Por Héctor Medina
Varalta
Para escribir literatura infantil se necesita
conservar el alma de niño, sin importar la edad. Esa es una de las razones por
la que Toño Malpica escribe con tanto éxito. En este libro, Toño escribió para
los niños más chicos. Toño tiene bastantes años escribiendo literatura infantil
y juvenil, pero en este caso, le ha costado trabajo la brevedad y tratar de
cautivar a los niños más pequeños. El autor compartió que entró al mundo de las
letras, primero por el teatro, pero poco a poco se fue ubicando a las historias
y por las novelas.
Un libro sencillo y
muy lúdico
La mera verdad, yo
todavía me considero más novelista que otra cosa, pero si ya estoy en este
mundo de la literatura, me he atrevido a idear historias más breves, siempre en
colaboración con algún ilustrado-en este libro con Diego Álvarez-, que ponga
esa mitad tan importante para cautivar al chico que se está acercando a las
letras. Me siento orgulloso de algunas de mis obras, por ejemplo en la
editorial Fondo de Cultura, y Editorial Castillo, etcétera. Este año me animé
por la Editorial SM a escribir Setenta y medio por Güicho y el gnomo, una
historia breve, sustanciosa y, sobre todo, muy lúdica. Es un libro, sin mayor
pretensión, que un chico que está aprendiendo a leer o de plano todavía que no
lee. Es un libro que me parece que puede funcionar bastante bien, sobre todo,
en el último caso, en compañía de un adulto, es decir, que este se lo lea al
niño.
Trabajo en equipo
El
texto está muy ilustrado, bastante breve y a la vez muy ameno, sin pasta dura y accesible para todos los
bolsillos. A Toño le parece que la ilustración tiene el mismo peso que el
texto. La Editorial SM lo apoyó bastante bien con este cuento, además estuvo
muy bien coordinado. Diego Álvarez es el ilustrador, que en su opinión realizó
un trabajo bastante bueno, ya que redondea perfectamente la historia, es un
trabajo de equipo que se debe presumir y que llegó a buen término, no es mi
libro, es el libro hecho por varias personas: Toño escribió la historia, Diego
hizo las ilustraciones y toda la coordinación
editorial, ya que tiene mucha importancia la edición de la tipografía,
el diseño, el tamaño y el tipo de papel.
La trama
El
libro se titula Setenta y medio por Güicho y el gnomo por el número de deseos
que obtiene un niño con un personaje mágico: un gnomo, que se le aparece en un
puente y lo reta a que le conteste la respuesta más difícil de todos los
tiempos o seno de las más difíciles, pues le pregunta, porque le pregunta una
raíz cuadrada de muchas cifras, el niño le contesta lo primero que se le viene
a la cabeza e increíblemente le atina. No obstante, el gnomo debido a la
dificultad de la pregunta está obligado a concederle, no uno, ni dos, ni tres,
ni veinte, ni cuarenta, sino setenta deseos y medio. Entonces, el niño se da
vuelo, ahí empieza la historia, es un libro muy lúdico, muy bien pensado en que
el chico se la pase bien, que lo lea y finalmente le arranque una sonrisa. Toño
considera que pretende simplemente cautivar al niño lector; hay una jiribilla
interesante. Es un libro que capta la atención del niño, sobre todo, por la
historia, el humor, los dibujos y el cuidado editorial. Todo eso hace que el
chico se la pase bien y se quede con el libro.
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