por Carlos Garcia de Balzac
La entrega de vales de fin de año a los trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México adheridos al Sindicato Unico de Trabajadores del Gobierno de la CDMX ( SUTGCDMX ) encabezados por el ex lider sindical Juan Ayala, era un gran " negocio" sobretodo por la relacion que mantenian con la empresa concesionada y que pór años se benefició con la licitación de este servicio, a decir de la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum Pardo.
En entrevista al hacer un recorrido por el plantel Coyoacan del Instituto de Estudios Superiores de Coyoacan, detallo, ya se lleva a cabo una licitación abierta para elegir la mejor opción para el gobierno y los trabajadores, de allí que " son falsas las versiones de que se pretende adjudicar el contrato de manera directa a la empresa Broxel, como se ha publicado en redes sociales". ¡No, no, Broxel no, para nada! Esa fue la que usaban en la administración pasada. No sin antes enunciar ante los informadores “¿Saben por qué es eso? Porque por ahí había un negociazo pero tremendo en la licitación de vales. Prácticamente siempre era la misma empresa. Ahora hay una licitación abierta y se está escogiendo la mejor opción para el gobierno y para los propios trabajadores”. Asi las cosas y de acuerdo a los lineamientos publicados en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México del 4 de noviembre, la entrega de vales de fin de año se hará el 10 y el 11 de diciembre próximos y será por un monto de 12 mil 350 pesos para el personal de base sindicalizado, 11 mil 730 para el de las distintas corporaciones policiacas y 10 mil 170 para los trabajadores de base no sindicalizados. Por su parte algunos dirigentes seccionales del SUTGCDMX indicaron que su principal preocupación es que el gobierno prevé entregar los vales en una tarjeta y no en papel, como en años anteriores, lo que implica un problema para ellos, ya que habitualmente reparten el dinero entre sus cónyuges, hijos y padres. Al final la citada funcionaria publica adelanto que ya se trabaja para encontrar un mecanismo que permita que los empleados repartan los recursos de esa prestación, ya sea por medio de una tarjeta o en papel, entre sus familiares, concluyo.
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