Por Héctor Medina Varalta
Guadalajara, Jalisco, diciembre de 2017. La piratería está en todas partes, canciones, películas, obras artesanales, logotipos, libros, entre otras. El arquitecto Gerardo Gally, director de la prestigiada Editorial PAX no habla acerca de este fenómeno. La falta de respeto hacia los derechos de autor que se expresa a través de libros pirateados por un lado, y peor aún, libros fotocopiados por instituciones de Educación Pública o en instituciones de educación porque muchas veces lo que hace la universidad su mención a darles un local para las fotocopias, a darles el papel gratuito, la electricidad gratuita compiten con las editoriales de una forma no equitativa. El problema de eso, es que van matando lentamente al libro. La estadística subraya que de cada diez libros que se venden, dos son pirateados, cuatro son fotocopiados y las editoriales obtienen solo el 40% del mercado.
La piratería también afecta a los estudiantes
Con eso difícilmente sobrevivimos, porque el problema es que como tenemos un menor número de ejemplares a la venta, tenemos que subir los precios, lo cual agudiza que los estudiantes saquen fotocopias de los libros, porque les parece que no es justo pagar 200 pesos por un libro, cuando pueden pagar 50 pesos por la fotocopia o diez pesos porque solamente necesita un capítulo. Tampoco nos ayuda a que, los maestros les gigas “de ese libro solo lean el capítulo cuatro, diez o el que sea. Eso hace que los estudiantes por tener necesidad un capítulo no compran el libro, sin darse cuenta que el libro es todo, es decir, orgánico, donde tiene un principio y un fin, toda una argumentación. No simplemente una receta de cocina sino toda la consecuencia del pensamiento del autor, y al no darle todo esto al estudiante, el estudiante sale perdiendo.
La piratería en las librerías
El que escribe estas líneas hace varios años compró un libro de la Editorial Tikal en equis librería, dicha editorial se distingue mucho por la calidad en el papel que editan. En cierta ocasión visité una de las más prestigiadas librerías de Guadalajara y me encontré el mismo libro a un precio más accesible pero con una calidad de páginas muy bajas. Al preguntarle al Arquitecto Gally acerca de cómo pueden permitir eso las librerías, contestó: a veces el distribuidos es el deshonesto e introduce materiales apócrifos o piratas, a veces es la librería que, sabiendo que son libros piratas, por no perder el segmento del mercado, los vende a sabiendas que la competencia les va a ganar el mercado porque ahí dan un precio menor al que él da en original. A veces consiste en que algunos gerentes de venta de algunas editoriales que son algo mañosas y ellos mismos piratean las obras de alta venta.
Nace CEMPRO
Los sistemas de reproducción de libros se están abaratando y facilitando; antes había que hacer el linotipo o tipografía, si querían copiar un libro tenían que hacer todo el proceso y no valía la pena. Ahora con los nuevos procesos de impresión es difícil distinguir entre un original y uno pirateado. En el caso de la fotocopia es distinto, uno de los problemas con la fotocopia es que el estudiante no termina su carrera con una serie de libros que le puedan servir para su desarrollo profesional, acaba con un montón de fotocopias todas desordenadas y amontonadas, sin saber qué tema tiene, eso no ayuda a que el estudiante tenga una buena preparación académica. La piratería es un problema severo que estamos buscando combatir a través de una entidad que se llama CEMPRO (Centro de Protección y Fomento a los Derechos de Autor), no se trata de inhibir la fotocopia nada más porque así lo queremos, queremos que sea un negocio equitativo para todos, a través de una licencia que vende CEMPRO los fotocopiadores pueden fotocopiar hasta cierto límite: el 10 o el 20 por ciento según el caso y que eso represente un ingreso para los autores y los editores que son los que han invertido el trabajo y el capital de la obra, a través de efectivo en el caso de los editores o de trabajo intelectual en el trabajo de los editores.
El TEC de Monterrey, un ejemplo a seguir
Lo que busca CEMPRO es que sea un negocio para todos los involucrados en toda la cadena productiva. Si se está logrando eso o no, en este momento todavía no se está logrando, porque la gente piensa que la piratería o las fotocopias no son delitos, cuando sí lo es. Asimismo, la piratería es como el tabaquismo o beber alcohol: la gente considera que, como la mayoría lo hace, no hace daño. Lo mismo sucede con la piratería. Sin embargo, algunas personas resultan afectadas con la fotocopia y la piratería. Una de las pocas instituciones en México que tienen prohibido fotocopiar un libro a los estudiantes es el TEC de Monterrey, pero en las demás instituciones públicas o privadas sí está permitido; no hay ningún respeto a los derechos de autor. La piratería afecta a toda la agenda productiva, los únicos beneficiados son los vendedores de papel, los vendedores de máquinas copiadoras y los dueños de las fotocopiadoras.
Hologramas piratas
Tenemos el caso del escritor Cuauhtémoc Sánchez que para evitar el plagio de sus libros les puso un holograma, y hasta el holograma le piratearon y estaba tan bien hecho, que era prácticamente muy difícil distinguir cuál era el original. Pasando a otro asunto, la Editorial PAX como cada año ofreció al público excelentes novedades, por ejemplo, un clásico, Armonía con el infinito de Waldo, de Waldo Trino, un libro fundamental para el estudio de la ciencia que él propone, aunque este año, debido a la crisis económica publicaron menos novedades que los demás años; la verdad es que publicaron este año diez libros, en lugar de los 40 que normalmente publican en el año. El arquitecto Gally espera que el siguiente año se recuperen y poder volver al ritmo anterior, pero este año entre los vaivenes de la economía y el sismo en la Ciudad de México les detuvo todo el proceso.