Se han dado a conocer los resultados de una investigación realizada por el Hospital Houston Methodist en donde se estudiaron los factores de riesgo, demográficos y clínicos, de la enfermedad grave por COVID-19 en pacientes hospitalizados, que incluía adultos jóvenes de entre 18 y 29 años. Se contemplaron los resultados en 7 hospitales del Sistema Metodista de Houston.
El análisis se llevó a cabo del 1 de marzo al 7 de diciembre, que corresponden a los primeros tres surgimientos del COVID-19 en 2020. También se evaluaron las tasas de readmisión y los diagnósticos de enfermedades graves, dentro de los 30 días posteriores al alta de estos pacientes.
Se estudiaron a 1,853 pacientes adultos jóvenes. De los cuales el 20% fueron caucásicos, 32% afroamericanos y 43% hispanos o latinos. Las mujeres representaron el 62% de los pacientes, 12% de ellas estaban embarazadas. Si bien todos estos pacientes estaban relativamente sanos, el 68% presentaba sobrepeso u obesidad. Las comorbilidades más comunes entre los pacientes fueron asma, trastornos de salud mental, hipertensión y diabetes. Si bien todos tenían pruebas PCR COVID-19 positivas, y eran potencialmente infecciosos durante su diagnóstico, solo el 43% manifestó síntomas de COVID-19 al ingreso al hospital.
Los hombres hispanos tenían más probabilidades de desarrollar enfermedad grave.
Aquellos pacientes con antecedentes de asma, mayor edad, insuficiencia cardíaca congestiva, enfermedad cerebrovascular y diabetes presentaron enfermedad grave dentro de los 30 días posteriores a la hospitalización inicial. La etnia hispana, afroamericana, la obesidad, el asma, los antecedentes de infarto de miocardio y la exposición del virus en el hogar fueron predictivos de reingreso hospitalario después de 30 días de haber sido dados de alta.
Relativamente pocos pacientes adultos jóvenes recibieron intervenciones respiratorias, como soporte con ventilador durante su diagnóstico inicial; es decir, un 11% de ellos recibió oxígeno suplementario y un 3% requirió cuidados intensivos. 96% de los pacientes fueron dados de alta en casa tras su hospitalización inicial, el 15% de ellos regresó al hospital antes de 30 días. De los ingresos hospitalarios, cuatro pacientes (1%) murieron durante su hospitalización inicial y cuatro más murieron después de ser dados de alta en otra institución.
En general, dentro de los 30 días posteriores a su primer ingreso, el 17% de los pacientes fueron diagnosticados con neumonía y el 8% con al menos un diagnóstico crítico adicional, como sepsis, infarto de miocardio, evento cerebrovascular, paro cardíaco, embolia pulmonar, trombosis, síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA) y condiciones similares, siendo clasificados como pacientes con enfermedad grave por COVID-19.
El autor del estudio, Dr. Edward A. Graviss, profesor asociado de patología y medicina genómica del Instituto de Investigación del Hospital Houston, explicó que el estudio demuestra un riesgo significativo, tras el diagnóstico de enfermedad grave por COVID-19, y también un riesgo de readmisión entre los adultos jóvenes, especialmente aquellos en comunidades marginadas, de origen latino y en individuos con comorbilidades, como obesidad y diabetes. Enfatizan la necesidad de una mayor conciencia y prevención entre los adultos jóvenes, además de seguir los arduos esfuerzos en investigación de los factores de riesgo de enfermedad grave, readmisión y consecuencias a largo plazo del nuevo coronavirus. Los colaboradores en el Instituto de Investigación del Hospital Houston Methodist que trabajaron con el Dr. Graviss en este estudio fueron Micaela Sandoval y Duc T. Nguyen, con el Departamento de Patología y Medicina Genómica y Farhaan S. Vahidy con el Centro de Investigación de Resultados.
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