Por Carlos García de Balzac.
A pesar de las amenazas, represión y despidos, las y los trabajadores de Lexmark, con sede en Ciudad Juárez, Chihuahua, no darán un paso atrás en la lucha que sostienen por el respeto a sus derechos laborales, el pago del aumento salarial comprometido por la empresa y por el registro de un sindicato independiente a decir de la abogada Susana Prieto Terrazas, y detalló que el movimiento inició en meses pasados en respuesta a las condiciones de abuso y sobre explotación que padecen los tres mil obreros de Lexmark, empresa con tres mil empleados, dedicada a la fabricación de impresoras y cartuchos de toner.
Esto al realizar una marcha del Angel de Independencia hacia la STPS y la representación de Chihuahua . Preciso que el salario promedio en Lexmark es de dos mil 800 pesos, que no alcanzan para nada y, aun así, la empresa busca las formas de arrebatarles sus ingresos, a través de descuentos por supuestas faltas injustificadas; con cualquier pretexto les quitan los bonos de despensa, por asistencia perfecta, por puntualidad, etc., a tal grado que a veces los trabajadores apenas sacan 350 pesos a la semana, agregó Prieto Terrazas.
Indico, se dan vacaciones de palabra y al regreso se despide a los operarios; se aplican sanciones triples; en general, se viola la seguridad jurídica de los trabajadores. Agrego, el problema de la salud, dijo la abogada, es muy fuerte, las y los trabajadores sufren contaminación por la inhalación de toner y no se les da ni siquiera un tapabocas. Por lo que se imponen nuevos estándares de producción que provocan gran presión, por lo que tenemos muchos compañeros mutilados, con tendinitis, quemaduras en los ojos, etc., que son despedidos para evitar que se les cataloguen como riesgo de trabajo.
Al hacer un recuento del movimiento, Prieto Terrazas comentó que en octubre pasado la empresa comprometió un aumento de seis pesos diarios, sin embargo, después se retractó y, por el contrario, determinó que habría nuevos procedimientos de trabajo para aumentar la producción sin aumento de sueldos ni prestaciones. El descontento entre las y los trabajadores, añadió, viene desde mediados de 2014, pero el punto más importante se dio los días 7 y 8 de diciembre cuando alrededor de 700 trabajadoras y trabajadores pararon la planta en protesta por los abusos de la empresa. La respuesta de la propia Lexmark y de las autoridades fue reprimir violentamente el 11 de diciembre, con el uso de fuerza policial. En la parte procesal, explicó, el 3 de noviembre se hizo el trámite ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA), para el registro de un sindicato auténtico e independiente, sin embargo, éste fue rechazado porque los estatutos omitieron precisiones en el tema del manejo de los recursos. El 4 de enero se presentó un nuevo documento para resarcir esa supuesta omisión y ahora se exige que la autoridad laboral dictamine el registro del nuevo gremio. Durante todo este periodo de lucha la empresa ha tomado graves represalias contra quienes han participado en el movimiento; un total de 90 personas han sido despedidas Las trabajadoras en lucha que conforman la delegación que se encuentra en la Ciudad de México para difundir el movimiento hicieron un llamado a la sociedad en general, a las organizaciones sociales y los sindicatos auténticos a solidarizarse con la lucha en defensa de sus derechos humanos laborales. Exhortaron a que se manifiesten en apoyo y con acciones concretas.
A pesar de las amenazas, represión y despidos, las y los trabajadores de Lexmark, con sede en Ciudad Juárez, Chihuahua, no darán un paso atrás en la lucha que sostienen por el respeto a sus derechos laborales, el pago del aumento salarial comprometido por la empresa y por el registro de un sindicato independiente a decir de la abogada Susana Prieto Terrazas, y detalló que el movimiento inició en meses pasados en respuesta a las condiciones de abuso y sobre explotación que padecen los tres mil obreros de Lexmark, empresa con tres mil empleados, dedicada a la fabricación de impresoras y cartuchos de toner.
Esto al realizar una marcha del Angel de Independencia hacia la STPS y la representación de Chihuahua . Preciso que el salario promedio en Lexmark es de dos mil 800 pesos, que no alcanzan para nada y, aun así, la empresa busca las formas de arrebatarles sus ingresos, a través de descuentos por supuestas faltas injustificadas; con cualquier pretexto les quitan los bonos de despensa, por asistencia perfecta, por puntualidad, etc., a tal grado que a veces los trabajadores apenas sacan 350 pesos a la semana, agregó Prieto Terrazas.
Indico, se dan vacaciones de palabra y al regreso se despide a los operarios; se aplican sanciones triples; en general, se viola la seguridad jurídica de los trabajadores. Agrego, el problema de la salud, dijo la abogada, es muy fuerte, las y los trabajadores sufren contaminación por la inhalación de toner y no se les da ni siquiera un tapabocas. Por lo que se imponen nuevos estándares de producción que provocan gran presión, por lo que tenemos muchos compañeros mutilados, con tendinitis, quemaduras en los ojos, etc., que son despedidos para evitar que se les cataloguen como riesgo de trabajo.
Al hacer un recuento del movimiento, Prieto Terrazas comentó que en octubre pasado la empresa comprometió un aumento de seis pesos diarios, sin embargo, después se retractó y, por el contrario, determinó que habría nuevos procedimientos de trabajo para aumentar la producción sin aumento de sueldos ni prestaciones. El descontento entre las y los trabajadores, añadió, viene desde mediados de 2014, pero el punto más importante se dio los días 7 y 8 de diciembre cuando alrededor de 700 trabajadoras y trabajadores pararon la planta en protesta por los abusos de la empresa. La respuesta de la propia Lexmark y de las autoridades fue reprimir violentamente el 11 de diciembre, con el uso de fuerza policial. En la parte procesal, explicó, el 3 de noviembre se hizo el trámite ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA), para el registro de un sindicato auténtico e independiente, sin embargo, éste fue rechazado porque los estatutos omitieron precisiones en el tema del manejo de los recursos. El 4 de enero se presentó un nuevo documento para resarcir esa supuesta omisión y ahora se exige que la autoridad laboral dictamine el registro del nuevo gremio. Durante todo este periodo de lucha la empresa ha tomado graves represalias contra quienes han participado en el movimiento; un total de 90 personas han sido despedidas Las trabajadoras en lucha que conforman la delegación que se encuentra en la Ciudad de México para difundir el movimiento hicieron un llamado a la sociedad en general, a las organizaciones sociales y los sindicatos auténticos a solidarizarse con la lucha en defensa de sus derechos humanos laborales. Exhortaron a que se manifiesten en apoyo y con acciones concretas.