Segunda parte
Por Héctor Medina Varalta
Guadalajara, Jalisco, enero de 2022 El gran reto que tenemos como sociedad es reconocer que la obesidad no es una enfermedad estética. En México, 74.2 por ciento de los adultos viven con sobrepeso u obesidad y 81.6 por ciento tienen obesidad abdominal. Por edad, las prevalencias más altas se encuentran en la cuarta y quinta década de la vida, en la cual 83.6 por ciento de la población presentó sobrepeso u obesidad, lo que es 4.3 veces más la posibilidad de tener obesidad en este grupo de edad que en la segunda década de la vida.” La pérdida de peso no es solo responsabilidad de las personas que la viven; es una enfermedad compleja que requiere de un equipo multidisciplinario que les proporcione herramientas y tratamiento integral adaptado a sus necesidades, empático y sin estigma.
Estudio piloto
El doctor Ricardo Luna, socio fundador de la Sociedad Mexicana de Obesidad, dijo que es importante que el profesional de la salud, construya nuevas estrategias para el diagnóstico, vigilancia y control de la enfermedad hasta alcanzar las metas realistas con su paciente de acuerdo a sus necesidades, hábitos, ambiente basado en un tratamiento individualizado”. Recordó que de acuerdo con un estudio piloto de la Federación Mundial de Obesidad (WOF, por sus siglas en inglés) y Research Triangle Institute (RTI, por sus siglas en inglés) Internacional publicado a finales del 2021 en la revista British Medical Journal (BMJ Global Health), se estimó que el impacto económico de la obesidad en México durante 2019 fue del 2.1 por ciento del PIB anual (26 mil millones de dólares) y se proyecta que podría incrementar hasta en un 4.67 por ciento del PIB para el 2060 (159.99 mil millones de dólares).
La educación para la salud
Es importante reconocer que, hay personas delgadas que no realizan actividad física y que comen más de lo normal y existen personas con obesidad que comen poco y que tienen niveles de actividades físicas muy elevados. Es por eso, que la obesidad es una enfermedad donde intervienen muchos factores. El Dr. Julio Morfín recomendó que una parte muy importante para tratar o prevenir alguna enfermedad, es la educación para la salud. Asimismo, mencionó que los medios de comunicación contribuyen de una forma muy importante llevar dicha información al público en general. Por otra parte, volvió a destacar que, la obesidad es una enfermedad crónica, pero es muy interfactorial, es decir, influyen muchos factores, no solamente comer bien y hacer ejercicio; influyen de una manera muy importante, los factores fundamentales: la genética.
La importancia del grupo multidisciplinario
Cuando la genética está en uno, hacemos mucho esfuerzo, hacemos toda la lucha, pero no es suficiente. Lo que requerimos, es tener un equipo multidisciplinario, que nos controle la alimentación, la actividad física, que nos trate específicamente el problema de la obesidad. Pero como también se mencionó que, la obesidad es un factor de riesgo y convive o cohabita con muchas otras enfermedades, es importante la participación de cada médico especialista, que trate el problema específico relacionado con la obesidad: un cardiólogo para los problemas cardiovasculares; un ortopedista para los problemas articulares, ya que la obesidad causa dolor de espalda crónico y dolor de rodillas; un ginecólogo para tratar los problemas de infertilidad o que lleve el control de una mujer embarazada para que lleve un control de peso. La obesidad, al ser una enfermedad multifactorial, la persona afectada, requiere precisamente de este equipo multidisciplinario para atender todas las causas, pero también tratar de prevenir prevenir todos los factores de riesgo o comorbilidad de esta enfermedad.
Las personas con obesidad tienen estigmas
Por otra parte, el año pasado se lanzó una publicación en la revista J. Global health donde publicó la University Federation, un estudio donde se informa cuanto les costó la obesidad a ocho países, si analizamos tanto los costos directos, es decir, desde los traslados para atender las enfermedades crónicas, así como los costos indirectos. Dicho estudio, realizado el año pasado, la obesidad arrojó en México en 2019, 2.1 del producto interno bruto y se tiene proyectado que para el 2060, aumente a 4.67 por ciento del producto interno bruto, en un país como México que tiene tantas necesidades económicas. Esto pone a nuestro país en una vulnerabilidad económica. También, en base a esto, es importante hacer este llamado: las personas con obesidad tienen estigmas, tienen mayores dificultades de conseguir trabajo, inclusive, se ha observado que les pagan menos en los lugares donde laboran. En las escuelas, los niños con obesidad son discriminados tanto por los profesores como por los compañeros de clase.
Cómo participar a este llamado a la acción
También se a observado que, los pacientes sufren discriminación por parte de los profesionales de la salud, en ocasiones como esta, les hace falta abordar más a nuestra sociedad el tema de enfermedad, no el tema de fuerza de voluntad. No obstante, los profesionales de la salud también están expuestos a la discriminación, pues les dicen: “usted es nutriólogo y tiene exceso de peso”, como si los médicos afectados no tuvieran la dificultad de tener un control de peso; controlar la obesidad, no significa estar pesando muy pocos kilos, controlar la enfermedad es pérdida modesta. Tan sólo el 5 al 10 por ciento de pérdida de peso traen grandes beneficios a la salud de los pacientes. La nutrióloga Alicia Ramírez, manifestó que, participar este llamado a la acción, es necesario involucrarse y transmitir a los pacientes que, la obesidad no es un tema meramente estético; por supuesto, si uno tiene el peso ideal, está mejor emocionalmente, pero si los profesionales de la salud le están transmitiendo al paciente que vive con una enfermedad y, sobre todo, generar la consciencia de que no es un tema a corto plazo. La obesidad es una enfermedad con la que se vive permanentemente, es decir, una persona baja 20 kilos de peso, se siente perfectamente bien. Esto no quiere decir que pueda recuperarlos. Tampoco quiere decir que si va con el nutriólogo en tres meses, el paciente va a perder todos los kilos que le están sobrando, que seguramente los bajen en quince años. “Se mencionaba y me encantó ese concepto de ‘la educación para la salud, pues la educación es la base del tratamiento”.