By Carlos García de Balzac
A pesar de la reciente toma de posesión como Presidente de México del Morenista , Andrés Manuel López Obrador este fin se semana, campesinos de la Alianza del Sureste aducen que a pesar de que genera una gran expectativa para pequeños agricultores, advierte, " si no hay un cambio en la política pública y si no vemos llegar los apoyos a tiempo, la gente ya no nos va a esperar. Nosotros mismos van a ir a las súper delegaciones o seguiremos en las calles de la Ciudad de México a reclamar lo que, por derecho y justicia, les corresponde”.
Desde la comodidad de su casa critico el dirigente Raul Pérez Bedolla, la actuación del Presidente López Obrador en su nuevo sexenio, al mudar la Secretaria de Agricultura al interior del país, para tratar de disminuir las protestas campesinas, las cuales en este año reportaron un aumento considerable por movilizaciones, plantones y cierre de calles, principalmente en la Secretaría de Agricultura. Preciso que en este año se contabilizaron 82 manifestaciones en Sagarpa y 48 cierres a la dependencia por parte de diversas organizaciones de agricultores. Por ende se burlo de ALMO al enunciar “…amor con amor se paga”, esperamos la primera muestra del gobierno de Lopez en el ajuste de presupuesto hacia los pequeños productores de México. Y amago con mas marchas si esos agricultores le van a corresponder si no está el apoyo y entonces seguirán las marchas. No sin antes citar “Nosotros como organización nos movilizamos poco pero si no se ajusta la política ya no vamos a poder contener a la gente entonces se van a sumar más a la protesta y a la demanda”. Resaltaron que en la medida de que medida que esta orientación del presupuesto sea real y se les quiete el privilegio a los grandes agro industriales para que ese recurso se reoriente, habrá buenos resultados así como que los pequeños productores tengan reglas de operación factibles, que se atienda a la base productiva del campo y, por tanto, en ese mismo nivel deberá disminuir todo tipo de marcha. Al final sentencio: la mayoría de movilizaciones son legítimas porque no se tuvo el cambio de política pública esperada, sin embargo, algunas tienen el “tufo” de ser “chantajistas” con miras a obtener recursos por obtenerlos pero al final del camino se evidenciarán en caso de que el Gobierno Federal concrete sus ofrecimientos hacia el sector primario.