Primera parte
Por Héctor Medina Varalta
En el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) en Guadalajara, Marco Antonio Espinosa. Dio a conocer un interesantísimo libro titulado, Psicopatología. Psicología de la Anormalidad. El libro es una herramienta importante para todo profesional que requiera de una visión actual, amplia e integral en el estudio de la psicopatología, es decir, es una disciplina que analiza las motivaciones y las particularidades de las enfermedades de carácter mental. Este estudio puede llevarse a cabo con varios enfoques o modelos, entre los cuales pueden citarse al biomédico, al psicodinámico, al socio-biológico y al conductual. De acuerdo al autor, esta obra habla de los trastornos psicológicos, que en su mayoría se presentan en la población adulta, que en un momento dado, parece que no los podemos tener, pero al parecer con el estilo de vida tan ajetreado, ya alcanzan el grado de ser un trastorno o una enfermedad mental.
Cómo se da el trastorno
El libro habla de acerca de todos los trastornos mentales de la población mexicana: Trastorno de Ansiedad, Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), que actualmente, por la cantidad de casos, ya tiene su propia categoría, pues antes el TOC era un Trastorno de Ansiedad, asimismo, las fobias son un Trastorno de Ansiedad, las manifestaciones son distintas; habla de trastornos relacionados con el estrés, Trastornos en el estado de ánimo como la Depresión Bipolar, antes llamada maniaco-depresiva, Trastornos Psicóticos como la Esquizofrenia, la Esquizofrenia Paranoide. El libro también menciona cómo se da el trastorno, cuál es la explicación, desde un punto de vista biológico, cognitivo, conductual, psicodinámico y habla cuáles son los criterios que se cumplen para llegar a la categoría del trastorno, si es que el individuo lo tiene y va manejando el 7 y 10 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que nos rige, como el DSM-5 de la Asociación Americana de Psiquiatría. Por consiguiente con los dos manuales se hace la comparación y vienen muchos casos que son reales y, sin duda alguna, muy útiles en la práctica clínica y en el peritaje que se han tenido. Por lo tanto, se plasman esos casos para poder comprender el trastorno.
El Síndrome de Collyer
La vida ha cambiado tanto que nos ha llevado a comportamientos que antes no parecían tantos, en la actualidad tienen la calidad de trastornos, por ejemplo, el TOC, originalmente no se le llamaba trastorno, solamente era el Síndrome de Collyer así le llamaron por los hermanos Homer y Langley, que se hicieron famosos por su carácter excéntrico y el acaparamiento compulsivo de objetos desechados. Los hermanos Collyer, acumuladores compulsivos, llegaron a juntar casi 200 toneladas de diverso material en su casa de 4 pisos en el cruce entre la Quinta Avenida y la calle 128 en Harlem, Manhattan. Cuando la policía entró el 21 de marzo de 1947 en la citada dirección, previamente avisada por los vecinos acerca de que los hermanos no daban señales de vida desde hacía bastante tiempo, no pudo franquear la puerta de entrada al encontrarse con enormes pilas de periódicos que la taponaban desde el suelo hasta el techo. Solicitada la ayuda de los bomberos de Nueva York, éstos también fracasaron al intentar acceder a la vivienda a través de las ventanas pues también se encontraban absolutamente bloqueadas por ingentes y compactas montañas de papel y otros objetos. No hubo más remedio que realizar un agujero en la azotea del edificio para lograr introducirse en la vivienda de los hermanos, pues los hermanos Collyer se habían encerraron en la casa.
Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)
La diferencia de un síndrome a un trastorno, es que en este último se conocen las causas y en el síndrome, únicamente las manifestaciones, por ejemplo, el síndrome de Down (SD) es un trastorno genético causado por la presencia de una copia extra del cromosoma 21 (o una parte del mismo), en vez de los dos habituales, por ello se denomina también trisomía del par 21, pero porque se da, se desconoce cómo se origina; el síndrome de Estocolmo, de igual manera, se conocen los síntomas, pero se ignora porque se da. Sin embargo, en el trastorno se dan las causas. En el caso del TOC, hay tantas manifestaciones, por ejemplo, existe el problema de los acumuladores, los se lavan compulsivamente las manos, pero antes al TOC se le conocía como el Síndrome de Collyer y era una manifestación de ansiedad, pero ahora como existen tantas manifestaciones, ya tiene su propia categoría. En relación a que, la vida ha cambiado tanto y las manifestaciones son tantas y también algunas ya existían, pero ahora tienen nombre, pero también la vida que tenemos nos lleva a otra, por ejemplo, los secuestros, las agresiones, los robos, los feminicidios, por consiguiente, el trastorno post-traumático es algo muy común en los pacientes que atienden los profesionales de la salud mental. Espinosa refiere el caso del padre de una paciente de 55 años de edad que fue secuestrado por sus propios familiares.
Trastorno de Simulación
La mujer busca a su padre durante un año, hasta que por fin da con el paradero, pero viendo los videos alcanza a ver en una cámara de seguridad cómo meten a su padre a un carro y lo golpean. A partir de esa situación la señora ya no puede manejar, incluso al encender el automóvil le causa tanto temor y tiene que salirse porque viene a su mente el secuestro de su padre. Ella no vivió en carne propia el secuestro, ahora, tanto lo vivimos, que se puede dar eso. Antes no existía un trastorno que se llama facticio o Trastorno de Simulación, es decir, aquellos individuos que inventan enfermedades para obtener un beneficio, ya sea legal o económico. Antes, eso no se daba, ahora se tiene que tratar si es un Trastorno Facticio, en término clínico; en término legal, simulación, porque hasta ahora eso también existe. Hay un trastorno que se llama trastorno de beneficio de terceros en el cual la madre le inventa la enfermedad al hijo para obtener un beneficio económico, social o jurídico o lo que sea. Ahora, en la sociedad en la que vivimos, nos ha llevado a categorizar o identificar todas estas manifestaciones del ser humano.
El problema está adentro, no afuera
Asimismo existe otra perturbación, mejor conocida como Trastorno Dismórfico Corporal, es decir, la persona no está a gusto con el cuerpo que tiene, por ejemplo, hay personas que creen que tienen la piel tan flácida que se la engrapa, hay un caso de un individuo que se golpeaba porque tenía la idea de que se veía como un tonto, después veía que tenía moretones, pero él no los sentía. A él no le importaba los moretones, sino verse como tonto. Está el caso de otra persona que pensaba que una de sus piernas no era la suya, sólo estuvo en paz cuando se la cortó. Pasando al tema de las personas que se operan porque no les gustan sus pechos, la nariz o los glúteos, no se le llama trastorno porque la parte social o económica determina que, no se le debe llamar trastorno. Pero las personas que no están a gusto con su cuerpo y se operan y operan, pero nunca quedan conformes porque el deseo no se satisface, tienen el Trastorno Dismórfico Corporal. El problema, en este caso, radica en la no aceptación de sí mismos, que lo proyectan en el cuerpo cuando es un problema de internalización, el problema está adentro, no afuera, que lo proyectan y lo ven a través de su cuerpo las verificaciones de “si estoy bien” o “estoy mal”, pero el conflicto real no es en el cuerpo, el conflicto es interior y es una manifestación de “no me acepto.”
Acciones persistentes
Quienes sufren Trastorno Dismórfico Corporal se preocupan por su apariencia física, ya sea por un efecto imaginario o por un rasgo menor que recibe atención excesiva. Con anterioridad el Trastorno Dismórfico Corporal era clasificado por la APA (un conjunto de estándares creados por la Asociación Americana de Psicología (American Psychological Association ) con el fin de darle uniformidad a las presentaciones de trabajos académicos escritos a nivel internacional, diseñadas especialmente para proyectos de grado o cualquier tipo de documentos) dentro de los trastornos de la preocupación del cuerpo. Sin embargo, en su última clasificación lo incluye en los trastornos obsesivos compulsivos debido a que tiene que ver con las obsesiones y los pensamientos preocupantes que surgen de forma repetitiva en la conciencia de una persona, llevándola a realizar acciones persistentes y repetitivas para bajar la tensión provocada, por ejemplo, quienes tienen la creencia de que su nariz es horrible pueden mirarse al espejo y maquillarse, cubrirse o hacer todo lo posible para ocultar o modificar esa imperfección es su cuerpo
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