La Cámara de Diputados celebró el Día Internacional de los Museos, que se conmemora el 18 de mayo, con el propósito de difundir el bagaje cultural y productivo milenario de México.
Elías Robles Andrade, director del Museo Legislativo “Los Sentimientos de la Nación”, apuntó la relevancia de esta conmemoración, para reconocer e identificar a los museos como instituciones no sólo culturales sino ejes centrales que preservan las tradiciones de los pueblos autóctonos.
Son organismos de interés público, sin fines de lucro y medio para alentar el intercambio y enriquecer la cultura y abonar al entendimiento mutuo hacia una política de la paz y cooperación.Los museos son actores vivos en el desarrollo de la comunidad, afirmó.
Destacó la importancia de reflexionar sobre la tradición que representa el pulque en el país, no sólo por ser una bebida autóctona, sino porque encierra elementos rituales de gran interés.
Como parte de esta celebración, asistió al Palacio Legislativo de San Lázaro, la directora del Museo del Pulque y las Pulquerías, Allin Reyes, quien destacó la tradición prehispánica de la elaboración de esta bebida, que data de hace dos mil 300 años, vestigio arqueológico que identifica a raspadores de obsidiana en Tulancingo, Hidalgo y Teotihuacán, estado de México, cuya extracción artesanal de aguamiel prevalece hasta nuestros días y no ha sido sustituida con otra técnica para procesarlo porque no existe.
Refirió la importancia de incentivar y reactivar la economía del campo a través de la producción y venta del pulque con la siembra de magueyes, combatir el abandono del agro por la migración y eliminar las trabas para abrir una pulquería.
Esta bebida autóctona, dijo, se exporta en forma embotellada y enlatada a Alemania y Estados Unidos desde hace una década y la producen dos ranchos mexicanos. Resaltó que el potencial del pulque no se ha aprovechado y requiere el rescate, revalorización y erradicación de los mitos de desprestigio a su alrededor.
Asimismo, se impartió la ponencia “El pulque como bebida ritual entre los antiguos mexicanos”, por Daniel Cervantes Ixtleyo, representante de la Pulquería y del Colectivo Cultural Coyote Cósmico.
Urgió rescatar la tradición productiva y cosmogónica de esta bebida blanca y espesa de singular sabor, utilizada por nuestros ancestros indígenas como un licor ritual, extraído del agave Salmiana, denominado aguamiel.
“Beberlo no es sólo una moda sino una costumbre milenaria y cosmogónica, que implica autoconocimiento y une con la Divinidad”. Existen vestigios en Códices de que los antiguos mexicanos, le cantaban al pulque y al maguey en reconocimiento a su gran valor espiritual. Plasma las más hondas raíces indígenas, de cuyo maguey, madurado después de ocho o diez años, provee el delicioso néctar.
Cervantes Ixtleyo relató las leyendas antiguas de diferentes dioses vinculadas al pulque, el cual sólo lo podían consumir los sacerdotes, ancianos, gobernantes, guerreros y los nobles de los pueblos originarios, sólo en la celebración de algunas fiestas era convidado al pueblo, ya que era considerado como una un elixir de singulares características.
César Ponce, presidente de la Asociación Nacional de Pulquerías, resaltó la importancia de heredar los secretos de la producción a las nuevas generaciones, a fin de preservar las técnicas prehispánicas que se siguen utilizando sin alterarse, y que son parte del legado espiritual que representa esta singular bebida, extraída del aguamiel y procesada en el tinacal para lograr la fermentación, con lo cual la convierte en una bebida viva.
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