By Charly de Balzac.
Al ritmo de la marimba tradicional y la banda sinaloense, el ensamble Baquetofonía y la Banda SL entusiasmaron al respetable del Teatro Esperanza Iris, escenario donde se presentaron este domingo México en marimba y percusiones, espectáculo musical con distintos arreglos inéditos y especiales para la ocasión.
Durante esta auténtica velada trashumante, los musicos ofrecieron desde la música contemporánea, clásica y popular representaron las raíces y el folclore de nuestro país para concluir la celebración de las fiestas patrias en el recinto de Donceles, obteniendo gran respuesta entre los asistentes que cantaron, bailaron y reconocieron con aplausos la entrega de los 30 músicos en escena. Bajo la batuta de Max Carreón y Javier Pérez, de la compañía Baquetofonía, la presentación incluyó piezas de reconocidos compositores como Eduardo Soto Millán, presente en el concierto y autor de “Rarámuri”, una de las piezas que interpretó el ensamble de percusiones, además de “La conga de fuego”, de Arturo Márquez, y otras más de autores como Zeferino Nandayapa. A la par Baquetofonía, una de las agrupaciones folclóricas más representativas de México, hizo gala del manejo de la marimba tradicional, clarinetes, trompetas mayas y tambores prehispánicos, alternados con bajo eléctrico, batería y piano para llenar la sala del sentimiento nacional de estilos típicos y regionales, añadiendo a su calidad interpretativa baile y canto. Entre las piezas “Cielito lindo”, “La cucaracha” y “Jarabe tapatío” abrieron la segunda parte del concierto, dedicada a arreglos contemporáneos con toques de jazz de clásicos mexicanos, entre ellos “Mi ciudad”, de Guadalupe Trigo. Después llegó la parte dedicada a los metales con la presentación estelar de la Banda SL, agrupación originaria del Estado de México que puso a bailar a los asistentes al ritmo de corridos y rancheras. Asi las cosas sonaron las trompetas, la tuba, el clarinete, el trombón y la tambora los que entusiasmaron al público que acompañó a la banda coreando y bailando canciones de Marco Antonio Solís, como “Se va muriendo mi alma”, y de Sergio Vega, con “Disculpe usted”, por mencionar algunos. El carisma, profesionalismo, entrega y humildad de los músicos hicieron que los asistentes vitorearan su regreso al escenario para seguir deleitándolos con la energía musical de la banda sinaloense y así concluir el concierto con tamborazos y taconazos ajua ¡
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