Alma Chávez Guth, del dolor de perder a un ser amado a salvar vidas
De asesino a juez
Investigando por mi propia cuenta, el asesino Cuauhtémoc Plazola Chávez será juez. Veamos lo que dice la revista PROCESO 2033 del 17 de octubre de 2015: “Hace 10 años provocó un accidente en el que murió la adolescente Marisol Casillas, y aun cuando un juez emitió una sentencia en su contra, él no la cumplió. Hoy, el inculpado –Cuauhtémoc Plazola Chávez–, quien es sobrino del panista Héctor Pérez Plazola, ya es juez oral. Los familiares de Marisol están indignados porque, dicen, no conciben que se haya premiado a un “homicida imprudencial”, y preparan una movilización para impedir que ejerza ese cargo. Les duele, dicen, que hoy la consejera de la Judicatura Carmela Chávez Galindo haya apoyado el nombramiento de Plazola Chávez como juez oral en Tonalá, pese a que hay una sentencia que él desacató.
En abril de 2005 Plazola Chávez, sobrino del ex senador panista y ex secretario general de Gobierno Héctor Pérez Plazola, conducía alcoholizado e impactó su vehículo contra otro en el que iban Marisol y su novio. Ella murió a causa del percance. Y como Plazola Chávez gozaba de influencias, nadie le hizo nada, pese a la sentencia dictada en su contra por el tribunal el 20 de junio de 2006, más de un año después del accidente. A Gilda Chávez Guth, madre de la adolescente, le indigna por el reciente nombramiento de Plazola Chávez:
“Yo no lo odio ni le deseo mal. Pero eso no quiere decir que esté de acuerdo en que sea juez una persona que no respeta la ley, que alteró la escena (del choque), que ofreció testigos falsos, que movió influencias para evadir su responsabilidad y que nunca me ha buscado para decir siquiera: ‘Lo siento. Estaba joven, me emborraché; fue imprudencial’. Por el contrario, él ha hablado mal de mi hija, a quien ni siquiera conoció.”
Por una justicia limpia
“Chávez Guth dice estar consciente de que su hija Marisol, una maestra de gimnasia, murió en un accidente imprudencial, pues Plazola Chávez combinó el alcohol con el volante. “Todos los que conducimos un vehículo estamos expuestos –relata–, pero él circulaba ebrio. Se llevó un juicio y fue declarado culpable; pero lejos de pagar la sentencia, hoy recibe un premio. No estoy de acuerdo: ¿Cómo va a juzgar a la gente? Llevó a sus amigos a testificar mentiras, y me pregunto: si es juez, ¿los que no tienen influencias o dinero van a perder? porque (Plazola Chávez) es un hombre sin valores”, sostiene la madre de Marisol.
Su familia y amigos se muestran indignados por lo que consideran un premio a Plazola Chávez. Su nombramiento, dicen, es el pago de una cuota política del PRI al PAN, partido en el que milita el tío del recién nombrado. Adelantan que realizarán movilizaciones pacíficas y una campaña a la que denominarán #Porunajusticialimpia, para impedir que Plazola Chávez ejerza como juez oral.
La impunidad
“El 17 de abril de 2005, alrededor de las 4:00 horas, Marisol viajaba por la calle Arcos como copiloto en un Peugeot que fue impactado por unJetta que conducía Cuauhtémoc Plazola en el cruce con avenida Vallarta. Ella murió a causa del percance. Los dos conductores alegaron que el semáforo estaba en verde, por lo que continuaron circulando, aunque algunos testigos afirmaron que Plazola se pasó el alto, por lo que el Tribunal Superior lo condenó meses después. Durante el litigio, Ana Chávez, hermana de Gilda, luchó para evitar que al inculpado se le otorgara el perdón jurídico. La muerte de Marisol impactó a la familia, sostiene Gilda, así como a la de Luis Antonio Yáñez, novio de Marisol, quien conducía el auto que fue embestido por Plazola hace 10 años. Les duele, insiste, la impunidad y que hoy “el poderoso” se burle.
Gilda comenta que ha tomado terapia durante años para asimilar el duelo y sacar adelante a sus otros dos hijos. Lamenta que mediante “testigos falsos” el culpable de la muerte de Marisol haya evadido la justicia durante años y ahora sea premiado.
En la causa penal 326/2005-B, que se ventiló en el Juzgado Decimosexto Penal, el 18 de enero de 2006 el juez Antonio Fierros Ramírez absolvió al inculpado por los delitos de homicidio, daños en las cosas y lesiones a título de culpa.
No hubo reparación del daño
La familia de Marisol apeló el fallo y, en segunda instancia, la Sala Auxiliar Mixta del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco (toca 322/2006) emitió una sentencia revocatoria el 20 de junio de 2006. Por unanimidad, los magistrados Gustavo Flores Martínez, Joaquín Moreno Contreras (ponente) y Rogelio Asad Guerra condenaron a Plazola Chávez a la pena privativa de la libertad de tres años un día y 21 horas.
En el expediente también se aclara “que dicha pena se entiende con derecho al beneficio de la suspensión condicional”. Además, se condena a Plazola Chávez a la reparación del daño en favor de Gilda Chávez (la madre de Marisol) “por la cantidad de 168 mil 248.50 pesos, y al pago de 52 mil pesos a Luis Antonio Yáñez (el novio de la víctima) por los daños ocasionados a su vehículo”.
En el documento no se condenó a la reparación de los daños en perjuicio del patrimonio de la Secretaría de Administración, como se solicitó en el juicio contra el inculpado, “toda vez que la representación social no acreditó las probanzas idóneas que justificaran los mismos, ya que el oficio al que hace mención se encuentra en copia fotostática simple”.
Gilda y Ana Chávez aseveran que no había forma de que se hiciera valer la ley porque cuando ocurrió el accidente gobernaba el Partido Acción Nacional, que protegió al homicida imprudencial. Por eso les llama la atención que ahora se le dé a ese partido una cuota al nombrar a Plazola como juez oral. No obstante, dicen, están resueltas a dar la batalla y reabrir el caso, para que se haga justicia a Marisol.
Solidaridad
“Alma Chávez, tía y madrina de Marisol, creó la Asociación de Víctimas de Violencia Vial, precisamente durante el primer lustro de su muerte, incluso la registró ante notario público.
Su propósito, comenta, es evitar casos como el de Marisol y buscar mecanismos eficaces para evitar que los conductores manejen ebrios. Sin embargo, no pierde de vista que su objetivo primario es reclamar justicia para su sobrina: “Ese sujeto (Cuauhtémoc Plazola) no puede salirse con la suya sólo porque está cobijado por un grupo de poder enquistado en el gobierno, que manda el mensaje de que todo se puede si conoces a alguien”, asevera Ana, quien se reunió ya con activistas civiles para constituir un frente común con el propósito de impedir que Plazola sea juez oral.
La Asociación de Víctimas de Violencia Vial ha movilizado conciencias y es inspiración para muchos jaliscienses, insiste Ana, quien recibe apoyo de la Organización Mundial de la Salud y tiene un lugar en el Consejo de Atención a Víctimas de ese organismo. Si bien Marisol estuvo en el lugar y la hora equivocados, su muerte no ha sido en vano, dice Alma; “el movimiento es para evitar más muertes de jóvenes por causa del alcohol, y Marisol ya tiene un lugar en la historia de Jalisco y es conocida en el mundo”. Se estima que en Jalisco ocurren mil 200 muertes al año relacionadas con accidentes viales. En la tercera parte de ellos el alcohol tiene un papel protagónico, asegura Alma, quien insiste: “El 90% se pueden evitar”.
¡Justicia!
La presidenta de la Asociación de Víctimas de Violencia Vial asegura que ha habido avances con la llamada ley anti borrachos, que ha permitido salvar vidas, pero no existe voluntad política para hacer justicia. Explica también que la Ley de Atención a Víctimas no se ha puesto en vigor porque no se ha creado la comisión ejecutiva correspondiente “por falta recursos”, según las autoridades.
Recuerda que cuando ocurrió el accidente en el que murió Marisol, Plazola Chávez trabajaba en la Condusef y le dijo al juez que ganaba 2 mil pesos a la semana. Sin embargo, en los últimos 10 años él ha sido síndico, diputado suplente y funcionario de la Procuraduría de Desarrollo Social, siempre cobijado por el PAN.
Luis Carlos Vega Pámanes, presidente del STJEJ y del Consejo de la Judicatura, se comprometió con los deudos de Marisol a desenterrar el caso y revisarlo con detalle para saber por qué no se aplicó la justicia en el caso de Plazola Chávez, quien apenas supo que habrá movilizaciones ciudadanas por su nombramiento decidió ampararse.
Alma insiste en que la sentencia en contra del sobrino del panista Pérez Plazola sigue firme. En tanto, litigantes que participaron en el proceso de selección de jueces orales aseguran que “hubo mano negra” en el proceso de designación. Según ellos, algunos de los favorecidos, como Plazola Chávez, quien fue impulsado por la consejera de la Judicatura Carmela Chávez Galindo, muy cercana al panista Pérez Plazola, no aprobaron la evaluación.”
Fuente de esta segunda parte: revista PROCESO 2033 del 17 de octubre de 2015.
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