Son datos que surgen de Mordor Intelligence, que dejan en evidencia la importancia para las empresas de adoptar esta infraestructura cloud.
Hace algunos años, que parecen muchos, pero no son tantos, los servidores físicos albergaban toda la información. Tenían hasta nombres propios, como Aurora o Miguel, que se cuidaban casi como si fueran una mascota. Cuando “se caían”, era la peor de las catástrofes. Los programas tenían un diseño monolítico tradicional, en general una aplicación principal de gran tamaño que contenía toda la lógica de dominio.
Poco a poco, los servicios cloud fueron siendo adoptados por las empresas y esos centros de cómputo comenzaron a virtualizarse. Esto permitió darles mayor escalabilidad y automatización a los procesos. Es importante destacar que son etapas que se fueron dando de manera progresiva, fue un proceso de años. De a poco, fue surgiendo la necesidad de contar con servicios en la nube y saber cómo administrarlos.
Llegamos entonces al concepto de “serverless”, donde el procesamiento de datos no tiene el concepto de servidor detrás. Según datos de un estudio reciente de Mordor Intelligence, la adopción de esta tecnología va a crecer un 300% los próximos años, con una tasa de crecimiento anual de 23,15% anual hasta 2026. En el caso de Nubity, empresa especializada en optimizar servicios en la nube y Advanced Consulting Partner de AWS, la mayoría de sus nuevos desarrollos son “serverless”, y es un porcentaje que sigue en aumento.
Previo a la nube, el diseño de software era “monolítico”, para hacer un mínimo cambio, era necesario reescribir líneas y líneas de código, además de que las implicancias de esas modificaciones no se conocían hasta que el sistema volvía a estar en producción. Así llegamos al diseño nativo en la nube, donde se descompone la aplicación en un conjunto de microservicios aislados pequeños. Cada uno es autocontenido y encapsula su código, datos y dependencias propios[1]. “Dentro de este nuevo paradigma, todos los nuevos desarrollos ocurren dentro del entorno de la nube”, afirma Javier Spagnoletti, Enterprise Solution Architect de Nubity.
“El cómputo es algo efímero, que sólo opera a demanda, no permanece ´prendido´ todo el tiempo. Las principales ventajas de la arquitectura cloud no solo consisten en los beneficios que dan estos servicios sino fundamentalmente cómo obliga a un cambio de mentalidad. Es un proceso que agiliza el negocio, hace más eficientes los procesos y ayuda a desarrollar software más rápido y mejor, con herramientas más completas y sofisticadas”, continúa explicando Spagnoletti.
Modernización de aplicaciones
El universo de adopción de servicios cloud es amplio. Tenemos empresas nativas digitales, pero también nos encontramos con otras, de mayor antigüedad o bien de rubros que llegaron más tarde a su Reingeniería Tecnológica, que cuentan infinidad de sistemas legacy o “heredados”, que es necesario integrar a un entorno cloud. ¿Qué es lo que hay que tener en cuenta? Primero que nada, es fundamental llevar adelante una estrategia de modernización de aplicaciones. Consiste, básicamente, en la transición del modelo “on premise”, basado en data centers hacia un entorno cloud rico en microservicios y “containers”.
Según un estudio de Frost & Sullivan, ocho de cada 10 empresas en la región ya están moviendo aplicaciones a la nube.[2] Las organizaciones no dudan acerca de la importancia de aprovechar al máximo la nube, la cuestión está en el cómo, y es un camino que cada empresa transita de una manera única. En cuanto a los nuevos desarrollos y actualizaciones, el enfoque cloud-native es el que está permitiendo que las empresas puedan ser versátiles en un entorno cada vez más competitivo y acelerado.
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