Mujeres que hacen historia
Segunda parte
Por Héctor Medina Varalta
“Todos estamos expuestos en el mundo de internet.
No confíes en nadie desconocido. Cuida tus datos personales.
Antes de subir una foto, piensa si es algo
que en un futuro te gustaría que vieran.
No existen las vidas perfectas”.
Priscila Álvarez Sánchez
Todos somos humanos del mismo planeta en búsqueda de la felicidad, de tranquilidad y nuestros sueños. Y todos nos enfrentamos a las diferentes dualidades de la vida: ÉXITO/FRACASO, SEGURIDAD/INSEGURIDAD, HALAGO/CRÍTICA, AMOR/DESAMOR… Escribí este libro porque sentí que podía ayudarte de alguna forma con esto. Aquí encontrarás muchas anécdotas sobre cómo lidié con prejuicios y cómo logre cumplir esos sueños (que alguna vez me dijeron que eran imposibles), además de algunos consejos. Desde mi corazón espero que llegues a sentir mis experiencias como tuyas, porque bien podrían serlo. No importa qué te esté sucediendo, créeme, todo pasa. Y hay veces en las que para poder seguir adelante solo tenemos que sentarnos a observar. ASÍ QUE RESPIRA PROFUNDO, ABRE ESTE LIBRO Y... DÉJALO FLUIR- escribe Priscila en su libro.
Temas de gran interés
Déjalo fluir, es una guía con diferentes temas, por ejemplo, da consejos de cómo tomas las cosas de quien vienen, de cómo beatificar una crítica constructiva o tóxica, qué hacer para mejorar a partir de ahí; en el éxito y en el fracaso platico las diferencia y cómo convertir ese fracaso en éxito, pues el éxito es bastante subjetivo, pues en ocasiones nos pintan el éxito muy específico o algo en otra persona que tal vez a nosotros no sea lo mejor. Por consiguiente, es hablar un poco de esos temas con las personas para que se den para que se den el valor que realmente merecen. En cuanto estos temas, es decir, las relaciones con los demás, el amor hacia la familia, cómo identificar en la familia si hay toxicidad, pues Priscila vivió el divorcio de sus padres, algunas críticas no tan constructivas de otros familiares al querer ella estudiar artes. Por lo tanto, Priscila recibe de parte de sus seguidores este tipo de preguntas: cómo hacer si tus papás no te quieren apoyar en lo que quieres estudiar; habla un poco de todo esto: cómo en la escuela no te dicen, cómo es la vida en realidad.
Todos oscilamos un poco entre los dos extremos
En muchas ocasiones, no se trata de sacar la máxima calificación, sino de tener pasión en lo que haces y ponerle todas las ganas y encontrar la profesión para lo que eres bueno. Asimismo, Priscila desnuda su alma para narrar su historia de cómo dejó a su familia en Monterrey para seguir su sueño. En Monterrey ella sentía que no cabía, que ya no sentía que iba a encontrar algo más de lo que ya veía, y tuvo que dejar a sus papás, a sus hermanos. Además, se las vio negras. También platica las experiencias que tuvo antes de empezar a trabajar. Hay un poco de todo. Los capítulos los maneja en dualidades, un capítulo se titula éxito-fracaso; otro es amor-desamor; otro más es halago-crítica, pues nadie está exento de ninguno de los dos extremos. La persona que diga que sólo ha vivido en el éxito está mintiendo; la persona que afirme que todos los días se siente segura de sí misma, está oscilando. Todos oscilamos un poco entre los dos extremos, el libro es útil para aprender eso y entender que no está mal sentirnos tristes, sino qué es la tristeza y por qué está ahí y trabajarla-aseveró.
Nos falta entender las emociones
El libro es una guía en todos esos aspectos: habla de la conexión cuerpo-mente, cómo nuestro cuerpo nos da señales de lo que quiere, cómo Priscila aprendió a escuchar su cuerpo para tener una mejor autoestima. Pasando a otro tema, no menos interesante. Priscila es una ávida lectora, lee de todo, en especial temas de espiritualidad, en general. El budismo le ayudó muchísimo. Asimismo, le gusta leer un poco de todo lo que pueda servirle, y se ha dado cuenta que cualquier filosofía de vida tiene de base técnicamente lo mismo como el amor es el primero en positivo: no hacerle daño a nadie, hacer lo que amas, ayudar a otros cuando puedas. Todos estos aspectos, tanto en lo personal como en lo impersonal, lo intentó reflejar en Déjalo fluir. Y todo lo que Priscila ha vivido han sido cosas difíciles y siempre ha sido de las personas que sobreanalizan todo, incluyendo lo que dicen, y eso, afortunadamente, le ha ayudado a entender un poco más sobre las emociones y, con ello, compartirlo con las personas para que poco a poco tengamos una inteligencia emocional. La escritora considera que nos falta a todos entender las emociones.
La mejor manera de aprender es “regándola”
No se nos enseña desde niños a entenderlas, a controlarlas. Al contrario, muchas veces se nos enseña a bloquearlas o negarlas, y eso no trae nada bueno, pues las emociones nos comen y eso no trae nada serio, pues cometemos actos impulsivos, decimos cosas que no queremos decir y la “regamos.” En lo particular, la autora la ha “regado” muchísimo; el chiste es darte cuenta y aprender de ello y tener más palomitas y no repetir los errores cometidos. La mejor manera de aprender es “regándola” y darse uno cuenta que la “regó.”
El libro consta de seis capítulos: Público/Privado, Halago/Crítica, Seguridad/Inseguridad, Mente/Cuerpo, Éxito/Fracaso y Amor/Desamor. Por ejemplo, en Mente/Cuerpo, hablo mucho del valor que nos damos como personas y cómo tu autoestima y tu valor en el mundo empieza por ti mismo, porque lo que uno siente por uno mismo es lo que va proyectar hacia afuera. También el libro habla cómo reconciliarse con uno mismo.
Es muy importante creer en uno mismo
Tengo un pequeño ejercicio que se hace frente al espejo, de reconciliación, pedirte perdón, darle las gracias a tu cuerpo por lo que hace por ti, por ejemplo, en el capítulo Ëxito/Fracaso hablo de personajes como Bill Gates, Walt Disney, Steve Jobs, Joanne Rowling, autora de Harry Potter, quienes pasaron por varios fracasos en la vida, rechazos de la sociedad. Tratando de motivar a la gente de cómo lo tiene que intentar y volverlo a intentar. Así como vemos a algunas personas, quizás las vemos inalcanzables o súper exitosas, ellas también tuvieron sus problemas de crisis, momentos de crisis, sus momentos de ser rechazadas, de que las cosas no le salieron como querían. El éxito y el fracaso son muy subjetivos y, a veces, creemos que existen personas exentas de fracasos, pero no es así. Por otra parte, el no quitar el dedo del renglón, el ser uno terco en conseguir las cosas, es clave para conseguirlo, porque en este mundo de competencia y para sobresalir, la tenacidad es indispensable. Es muy importante creer en uno mismo, la confianza en tu ideal, sobre todo, es la que va a llevarte a seguir insistiendo.
El gran despertar está cerca
Priscila tiene el proyecto de escribir otro libro, enfocado a su lado espiritual, Déjalo fluir, está enfocado al lado emocional. Quiere escribir otro más espiritual, en el que hable más de la energía, cómo podemos despertar esa sensibilidad a tus vibras, cómo cuidar tu energía, cómo limpiarla, desde cuarzos, desde baños con sal, pues es amante de todos estos temas esotéricos y, a la vez, espirituales. Asimismo, le gusta meditar y ser consciente. También le encanta todo lo referente a la meditación, de ser consciente de tu poder, de tu energía, del reiki. El libro va a ir enfocado a ese lado “brujil”, pero a la vez. Hablar de amigo a amigo. Por otra parte, parece que la humanidad está despertando de su largo letargo, pues se ve mucha información en las redes sociales que se está luchando por los derechos de los animales, el amor hacia la Madre tierra. Los derechos de los niños y niñas, la oración y la meditación, el derecho de ser vegetarianos, el calentamiento global, la contaminación, entre otros conceptos armoniosos. Sí, el gran despertar está cerca, y hay que estar preparados. La mente humana está evolucionando para hacer esos cambios y todo va a ser para mejorar.
En Déjalo fluir casi, casi, van a encontrar un espejo
Son temas que chavitas y chavitos de 13 o 14 años ya tienen ese chip de la idea de no al maltrato animal, que tienen la opción de ser vegetarianos. Priscila cree que la mente humana está evolucionando para hacer esos cambios y todo va a ser para mejor; si no sucede en 50 años o en cien, tarde o temprano tendrá que suceder. El ser humano, por naturaleza va a buscar un balance más en armonía con la naturaleza: el organismo es un ser vivo.
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