Existen un sinfín de dietas que se han popularizado entre los adultos, entre éstas la keto o cetogénica, veganas, vegetarianas, ovolactovegetariano, gluten free y otras, que tratan de inculcar a sus hijos; sin embargo, estas prácticas podrían causar daños en la salud de los niños o jóvenes a largo plazo.
Esto lo explicó la Directora del Departamento Académico de Disciplinas Especializantes 2, de la carrera de Nutrición de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), Mtra. Delia Estrada Palafox, al hablar de dietas que se han popularizado gracias a las redes sociales y el internet, que aseguran se puede bajar de peso y vivir de manera saludable.
En una sociedad, como la mexicana, en la que los niños sufren de sobrepeso, la promesa de la pérdida de kilos con dietas milagro y un estilo de vida sano se han vuelto cada vez más comunes.
“Estas dietas no son malas, aclaro, pero podrían no ser las que un niño o una persona en general requiera para su vida, lo mejor es tener la recomendación de un experto”, afirmó.
“Prometen bajar de peso al escoger una dieta y ahorrarse dinero a veces, para no ir con un especialista, por desgracia esto les pude salir más caro, ya que la gente gasta dinero en productos que dicen ser nutritivos u orgánicos que presentan elevados costos; tampoco se piensa en las consecuencias de alimentarse de manera incorrecta a largo plazo; no es adecuado, los niños, jóvenes y adultos requieren una dieta diferente”.
Algunas de estas dietas tienen efectos positivos o son necesarias para controlar o alimentar a los niños que sufren ciertas enfermedades (como la epilepsia), son intolerantes a productos, alergias, etcétera, mas no deben ser “auto recetadas”. Consultar a un especialista Los niños se encuentran en una etapa de desarrollo y crecimiento, el hacer dietas de moda por bajar de peso o creer que se tiene una alimentación saludable, adaptada a ellos, no es recomendable, ya que cada etapa de la vida de los niños requiere una alimentación con macro alimentos, carbohidratos, proteínas, vitamina B12, hierro, lípidos y más.
Estas dietas podrían afectar el desarrollo de su cuerpo, por ejemplo, su crecimiento físico y cerebral, su rendimiento escolar, aprendizaje, conducta y causar desnutrición.
“Estas dietas restringen alimentos, eliminan comida que el cuerpo requiere para que puedan desarrollar sus actividades físicas, grasas, carnes, muchos vegetales, lo que les da energía. Las dietas también pueden causar que el niño sufra de exclusión por parte de otras personas al no comer lo mismo que otros, podría conllevar un daño psicológico”, agregó.
Recomendó, para la población en general, visitar a un experto que personalice su alimentación, el requerimiento nutrimental dependen de cada persona. Para los niños, sería una buena idea el visitar a nutriólogos pediatras.
También aconsejó vigilar la nutrición, deficiencias que una persona puede sufrir y cómo se podrían adaptar al presupuesto y todo lo anterior comienza en casa, “la educación empieza desde casa, en la alimentación y hábitos es lo mismo, los padres son los que enseñan a cómo comer sanamente”. |
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