¿Nuevo Testamento de
Jesucristo o fraude espiritual?
Por Héctor Medina
Varalta
Antes
de entrar en detalle, aclaro que soy muy respetuoso de las religiones
cualesquiera que estas sean y, sobre todo, de los creyentes de las mismas. El
motivo que me lleva a escribir este tipo de investigaciones es que desde la
niñez, por alguna razón u otra, me he preguntado el porqué de tantas
religiones. A lo largo de mi vida, me he dado a la tarea de investigar las religiones
que se han acercado a mí o, en su defecto, por circunstancias de la vida me he o me han acercado a ellas. Por dicha
razón, tengo una excelente colección de libros en pro y en contra de cada una
de ellas. Además, también tengo libros de personas que son ex miembros de
algunas religiones, sectas o como en la actualidad se les conoce como Nuevos Movimientos
Religiosos. Una última aclaración, la mayoría de los libros en las que me baso
para escribir este artículo son de autores que pertenecen a otras religiones,
hago hincapié que no pertenezco a ninguna religión, para que se vaya a pensar
que estando en alguna de ellas, sea yo imparcial. Creo en un Poder Superior más
grande que yo. No habiendo nada que objetar, invito a la lectora o lector a
realizar este viaje de investigación.
Cómo nació el Libro
de Mormón
De
acuerdo al testimonio del “profeta , Joseph Smith”-así lo llaman sus
seguidores-, la noche del 21 de
septiembre de 1823 suplicaba al Señor en ferviente oración, habiendo
previamente recibido una manifestación divina trascendental, mientras oraba
levantó la cabeza y vio al ángel Moroni al pie de la cama. Moroni le entregó la
ubicación de un juego de grabados de oro- un libro que contenía “La copia del
eterno Evangelio”, tal y como fue entregado por el Salvador a los antiguos
pobladores de América. El acontecimiento previo de José Smith, es que cuando
tenía 14 años de edad, una mañana se adentró al bosque. Su “intención” era
entrar en oración para saber cuál era la religión verdadera. Mientras se
encontraba en oración vio en el aire a dos personajes. Uno de ellos señaló al
otro y exclamó: “Este es mi Hijo amado, escúchalo”. Después, uno de los dos
personajes le dijo que todas las iglesias estaban equivocadas. De este modo,
Smith se dio a la tarea de organizar la “única” religión verdadera. El apóstol
y dirigente de la secta, David O. Mckay comenta: “La aparición del Padre y del
Hijo a José Smith es el fundamento de esta iglesia”.
Contradicciones
Sin
embargo, un minucioso estudio realizado por César Vidal Manzanares, en Cómo presentar el Evangelio a los mormones,
da por conclusión que “los propios testimonios mormones sobre la visión no han
coincidido siempre. Así el 29 de mayo de 1852 el periódico Desert News
publicaba unas declaraciones del profeta Smith en las que afirmaba que la
primera visión la había tenido a los 14 años y que los que se le habían
aparecido eran ángeles (ver Doc. 4del libro referido). Lo mismo afirmó Brigham
Young, el profeta sucesor de Smith en el Journal of Discurses, vol. 2, página
171, Young señala que ‘el Señor no vino a Smith’ sino que en su lugar “envío a
su ángel” (Doc. 5). Por otra parte, el Dr. Walter Martin en su obra Mormonismo expone: “El Libro de Mormón no sólo plagia en gran escala la versión King James de la Biblia, sino que
también revela una falta de información y de conocimientos en lo referente a la
historia universal y a aquella del pueblo judío. Según un cuidadoso estudio
realizado del Libro de Mormón éste contiene por lo menos 25 mil palabras de la
Biblia. De hecho, las citas literales de la versión inglesa King James-algunas
de considerable longitud-han causado un interminable sonrojo a los mormones
durante muchos años.”
Incongruencias
Asimismo,
Ed Decker y Dave Hunt autores del libro Los
Fabricantes de dioses, escriben: “El profeta fundador de la iglesia mormona
también declaró que la Luna estaba
habitada por personas de un metro ochenta de estatura que se vestían
como cuáqueros- comunidad religiosa disidente fundada en Inglaterra por George
Fox- y vivían hasta mil años”. También señalan que, “En el proceso de
‘traducir’ El Libro de Mormón mediante
su ‘piedra mágica’. Interpretando los jeroglíficos en las placas de oro, Joseph Smith no sólo
plagió varios libros acerca de los orígenes de Norteamérica que eran muy
populares en su época, sino que copió capítulos enteros de la Biblia. Esto
resulta más que sorprendente si se tiene en cuenta que se han hecho más de 4
mil cambios en El Libro de Mormón
desde que fue publicado por primera vez en 1830, gracias a 3 mil dólares que
Martin Harris obtuvo hipotecando su granja para poder imprimirlo. Estas
correcciones van desde los cambios necesarios por las modificaciones en las
creencias de Joseph Smith hasta la eliminación de cientos de contradicciones
obvias, cosas absurdas y errores gramaticales pueriles.”
Cabe
resaltar que el libro de César Vidal Manzanares contiene varias fotografías de El Libro de Mormón de la primera
publicación y el Deseret News,
mencionado líneas arriba, así como otros documentos de suma importancia.
Smith, mentiroso
En
el Libro de Mormón se encuentra el testimonio de los tres testigos de la
“revelación divina”: Oliverio Cowdery, David Whitmer y Martín Harris, y también
el testimonio de otros ocho testigos: Cristian Whitmer, Jacob Whitmer, Pedro
Whitmer, hijo, Juan Whitmer, Hiram Page, José Smith, padre, HyrujmSmith y
Samuel Smith. Sin embargo, todos los testigos (excepto los familiares del
“profeta”), abandonaron más tarde el mormonismo, porque no creían que ésa fuera
la iglesia verdadera. El falso profeta escribió en el libro La perla de Gran
Precio (edición 1982): “...Comencé copiando (el Libro de Mormón) los caracteres
de las planchas, hasta un número considerable, y por medio del Urim y Tumin
traduje algunos de ellos... el señor Martín Harris vino a nuestra casa, tomó
los caracteres que yo había dibujado fijándome en las planchas, y partió con
ellos a New York. Cuando Harris llegó, dijo: “Fui a ver al profesor Charles
Anthon, de la Universidad de Columbia y le presenté los caracteres con su traducción.
El caballero Charles Anthon es muy conocido por sus logros literarios. El
profesor afirmó que la traducción era correcta, más que ninguna que él hubiera
visto del egipcio. Entonces le mostré aquellos que todavía no estaban
traducidos, y el dijo que eran letras egipcias, caldeas, asirias y árabes.
Refutación
Después
de conocer las afirmaciones de Smith referentes al profesor Anthon, el señor
Howe (quien realizó uno de los trabajos de investigación más complejos sobre el
profeta mormón y los orígenes del mormonismo existente. Howe jamás ha sido
refutado, y por esa causa es temido y odiado por los historiadores de la secta
y por no pocos mormones contemporáneos), escribió al profesor Anthon a
Columbia, y la carta que recibió en respuesta, y que está sacada de la propia
colección de Howe, es una clara evidencia que a los mormones les gustaría que
se olvidase. La carta empieza así:
La carta
comprometedora
New
York, 17 de febrero de 1834
Sr.
E.D. Howe
Estimado
caballero:
Esta
mañana recibí su carta del 9 del presente a la que contesto sin pérdida de
tiempo. Toda esa historia de que yo haya afirmado que la inscripción mormona
son “jeroglíficos en egipcio reformado” es totalmente falsa. Hace algunos años,
un sencillo y aparentemente ingenuo campesino recurrió a mí con una nota del
ahora difunto Dr. Mitchell de nuestra ciudad, pidiéndome que descifrara, a ser
posible, un papel que me entregaría el granjero, y que el Dr. Mitchell
confesaba haber sido incapaz de comprender. Tras examinar dicho papel, pronto
llegué a la conclusión de que todo era una travesura, o quizá una broma. (...)
Ese papel era una singular mezcla de garabatos, y contenía todo tipo de
caracteres torcidos dispuestos en columnas. Había sido preparado evidentemente
por alguien que tenía ante sí un libro con diversos alfabetos. En él podían
verse letras griegas y hebreas, cruces y adornos, caracteres romanos invertidos
o puestos de costado, colocados en columnas perpendiculares, y todo ello
acabado en el tosco bosquejo de un círculo, el cual estaba dividido en varios
compartimientos adornados de diversas marcas extrañas, y evidentemente copiado
del calendario mexicano dado por Humboldt, aunque de tal manera que no delatara
su fuente de procedencia (...). Acabo de darle a usted una declaración completa
de cuanto sé acerca del origen del mormonismo, y quisiera rogarle, como un
favor personal que publique esta carta inmediatamente en caso de ver mi nombre
mencionado otra vez por esos pobres fanáticos.
Atentamente
Charles
Anthon, Doctor en Derecho
Universidad
de Columbia
Amanera de conclusión
Hasta hace poco tiempo se utilizaba El Libro de Mormón de la edición de 1980. Actualmente, se utiliza la edición de 1992. Cabe resaltar que en esta última quitaron Breve análisis del Libro de Mormón, en su lugar se encuentra: Una breve explicación del Libro de Mormón. Aún no he leído y analizado este último. En el próximo capítulo hablaré acerca del Libro de Urantia, un texto que deja mucho que desear.