jueves, 11 de febrero de 2016

Mujeres que dejan huella


Rubí Flores, una coaching profesionaenamorada de lo que hace

Por Héctor Medina Varalta

 

Todo profesionista debe verse como empresario. Si está dentro de una empresa o no, ¡no importa! Todos los que recibimos una remuneración por saber, hacer y lograr, estamos siendo empresarios. Empresario de su conocimiento, habilidades y relaciones. Todos somos capaces de emprender nuestro negocio y éste se da cuando tienes claro el saber hacer, el saber cómo lograr y quién paga por ello. El secreto de Rubí para tener éxito en su empresa es verse a sí misma como una empresaria, cualquier persona que recibe dinero por algo que hace o por algo que logra en ese mismo momento ya tiene un negocio, por lo tanto ya es una empresa. Esto quiere decir, que todo aquel que trabaja es una empresaria  o un empresario. Lo importante del caso es que hay que cambiar el chip. Hay algunas personas que dicen, “ya me cansé de trabajarle a otros”; no, nunca le trabajas a nadie, siempre trabajas por ti, el dinero lo recibes tú. Por lo tanto, emprésarte es empezar a ver ese potencial que tiene ese negocio a partir de eso que sabes hacer y que sabes lograr, que puedas capitalizar, potencializar y hacer mucho más rentable.

Emprésate. Haz de tu pasión tu negocio

Por otra parte, Rubí comentó que cuando uno está en lo que le encanta hacer y viviendo de lo que le gusta hacer, nunca trabajas, porque el cansancio no llega por pesar. Puede que el cuerpo no aguante más y uno descansa un rato, pero el trabajo no se hace demasiado pesado, el cuerpo no se cansa tan rápido. “Es justamente lo que yo estoy invitando, a que lo que te encanta hacer, de lo que gozas hacer, de eso hagas un negocio, sea lo que sea: si te encanta hacer panes, si te encanta bailar, hacer deportes, cantar, escribir. Atrévete a conectar con ello y a vivir de ello, porque cuando la pasión es la que emana es algo que magnetiza a las personas y las hace más atractivas y además vale y todo es vendible. Tú puedes elegir que tan extenso, que tan grande quieras que sea eso, cuánto quieres que valga y a quién va dirigido,  y quién pagaría por eso, que es lo importante. Eso es lo que hablo en el libro Emprésate. Haz de tu pasión tu negocio, de esa capacidad que todos tenemos de crear, de podernosEmpresar, es decir, de hacer del conocimiento un  negocio. Explico a groso modo cómo puedes diseñar esa estructura de tu negocio personal a partir de la altura de tu conocimiento, aunque no tengas un peso, aunque no tengas nada en la bolsa o en la cartera, cómo puedes crear un gran negocio a partir de tu conocimiento.

El talento no es suficiente

Rubí estudió psicología y después se especializó en coaching profesional, posteriormente, dentro del couching se especializó en branding personal, es decir, ella trabaja la marca de las personas y antes de escribir sobre marca personal, primero quise escribir sobre el cambio de chip, por ejemplo, para que uno pueda convertirse en periodista de gran marca y le pagan el sueldo que uno desea, primero tiene que hacer el cambio de chip para hacer de ese conocimiento un negocio, verlo como un negocio, verse como una empresa y hacerla crecer, brillar y proyectar cómo sería una empresa, tu persona es tu marca; tu nombre es tu marca. Las personas cuando consumimos algo, es por lo que nos significa. A partir de lo que nos significa a nosotros, compramos un producto o una marca. Lo mismo sucede con las personas cuando hay oportunidades laborales, oportunidades de negocio quienes deciden van a hacerlo en función de lo que significa el otro. Cuando alguien acude a una entrevista de trabajo o cuando hay una promoción dentro de la empresa con el talento no es suficiente, tiene que ver más lo que le signifique a la persona el que decide, si le significa éxito, posibilidad, confianza, su marca va a valer más y esa credibilidad la va a obtener a partir de lo que es capaz de hacer o de lograr.

Lo gratis mata

Lo que escribo en el libro es justamente eso: ¿cómo puedes hacer de tu conocimiento  algo que sea valioso para los demás, a partir de lo que tú eres para los demás? Y eso que tienes para los demás tienes que fortalecerlo, es decir, ser más y mejor para los demás, porque el éxito no se obtiene por sí mismo, necesitas a los demás, necesitas a alguien que confié en ti, que pueda creer en ti, que abra esa posibilidad y que puedas tener éxito. Por ejemplo, un atleta, alguien que es brillante jugando fútbol, ¿de qué le sirve si solo juega en el patio de su casa y nadie lo ve? Le va a servir hasta que la persona indicada lo ve, confíe en él y le da la oportunidad para que juegue en un equipo, y estando ahí, se da todo lo demás. Es ese momento de oportunidad, de conexión y de visibilidad que es crucial para que pueda tener éxito la persona. Por lo tanto, Emprésate es darte la oportunidad de que los demás te vean, darte la oportunidad de que los demás conozcan de lo que estás hecho, de lo que eres capaz de hacer y de lograr y que le pongas precio.

Pasando a otro punto no menos importante, la guapa escritora considera que cuando algunas personas no cobran por sus servicio profesionales, están haciendo muy mal, ya que lo gratis mata, ya que es importante que uno le de valor primero a eso que logra, a eso que tanto corazón le pone uno. Eso tiene un gran valor y puede ser más próspero no tanto para la persona creativa, sino que cuando alguien paga por sus servicios, tiene más valor y a nadie le caen unos pesos más. Es importante que nosotros le podamos dar valor, que sepamos vender eso que sabemos hacer y lograr, porque va a adquirir más valor; si no le ponemos precio a nuestro trabajo el valor no se da, no basta con la buena intención, no basta con el amor que uno le ponga a lo que está haciendo, claro que el amor es importante, pero hay que ponerle un precio. Por supuesto, si el trabajo que uno hace vale, la gente lo paga. Pero, primero tiene uno que hacerse cargo de ese negocio, hay que verlo como negocio.

Deja de jugar a ser chiquito y hazte cargo de tu grandeza

En este libro se habla de las todas las estrategias que van ayudar al lector a crear ese negocio con lo que sabe hacer. Si hay crisis, nos tenemos que movernos al ritmo del mundo. Las empresas ya no son centenarias, ahora les dicen empresas gacelas, tienen un tiempo de vida de diez años. Por ejemplo, en la década de los 60 era entrar a una empresa, durar 30 años trabajando, lograr la jubilación y retirarse, pero los tiempos cambiaron, ya las empresas no duran tanto tiempo y si nosotros no nos movemos al ritmo del mundo nos hacemos obsoletos. Lo que tenemos que aprender a hacer: es movernos, cambiarnos, y no echarle la culpa a la empresa, al gobierno, al mundo de lo que pasa con nuestra economía, nuestra economía solamente depende de a quién le vendemos lo que sabemos hacer, de ahí podemos vivir.  Por eso digo en mis conferencias, atrévete a vivir de lo que te apasiona, no lo hagamos como un hobby, sino como un negocio, ahí está tu prosperidad. Lo que tienes que hacer, es saber venderlo, a saber proyectarlo, hacerlo atractivo para que quieran pedirte más y paguen por ello. Una de las frases favoritas de Rubí que utiliza mucho en sus conferencias es: “Deja de jugar a ser chiquito y hazte cargo de tu grandeza”. Somos como los niños, de repente jugamos a poquito, cuando dentro de nosotros hay algo extraordinario, ya somos grandes, ya somos ganadores porque está en nuestro ADN, ¿con cuántos espermas tuvimos que competir por la vida? ¡Millones! Lo triunfador, lo grande ya lo traemos, es cuestión de hacerse cargo.

www.rubiflores.com


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