Es delirante que Trump pretenda que paguemos el muro
Leonardo Curzio analiza, en este libro, el problema y proporciona líneas de acción y sugerencias. Al preguntarle sobre el muro que pretende hacer y cobrarle a México, el analista respondió: es un despropósito que Trump pretenda poner un muro en una frontera que, en teoría, deberíamos gestionar racionalmente y que además la pague. Si él quiere cometer semejante despropósito y hostilidad en contra de su vecino y socio, lo podrá hacer porque finalmente es su soberanía, pero pretender que nosotros lo paguemos está fuera de cualquier lógica. Considero que todo mexicano debe expresarse con fuerza, en el sentido de que la frontera se debe gestionar racionalmente con la tecnología moderna, con todos los elementos que hoy están disponibles, de tal manera que pueda ser una zona en donde tengamos, por supuesto, seguridad, pero al mismo tiempo podamos tener la posibilidad de cooperar y conservar de una manera racional esta parte del planeta que nos ha tocado compartir. Por lo tanto me parece inadmisible que se hable de un muro y, por supuesto, me parece delirante que Trump pretenda que lo paguemos nosotros.
El populismo su pone la existencia de un líder (Trump) que se representa como el traductor de los sentimientos de un pueblo (el buen estadounidense) que a su vez se siente agraviado, vejado, oprimido por una minoría inicua (Obama engañado por los maliciosos mexicanos) que lo priva, por diferentes razones, de su destino glorioso. El líder se presente como el garante de esta relación especial con las bases y como paladín que derrotará al grupo que impide que se consigan los grandes objetivos nacionales. Su discurso requiere siempre de un pueblo “bueno” y de un demonio creíble al que se llame a derrotar, a decapitar, a destronar.
Todos estamos conectados
Yo le propondría a Trump, por supuesto, es un ignorante, y no tomaría la sugerencia., pues cuando dice: “Hacer a América” que pensara en el continente americano en su totalidad. Estados Unidos no sólo es América, América empieza en Alaska y termina en la Tierra del Fuego. Considero que en estos tiempos de globalización, en estos tiempos de vinculación de sociedad a nivel planetario, es una tontería, que un país sólo por fuerte, como Estados Unidos, lo pueda hacer dando la espalda o poniéndoles muros a otros países, es una tontería de tamaño colosal, algo así como Tepatitlán o Jalostotitlán o Lagos de Moreno dijeran cada uno: “Yo no tengo porque depender de Guadalajara o estoy harto de la relación con Aguascalientes”. A los que se les diría: “Usted está interconectado, la cuenta lechera de esa zona depende del consumo nacional”. En consecuencia, es un despropósito plantearse esas cosas, aunque puedo entender que ese señor en un momento delirante diga que lo va a proponer. Lamento planearlo de esa manera: en la zona conurbada de Guadalajara, Tlajomulco dijera que quiere construir un muro para que los habitantes de Guadalajara no lo visiten. Es un despropósito en toda la línea. En este mundo global en el que vivimos todos estamos conectados.
México no es un país tóxico
Curzio dejó un mensaje muy claro a nuestros lectores: Que piensen en que la imagen y la reputación de nuestro país es cuestión de todos los mexicanos y nos lo debemos de tomar muy en serio, ya que si hay una mala imagen esto le afecta a México y que un mal gobierno nos afecta a todos, pero la imagen que proyectamos hacia al exterior es mucho más que un gobierno, por lo tanto, debemos trabajar todos. Es una prioridad nacional: gobierno, empresa, sociedad. Mejorar nuestra imagen en el exterior es un asunto prioritario para México, no nos merecemos que se haga una campaña en nuestra contra y no nos la merecemos porque no es verdad.