentirse bienvenido, porque estos niños están llegando a nuestro planeta aterrizando y que importante es que se les reciba con los brazos abiertos. Antiguamente, las madres tenían el apoyo de las abuelas de ese grupo de mujeres que estaban en contacto con ese instinto materno, y les enseñaban a cuidar al bebé. En la actualidad, las abuelas están corriendo de un lugar a otro. Por otra parte, las hijas ya no viven cerca de las abuelas y a veces se encuentran solas en este momento de hacerse cargo del niño pequeño. La ventaja es que existen libros que apoyan este proceso y tocar esa parte materna instintiva que tenemos las mujeres.
Las personas que se contacten en Facebook o a www.rosabarocio.com  se les obsequiarán tres audios como regalo.  

Rosa Barocio, una psicóloga polifacética

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miércoles, 3 de febrero de 2016

Por Héctor Medina Varalta

 

Guadalajara, Jalisco, enero de 2016. El bullyng se ha convertido en un problema mundial que anda en boca de todos. Por desgracia, México ocupa el primer lugar internacional de casos de este tipo de acoso en educación básica. Las cifras ofrecidas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) son escalofriantes: más del 40% de los estudiantes afirma que ha sido víctima de acoso escolar y más del 25% de insultos y amenazas. Esta realidad, vista desde diferentes ángulos, ha sido corroborada por instituciones como la ONU (65% de niños en edad escolar), la UNICEF (9 de cada 10 alumnos de secundaria) y la CNDH (40% de los estudiantes de primaria. Urge combatir y sanar esta situación tan apabullante.


De acuerdo a Akari Berganzo, el bullyng surge por las personas que son infelices con su vida; tienen varias problemáticas escondidas dentro de una mayúscula que es el bullyng como tal o la acción de agredir, la traducción de esa palabra a nuestro idioma lo más aproximado serían los niños abusadores. En realidad, lo complejo de la realidad es que nadie hace bullyng si en su trasfondo familiar no hay un patrón de agresión hacia ellos. Lo que sucede es que en la casa del victimario juegan el rol de víctimas porque no pueden sobreponerse a lo que pasa y como no reciben terapia están siendo agredidos y aprenden que la única forma de relacionarse es la agresión y en la escuela como son rechazados porque perciben que algo está mal en ellos, ya que son cobardes porque no se atreven a agredir a un niño cuando están solos, se esperan a tener quórum y cuando lo tienen, la energía del público es lo que les da la valentía para atacar a las demás personas, pero este patrón de conducta es porque ellos cuando agreden están “liberando”, según ellos, la agresión que sufrieron en su casa de modo psicológico inconsciente.


Disfuncionalidad

Akari resalta que entre los niños que hacen bullyng hay una relación distorsionada, porque para que a uno lo moleste una persona tiene que haber cualidades en sí mismo que a él o a ella le gustaría tener y que cree que no las tiene. Por lo tanto, el hecho de que tú estés feliz les molesta a esas personas, es decir, cuando una persona es infeliz y ve que otra es feliz, le molesta la felicidad ajena y entonces agrede a esa persona. Por otra parte, cuando un niño siente que su compañerito es bonito y él es feo y, además, en su casa le dicen que es el feo de la familia, entonces se siente ofendido y agraviado porque el compañerito lo ve bonito y lo agrede. A nadie van agredir por nada, lo van a hacer porque consideran que se le les está ofendiendo con lo que ellos suponen que es una vida perfecta. “Para escribir este libro, me basé en dos factores lineales independientes de la metafísica; la primera línea vertebral de este texto fue una investigación acerca del bullyng que realicé, leyendo diferentes libros, artículos periodísticos, estudios del bullyng y lo que dice el INEGI, más mi experiencia personal, pues desde niña fui víctima de bullyng escolar y en algunos trabajos también fui víctima de mooving laboral por cosas muy disímbolas.

Sanando Bullyng con metafísica

“No es que las personas agredidas por bullyng lo provoquen, es que la disfuncionalidad-es el siguiente factor- de los otros es lo que lo provoca. Esa disfuncionalidad viene de que a su vez son niños abusados en otro sitio. Entonces, se puede decir que el detonante es la infelicidad familiar de las descendencias disfuncionales o que arrastra esta problemática y la manda de un contexto a otro contexto y empieza a crecer como bola de nieve y nos encontramos con los cabos que no queremos. Lo más triste y angustiante del asunto es que ni hay un marco legal que defienda tanto el acoso escolar, familiar o el acoso de relaciones de pareja o laboral como debiera haber; el otro dato más grave es que México es uno de los países donde más personas sufren de bullyng. Esto nos habla de qué tanto estamos mal como sociedad, de que tan distorsionados tenemos nuestros valores y de que poca utilidad le estamos dando a nuestro campo energético, porque cuando el ser humano tiene suficiente energía y la utiliza para ser feliz, no tiene tiempo para molestar a nadie más, porque está generando su propio mundo espiritual; cuando no se genera este mundo espiritual y esta inercia sigue generando, más y más energía, pero no la termina de consumir, entonces, la persona tiene sobre cargada la “pila” y es cuando nos volvemos explosivos y eso también es muy peligroso en este asunto. Alguna realidad del proyecto, es que yo podía haber presentado mi libro Sanando Bullyng con metafísica, de una forma menos personal y de una manera más distante y no hubiera pasado nada en apariencia porque nadie se hubiera enterado, pero hubiera sido muy deshonesto abordar el tema desde fuera cuando yo sé lo que pueden sufrir, molestarse y sentirse impotentes las víctimas del bullyng.

Si el agresor sigue ahí va a seguir contaminando a más niños

“La realidad es que yo logré superarlo, no necesité ningún tipo de terapia porque tuve la suficiente madurez en esa época para entender que yo no tenía que preocuparme por lo que los demás opinaran sobre mi persona, de mis intereses, de mi conducta. Con que yo me centrara en lo que más me interesaba era más que suficiente y aunque no me defraudara a mí misma era más que suficiente. Entiendo que es muy difícil que chavitos de 13 o 14 años puedan tener la madurez para lidiar con estos hechos. Es por eso que necesitan apoyo desde muchos ángulos y las sociedades y los sistemas escolares, en muchos casos, no están bien cimentados para dar el problema la atención que requiere y atacar el bullyng como se debe. Tristemente, en algunas escuelas, en lugar de sancionar al que está haciendo bullyng, para evitar problemas legales, simplemente expulsan al niño que está haciendo objeto del bullyng. Por lo tanto, no solucionan el problema, pues el agresor sigue ahí y va a seguir contaminando a más niños para que repitan la imagen de agresor y, además de esto, le están dando el poder de creer “tú estás haciendo bien”, “lo que estás haciendo es correcto y al que hay que castigar es aquel que no ha hecho nada malo.”

Diferentes tipos de bullyng

Este libro nos habla del bullyng en las escuelas, el mooving que es la tipología de bullyng en las oficinas; nos habla también del bullyng en adultos mayores, del bullyng a los animalitos, el auto bullyng, pues hay personas se odian a sí mismas, se golpean, se mutilan, se cortan, se dicen “yo soy horrible”, “yo no me quiero”, ¿por qué nací tan espantoso?” También nos habla de lo que son el bullyng de pareja, el bullyng vial-aunque no está tipificado como tal- es cuando ponen como escudo en la carriola al bebé para que ella se pueda atravesar cuando está el Alto, que no le corresponde a ella como diciendo: “con el niño no te vas atrever a aventarme el coche”, o la gente que está esperando a que pase el siga y como tienen mucha prisa le dicen al conductor que “estorba” y le dicen hasta de lo que se va a morir, también las personas que se dedican a cerrarse y a manejar erráticamente, es bullyng vial; los peatones que no se atraviesan por el puente sino por el eje vial, a la viva México como decimos, están haciendo bullyng a las demás personas, porque se están exponiendo ellos y a los conductores, en este caso, que no deberían estar lidiando con una persona que está caminando por donde no debería. Estamos repletos de bullyng. Incluso, si uno acude a un banco y la señorita que atiende pone mala cara cuando uno está saludando, está haciendo bullyng. Estamos en una sociedad que está completamente disfuncional y que la gente considera que está bien agredirnos los unos a los otros.

Falta de respeto hacia las personas

Akari, padeció bullyng en la primaria, secundaria y preparatoria, fue un infierno para ella: “odié la escuela, considere que la escuela era lo peor que podía pasar; los niños aplicados no me entendían porque yo tenía intereses más profundos, más artísticos; cuando ellos estaban pensando en los videojuegos, yo estaba pensando en hacer un archivo documentario de la moda del siglo XVIII y cuando se esmeraban en irse al concierto de La Bandita que estaba de moda, yo pensaba en asistir a una exposición de  Chagall París. Por lo tanto, de alguna manera, nunca encajé en las edades que correspondían a la mía y eso me causó muchos problemas porque cuando yo estaba en la preparatoria mis amistades eran personas de 27 o 28 años, eran con los que yo sentía empatía de que hablar. Por lo tanto, fue muy complejo y tristemente la única escuela que yo disfruté, donde fui respetada, en la que terminé mis estudios felizmente fue en España. Tenemos un problema gravísimo de falta de respeto hacia las personas, de falta de tolerancia y tenemos un sistema escolar que proporciona que esta plaga esté creciendo; muchas veces los padres por la cantidad de trabajo que tienen o por sus propias frustraciones personales no se dedican a orientar y educar a sus hijos, sino que dan por hecho con pagar sus cuentas ya es suficiente. O dan por hecho que para eso pagan la escuela, para que ésta los eduque.

Cobardía de un sistema

No obstante, la escuela se encarga de darles conocimientos científicos y sociales, pero no tiene que ser sustituto de la educación en el nicho familiar. Entonces, tenemos muchos puntos rojos de alarma que se van conjugando y que esta conjugación nos lleva a tener el melodrama que tenemos con el bullyng y lo bueno de esta problemática es que existen muchos casos como el de Akari, que por más terrible que haya sido la experiencia, la superó, pues la dejó en el pasado. La pregunta que hace una nuestra entrevistada a las personas disfuncionales y tóxicas que daña y considera que es divertido hacerlo con personas, perritos, plantas, personas mayores o alumnos que hacen bullyng a profesores y viceversa, jefes que hacen bullyng a sus empleados o empleados que hacen daño al jefe a través del hábito del mooving. Mi pregunta es, ¿dónde queda la dignidad humana?, ¿dónde queda la dignidad hacia uno mismo? Por lo tanto, ¿cómo se atreven a exigir ser respetados cuando ellos causan la muerte de millones de jóvenes y personas de diferentes edades en el mundo, ya que algunos chicos y chicas se suicidan. Por esta razón, este libro está dedicado a todas las víctimas del bullyng; sé que esto no cambia nada; pero a todas las víctimas de bullyng y a todas las familias que han tenido la desgracia de perder un ser querido por la cobardía de un sistema, por la cobardía de la sociedad y por la disfuncionalidad emocional y los traumas de mucha gente, y eso no se vale. Hay que erradicarlo.

Cómo sanar el bullyng con decretos

Este libro nos da herramientas metafísicas con las cuales vamos a poder subir nuestras propias vibraciones; al subir las vibraciones disonantes de estas personas tóxicas ya no son compatibles a las nuestras y entonces, si no voy a solucionar completamente el problema-pues hay que hacer algunos ejercicios que vienen indicados en el libro-por lo menos voy a lograr que en un inicio a mí no me molesten; si no lo hacen eso me dan marco de empezar a sanar, me da marco de tomar medidas y me da marco de trabajar a fondo para sanar todo el contexto. El libro habla de cómo sanar el bullyng con decretos, visualizaciones, meditaciones, con fórmulas energéticas, pidiéndoles a los Maestros Ascendidos, dejando de pensar en el problema, pues si uno afirma a cada rato la palabra bullyng, empieza a generar una ola energética que se va, viaja como el bumerang y se recarga de toda la gente agresiva y al tratar de pensar en el objeto que quiere uno alejar de la mente y de nuestra vida, nos convertimos en un detonante que hace que esas personas tóxicas lleguen a nuestras vidas. Este tipo de personas están dañadas y se sienten con un alto grado de frustración, son seres infelices, inútiles para consigo mismas y por ende no están utilizando la energía positiva como deberían y entonces siguen produciendo más energía pero como no la bastan se recargan de más energía.

Ayuda bajo marcos diferentes

Es como cuando uno pone el radio en un voltaje para 110 y se conecta para 220 de corriente. Por unos segundos, va muy rápido, pero luego va a explotar. Es exactamente lo mismo. Si yo tengo demasiada energía tengo que hacer más deporte, salir a caminar, salir a correr, hacer meditación, es decir, tengo que hacer algo para que esta energía fluya y entonces se va haciendo la inercia energética que necesito para vivir en paz. Pero si yo soy de las personas que ni estudian ni trabajan me vuelvo una persona ociosa, pues en el orden que me dedique a leer, a cultivarme, a conocer gente, estoy en mi casa encerrada, frustrada, enojándome más y en lugar de que mi mente empiece a construir en positivo, pienso todo lo contrario. La naturaleza humana de nuestro cerebro es que tenemos que hacer algo todos los días, si no lees, no estudias y no trabajas, tienes que ocupar tu mente y cuerpo en el vicio de estar al pendiente de la vida de los objetivos ajenos. Por ejemplo, si el vecino tiene un trabajo maravilloso y compró coche nuevo y si tú no estudias ni trabajas y por ende no tienes un trabajo propio, echas pestes contra el vecino. Entonces, vas y te enfocas en destruirle la vida al vecino que lo admiras distorcionadamente y le rayas el coche. Todo es una inercia muy tóxica y muy compleja. La realidad es que hay que sanar tanto a la víctima de bullyng como al agresor porque después de todo, también es una víctima; lo que sucede es que son víctimas en dos contextos diferentes: el agredido es víctima de las circunstancias y el otro es víctima, en principio, de las circunstancias del nicho familiar y dos, es víctima de sí mismo al decidir por cuenta propia repetir el patrón y convertirse a sí mismo en abusador. Los dos están pidiendo ayuda bajo marcos diferentes porque tienen necesidades diferentes y hay que atacar sus problemáticas de modo diferente. El bullyng es una masa enorme, está en todos lados, oculto en muchas situaciones y hay que atenderlo de muchas direcciones.

 

Akari Berganzo, una chica que vivió el bullyng y ayuda a la gente con bullyng

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