viernes, 9 de junio de 2023

SUSPIRIA ARRANCÓ SUSPIROS EN EL FICG38

 


Algunas palomitas de maíz iban ensangrentadas con salsa, mientras los primeros espectadores las ingresaban a la Sala Guillermo del Toro de la Cineteca; otras resplandecían —blancas de horror anticipado— como bocados de la luna durante la segunda función de medianoche en honor al maestro del horror italiano Dario Argento, en el marco del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG).

 

Había cinéfilos muy jóvenes y otros pocos que, quizá, tuvieron la oportunidad de ver Suspiria en su hábitat natural: una sala de cine durante finales de los 70. Pero la noche del 7 de junio en punto de las 23hrs. quienes estábamos en la sala nos dejamos aplastar por la paleta saturada de colores de la versión restaurada de esta icónica película; teníamos una cita con el mal, lo cual siempre está bien. 

 

Suspiria de Dario Argento (1977) narra la historia de la bailarina estadounidense Susie Bannion, interpretada por Jessica Harper, quien es aceptada por la prestigiosa academia Tanz de ballet en Friburgo para perfeccionar su técnica. Luego de enfermar y sin fuerzas para bailar, Susie irá poco a poco descifrando el terrible misterio que entraña su nuevo hogar y las personas que habitan en él. 

 

La proyección inició con un video del propio Argento quien, de forma tierna y divertida, advirtió: “Soy Dario Argento, bienvenidos. Suspiria es una película llena de emociones, terror y miedo. Espero que estén preparados”. Nadie está preparado para algo así. 

 

De pronto, detrás de un negro en la pantalla, sólo escuchamos un taconeo y una puerta de auto que se cierra. Los primeros acordes de la música de Goblin y la tipografía característica de la película empezaron a inocular sus tenáculos en nuestros nervios y esa conocida opresión en el pecho provocada por el horror se ovilló sobre nosotros como el gato más amado: no nos dejaría durante los siguientes 101 minutos que dura la película.

 

El primer asesinato sacó algunas risitas. El segundo provocó que un joven espectador le cuchicheara una pregunta a su acompañante: “¿De qué año es esta película?” Así, poco a poco se fue desvelando este manifiesto estético que constituye Suspiria y que, además, nos muestra complejas reflexiones en torno al mal, al dinero, a las jerarquías y el poder dentro del campo del arte y a la devastación de la Guerra Fría. 

 

Paulina Magos, ilustradora y curadora de un ciclo de cine de horro en el Museo de Arte de Zapopan, fue una de las asistentes a la película nos compartió su experiencia: “Ayer me dio muchísimo gusto que el FICG tuviera estas sesiones a medianoche. Creo que, si de por sí Suspiria ya era una de mis películas favoritas, por lo menos de Dario Argento, sí creo que se mantiene y que valió la pena haber invertido esos 60 pesos, pero qué padre que pudimos ser testigos de esta restauración. A pesar de que yo la había visto en una versión mega pirata, haberla visto como se debe de ver: en un cine, con una gran pantalla, con un sonido mega increíble sí estuvo magnífico. El sonido en ese soundtrack no lo había estuchado tan cabrón ni con tanto detalle: todos estos suspiros dentro de las canciones y los bajos y todo va ad hoc con las escenas, la trama, los colores, la luz, las actuaciones. La actuación de Jessica Harper… A pesar de que es esta exageración muy de antes, muy de los 60s, 70s, que a veces hasta es chistosa, pero siento que ella es una increíble actriz y creo que nadie hubiera podido hacer la señorita americana”.

 

Para Paulina, la experiencia siguió luego de que la función terminó: “Saliendo de la película yo seguía repitiendo la canción; se me quedó muy grabada y estuvo curioso también el estacionamiento [de la Cineteca] tiene este neón rojo. Creo que todo tuvo sentido la noche de ayer; la luna estaba increíble”. También recordó que durante toda la función iba confundiendo elementos de la versión que hizo de Suspiria Luca Guadagnino en 2018 con lo que estaba viendo. 

 

Por su parte Alejandra Magos, diseñadora de modas y hermana de Paulina, tuvo la fortuna de ver Suspiria por primera vez. “Me gustó muchísimo, me gustaron mucho los colores, se veía padrísimo, la música me encantó y no sé, hubo hasta escenas que se me hicieron así de ‘¡¡¿¿QUÉ ES ESTO??!!’, como donde la amiga de Susie se queda enredada en unos alambres; esa escena me encantó, dije: ‘Wow, medio minuto de arte’. Sí quedé de que traumada; soy fan de esa peli”.

 

José Antonio Monterrosas, de Revista Los Cínicos, quien tampoco había visto la película en una sala de cine hasta anoche, consideró importante que el FICG abriera un espacio para este tipo de cine, dirigido a personas que gustan del género de horror. “Y creo que el Festival está abriendo este espacio a partir de lo que vimos con Dario Argento. Me parece que es una película muy intensa que habla de un cine de terror de una época en particular. Creo que con esto se abre un espacio importante sobre todo aquí, en la Cineteca de Guadalajara. Generalmente el Festival de Cine no le apuesta al cine de terror y creo que a partir de que está Estrella Araiza, el FICG le está apostando a esta cultura pop y a este cine que, de alguna manera, habla mucho de la creación del cine de Guillermo del Toro, por ejemplo, entonces verla en esta sala que él inauguró hace algunos años es muy simbólico”.

 

Dario Argento (Roma, Italia, 1940) es uno de los directores de cine más conocidos del cine giallo italiano, género que combina los elementos de suspenso de la novela policiaca con escenas de horror impactante. También es considerado como uno de los padres del cine de terror moderno y una notable influencia para el cine slasher americano. Entre sus más de 20 películas, es conocido por Rojo profundo (1975), Suspiria (1977) y Phenomena (1985).

 

Ópera (1987) será la última película en la última función de medianoche dedicada a Dario Argento. La cita es este jueves 8 de junio a las 23hrs en la Sala 2 de la Cineteca del Complejo Santander. 

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