viernes, 9 de agosto de 2019

Luis F. González Aspuru, presentó: El Talento. La nueva guerra corporativa

Por Héctor Medina Varalta

“Si alguna vez te das cuenta de que
eres la persona más talentosa de
la sala, debes buscar otra habitación”.
Austin Kleon

Durante la segunda mitad del siglo XIX se gestó la Revolución Industrial, la cual, en pocos menos de 30 años, cambió por completo el modelo económico en los países de Europa, que posteriormente fue adoptado por Estados Unidos de América y otros lugares del mundo como Japón y China. Dicha revolución fue un hito, puesto que modificó el esquema económico sostenido por alrededor de 500 años. Previamente, la población de entonces era rural, dedicada primordialmente a la agricultura, pesca o ganadería. Los habitantes delas ciudades eran artesanos, comerciantes o funcionarios del gobierno; sin embargo, en esa época nació una nueva clase social: los obreros. A diferencia de los artesanos, los obreros trabajaban jornadas establecidas, realizando actividades específicas y siguiendo reglas muy claras. Cobraban por su día de trabajo y se volvían expertos con el tiempo.
Producción de los insumos necesarios
Cabe mencionar que las fábricas prestaban poca atención y cuidado a los obreros; por ello las condiciones de trabajo eran malas, la paga era peor y constantemente se discriminaban (pero se utilizaban) mujeres y niños en el trabajo. Comenzó entonces la primera guerra empresarial. Se formaron grandes corporaciones, se crearon alianzas internacionales y, en menos de 20 años, la producción de los insumos necesarios para hacer crecer cualquier economía nacional estaba en manos de los grandes productores de carbón y acero. Las fábricas de ferrocarril y astilleros navales crecieron también de forma exponencial-escribe González.
Preparándose para la perseverancia
El autor comenta que, el talento por sí mismo sin utilizarlo es como tener un  libro y no leerlo, es como tener juguetes y no jugar, es como tener un coche y no subirse; el talento en sí mismo, si no se utiliza está desperdiciado. Lo que González Aspuru aborda en su libro, es que va a tratar de encender en el lector el talento porque para usarlo, primero es necesario saberlo, conocerlo y desarrollarlo porque de lo contrario no se puede usar. Lo que nos lleva al éxito son las acciones que nosotros decidimos tomar o hacer para llegar al punto donde queremos estar. Lo que habla el libro es acerca de la perseverancia, es decir, es estar haciendo las acciones una y otra vez hasta lograr lo que uno está buscando. Esas mismas acciones u otras, pero siempre están trabajando, siempre están accionando, siempre están en movimiento.
Ray Kroc
Por lo tanto, habiendo hecho esto, para poder saber qué acciones necesitamos hacer y para saber y decidir que necesitamos hacer, necesitamos conocer primero nuestros talentos, necesitamos saber de qué estamos hechos, qué sabemos, cómo nacimos, para qué somos buenos, qué nos gusta. Una vez que ya sabemos todo esto y sabemos a dónde queremos llegar, entonces ya podemos decidir qué tipo de acciones vamos a tomar y entonces como dice Ray Kroc, el gran impulsor de la cadena de comida rápida McDonalds: “Persevere. Nada en el mundo puede reemplazar a la perseverancia. El talento no lo hará; nada es más común que los fracasados con talento. El genio no lo hará tampoco; el genio sin recompensa es ya proverbial. La educación no lo hará; el mundo está lleno de ruinas humanas instruidas. Perseverancia y determinación son las únicas virtudes omnipotentes.”
Los talentos
La actitud es la que nos lleva a tomar la decisión de no rendirnos, a tomar la decisión de tomar las cosas y entablar la decisión de entablar todo el tiempo en acción y en movimiento. Por esta razón, es que nuestro entrevistado está completamente de acuerdo con Ray Kroc, simplemente quería poner en perspectiva, que para poder ser persistente en algo, primero se necesita saber qué vas hacer y el saber lo que tienes de talento, por un lado, y luego saber a dónde quieres llegar es lo que nos permite hacer las acciones correctas, eso es el complemento a lo que se refiere Ray Kroc. Asimismo, le preguntamos a González Aspuru acerca de los muchachos recién egresaos de sus profesiones, cualquiera que estas sean, que ignoran qué talento o talentos tienen, cómo pueden saber ellos conocerlos, el autor contestó que tiene tres hijos y desde niños, pues en la actualidad son adolescentes.

Nuevos mecanismos
Desde que eran niños trabajó con ellos en que ellos buscaran, probaran, actuaran e integraran en sus vidas diferentes elementos para que ellos mismos encontraran sus propios talentos. “Si bien tengo tres hijos que fueron educados por los mismos padres, cada uno de los tres tiene talentos diferentes: uno es totalmente creativo, le gusta el tema digital, está muy metido en temas de videos, audios y su talento es crear historias y hacer que la gente, la otra hija, su talento es el estudio y actualmente está estudiando medicina y su talento es buscar el ayudar a los demás a través del conocimiento. Ella se la vive leyendo y estudiando, y se la vive trabajando para encontrar nuevos mecanismos para poder aprender más rápido y mejor lo que tiene que saber. Pero la más pequeña, su talento es el arte; ella encontró que la música, el baile y el canto. Ella trabaja mucho en hacer eso y tiene mucha afinidad con los animales y el entorno. Entonces, todo su esfuerzo está en encontrar la manera, pues es muy chica, ya que tiene 13 años de edad, pero está muy enfocada en ese tipo de cosas.
Los tres elementos
Si yo soy un muchacho de 15, 16 o 18, 20 o de 25 años y todavía no sabe qué es lo que quiero, lo primero que hay que tratar de buscar y de entender, primero, es qué me gusta, después hacer las preguntas como ¿para qué soy bueno?, ¿qué es lo que la gente me ha dicho que yo sé hacer bien? Tengo habilidades sociales, tengo inteligencia lógica. Por consiguiente, pueden empezar a preguntar en su entorno en dónde les ha ido bien y empezar a crear una visión de lo que quieren hacer en los siguientes años. Todo eso, les va a permitir entender en cuál área tienen mejor desarrollados los talentos y entonces enfocar sus esfuerzos de trabajo y estudio para poder lograr lo que buscamos. Por otra parte, para contratar al personal que tiene bien definidos sus talentos, la cuestión se encuentra en tres elementos: el primero está en el tipo de lectura que ha desarrollado la empresa bien sea chica, mediana o grande, no importa el tamaño, bien puede ser de diez empleados o de 10 mil; el tipo de cultura o de colaboración que se maneje, el tipo de confianza que exista entre los miembros y el tipo de integración que exista entre los miembros.
Organización de primer nivel    
El segundo elemento son los propios líderes, que si están bien entrenados y educados y tienen un concepto correcto de liderazgo, ellos mismos serán los que tengan la habilidad y responsabilidad de identificar los nuevos talentos que necesita la organización tanto de dentro como de fuera. El tercer elemento son los mecanismos específicos de detección, talentos a través de evaluaciones formales en donde por medio de diagnósticos psicológicos y funcionales que permiten a la organización que permiten a la organización conocer más detalles de su personal. Entonces, saber que personas son tan talentosas para que cosa, para que área o para que tipo de función y movernos, acomodarnos y ofrecerles esas posiciones para que desarrollen mejor su talento. De la misma manera, la persona responsable, debe entender que la organización va a buscar eso y da lo mejor de sí en el área en el que él o ella le interesan mejor y de esa manera pueda brillar más rápido y se integra con los demás del equipo y tienes una organización de primer nivel.     

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