- En ocasiones, el cine es más creíble que la realidad, comentó el director chileno al presentar su filme inspirado en hechos verídicos
Crédito: Carlos Pineda/Cineteca Nacional |
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A veces la vida cotidiana y la naturaleza misma del ser humano lo orillan a situaciones complejas que serían poco creíbles para la mayoría del público; por lo tanto en el cine esa realidad debe ser suavizada. Así explicó su obra el director chileno Alejandro Fernández Almendras en la proyección de Matar a un hombre (2014), llevada a cabo este 11 de octubre en la Sala 10, Luis Buñuel.
Emocionado por el interés del público mexicano, el realizador bromeó con los asistentes previo al inicio de la función, comentando que “se trata de una película bastante dura, que aprieta el estómago, así que siempre les digo que ojalá pasen un mal momento viéndola, esa es la idea; pasarla mal para disfrutarlo”.
Matar a un hombre, inspirada en hechos reales, narra la historia de un hombre de clase trabajadora y la forma en que toma venganza de un criminal que en repetidas ocasiones atacó a su familia. El filme lleva al espectador a plantearse el complejo dilema moral sobre hacer justicia por cuenta propia.
Fernández comentó que la cinta “es más creíble que la realidad”, pues el caso en que se basó tiene puntos aún más crudos que los mostrados en pantalla, como la negligencia que sufrió el protagonista por parte de las autoridades de Chile, por lo que dichas situaciones se encuentran moderadas en la historia. “Yo lo pongo en la película y la gente no lo creería, pensarían que estoy exagerando, fue brutal”, agregó.
Respecto a la temática del largometraje, señaló que “yo quería hablar de algo intrínsecamente moral, quería que la persona cargara sola con el peso de haber matado a alguien; muchas veces el problema de un crimen no es el crimen en sí, sino la socialización de la culpa y la justificación”.
Continuó explicando la importancia que tiene el criterio del espectador en su trabajo: “Tengo la ilusión de que intrínsecamente los seres humanos no tenemos ese instinto asesino, creo que cuando socializamos es que nos volvemos más salvajes; entonces eso es lo que hace la película, tiene esa decisión moral muy personal y pone al espectador en ese lugar, preguntándose qué haría si estuviera en esa situación”.
Al ser cuestionado por algunos asistentes sobre sus referencias cinematográficas, el realizador chileno comentó que “probablemente he tomado algunos fragmentos o escenas de otras cosas que he visto y me han gustado, pero no conscientemente, me gustan por ejemplo Tarkovski, De Palma y Hitchcock; aunque después empecé a seguir directores de muchos otros lados, pero siempre vuelvo a lo policíaco, que es lo que más me gusta”.
Estas referencias, sumadas a la crudeza del caso real y el cuestionamiento moral que Fernández busca transmitir, se conjugan en Matar a un hombre para crear una gran pieza cinematográfica. “Somos seres complejos, no nos movemos con líneas claras, y eso me gusta para el cine, es una fórmula que resulta divertida”, finalizó diciendo.
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