El abuso y la violencia en las escuelas, conocido como Bullying, es una problemática social que ha existido a lo largo de la historia. Sin embargo, con la crisis sanitaria y las nuevas tecnologías, se han creado nuevas formas de violencia. De acuerdo con un reporte de L1ght, empresa que detecta y filtra contenido abusivo y tóxico en línea, el discurso de odio entre los niños y adolescentes aumentó en un 70 % y esto se ha visto reflejado también en el ambiente familiar y en el regreso a las escuelas. Pero ¿por qué los niños actúan así? Los especialistas del Método Paternidad Efectiva están convencidos de que “no hay niños difíciles, lo difícil es ser niño en un mundo de gente cansada, ocupada, con prisa y ahora además, encerrados por la pandemia. “Nuestros pequeños están increíblemente presionados, aburridos y abrumados con el tema de las clases en línea, los más pequeños aún peor, porque a esa edad no les toca sentarse frente a una computadora, necesitan otro tipo de aprendizaje y otro tipo de estimulación”. Y el caso de los que ya están entrando a la adolescencia no es diferente, dicen, pues a falta de atención de los padres, buscan en el internet la forma de divertirse y no siempre es la más adecuada. “Tus hijos te necesitan y tú los necesitas a ellos”, afirman. La pandemia ha provocado también situaciones de violencia de los padres hacia los hijos, lo cual ha contribuido al incremento de agresividad en la actitud de los niños. Estudios revelan que niños criados con nalgadas muestran índices mayores de agresión y delincuencia que aquellos que no recibieron nalgadas. Y como adultos, son más tendientes a la depresión, a sentirse alienados (aislados), a usar violencia en contra de su pareja y a tener un menor logro económico y profesional. Al respecto, la especialista Gabriela González, directora de “Niños de Ahora” y fundadora del Método Paternidad Efectiva, advierte que una educación basada en golpes, maltratos y amenazas puede provocar daños muy severos en el desarrollo de niños y jóvenes. “Cuántas veces hemos escuchado decir a los padres: Te voy a dar una nalgada; te juro que te voy a llevar a una escuela militar; Si no obedeces regalo tus juguetes; si no te portas bien, no llegará Santa Claus; duérmete ya, que viene el coco y te comerá. “Las amenazas son un recurso que muchos papás utilizan cuando sienten que pierden el control. El problema es que se está tratando de regular el comportamiento de los niños con base en el miedo y, como consecuencia, no se lleva al niño a asumir la responsabilidad de sus actos, sino a actuar para conseguir un bien material, una recompensa o evitar un castigo (algo que está afuera de él)”. La especialista añade que generalmente las amenazas son tan fuertes que no se cumplen, por lo que la palabra de los padres pierde autoridad y credibilidad. “Pero cuando sí se cumplen, el niño confirma la noción: Debo temerle a mi mamá/papá. Esto lo lleva a actuar en función de condicionantes externos, no desarrolla su propio criterio ni su autocontrol y esto mina la confianza en sí mismo. “El utilizar la amenaza como medio para controlar la conducta de los niños es una señal clara de que al padre le están faltando recursos para educar. Esto quiere decir que existe dificultad para marcar límites firmes y consecuencias congruentes, además de una desconexión con el niño, minando y lastimando su auto concepto”. Niños de Ahora es la comunidad más grande de papás y mamás de habla hispana revolucionando la crianza. Con 7 años de historia, ha logrado impactar a más de 6 millones de familias, de más de 50 países, con su Método Paternidad Efectiva, a través del cual han logrado crear una nueva forma de educar a los hijos. Actualmente “Niños de ahora” se prepara para llegar a más de 10 mil personas con el evento virtual titulado “Método Paternidad Efectiva: la experiencia”, que se llevará a cabo los días 15, 16 y 17 de octubre y donde miles de padres de familia podrán descubrir la forma más adecuada de educar y ser felices
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