(CODICS).- A unos días de que rinda su tercer informe de gobierno Constitucional, el Presidente Andrés Manuel López Obrador, el Secretario General de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas, Álvaro López Ríos, hizo ver que a la mitad del sexenio, el sector agroalimentario perdió esquemas de apoyo enfocados a rubros prioritarios como: la comercialización, aseguramiento y desastres naturales. También se encareció la producción de alimentos debido al alza de fertilizantes lo que impacta directamente en los costos de producción y en la rentabilidad de los productores.
Precisó que desde 2018 han desaparecido los apoyos relacionados con desastres naturales, la comercialización y hasta lo referente a Agroasemex mientras que México eleva su dependencia de importaciones de fertilizantes en más del 60%.
El dirigente nacional de la UNTA señaló que el programa de apoyo y entrega de fertilizantes sólo se ha implementado para el estado de Guerrero y se amplió a Morelos, Tlaxcala y Puebla durante 2021, sin embargo la productividad agrícola de la entidad guerrerense no ha mejorado.
Además el Gobierno Federal plantea un menor uso de fertilizantes fósiles pero falta promover e incentivar la producción de biofertilizantes.
Álvaro López Ríos, mencionó que cifras de la FAO, revelan que en el ranking mundial, México se ubica como el 28 como productor y en el 20 como importador de fertilizantes.
En 2020 la producción nacional de fertilizantes registró una disminución anual de 7%, con un volumen de 2.3 millones de toneladas, de las cuales el 44% correspondió a fertilizantes fosfatados, 31% de ácidos y 25% de nitrogenados.
El valor de la producción nacional de esta industria fue de 18 mil 660 millones de pesos, 1% menos que en 2019.
En el mismo año, el consumo total de estos insumos se ubicó en 5.7 millones de toneladas métricas que refleja un crecimiento de 6.1% respecto a 2019. De este volumen el 38.3% se cubrió con producción nacional y el 61.7% con importaciones.
Las importaciones en 2020 fueron de 3.5 millones de toneladas lo cual representó un alza de 20% respecto al 2019. El 70% de estas compras fue de fertilizantes nitrogenados, 18% de potásicos y 12% de fosfatados.
El valor comercial de dichas importaciones fue de 968.2 millones de dólares, lo cual representó un alza de 5.4% en relación con el 2019.
Los principales orígenes de las importaciones mexicanas en 2020 fueron: Rusia, China, Estados Unidos, Indonesia y Noruega, con una participación conjunta del 64.7% en el volumen total.
En el primer semestre de 2021 el avance de producción fue de 1.15 millones de tm, con un valor de 10 mil 768.2 millones de pesos; mientras que las importaciones sumaron casi 2.2 millones de tm, con un valor de 775.4 millones de dólares.
Precios en el mercado nacional: Los precios actuales de Urea y fosfato diamónico (DAP) en el mercado nacional se encuentran en niveles récord ya que su precio promedio presenta un respectivo incremento de 10.8% y 48.3% en comparación con los observados en julio de 2020; y de 44.8% y 31.9% respectivamente, contra el mismo mes de 2019.
Dicho incremento obedece a una menor producción a nivel mundial que ha encarecido el costo de las importaciones de estos insumos agrícolas.
Aunado a lo anterior, las existencias de los principales distribuidores en el mercado nacional son cada vez menores, a lo que se suma la fuerte demanda que se registra actualmente para la fertilización de los cultivos del ciclo P-V 2021, tales como maíz, sorgo y frijol, entre otros.
El dirigente de la UNTA dijo que agricultores nacionales piden al Gobierno Federal la reactivación de la planta productora de amoniaco en el puerto de Topolobampo a fin de disminuir las importaciones, garantizar el abasto de éstos en el país y evitar el continuo incremento de precios.
Por otra parte, destacó que desde que tomó posesión como Jefe del Ejecutivo Federal, Andrés Manuel López Obrador, el sector agroalimentario mexicano ha ido perdiendo esquemas de apoyo enfocados en rubros prioritarios, como lo son la comercialización, aseguramiento y desastres naturales.
Destacó que lo más preocupante es el abandono dentro del rubro de Atención a Desastres Naturales que se ha mantenido sin fondos en los últimos tres años, cuando había estado operando sin interrupciones desde 2010; en 2018 se le asignaron 3,866.6 millones de pesos.
Este caso es similar al de Apoyos a la Comercialización, cuyo presupuesto pasó a desaparecer a partir de 2019, siendo el año anterior el último periodo que contó con un recurso de 9,748. 7 millones de pesos.
Para revertir el abandono del campo, de acuerdo con las pretensiones del Gobierno Federal, es necesaria una visión de largo plazo multidimensional que impulse su desempeño y que asegure un ingreso para que los productores puedan proteger su permanencia en el sector.
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