- Dos extraños amantes de Woody Allen y El último tango en París de Bernardo Bertolucci son algunos de los filmes para disfrutar de julio a noviembre
En enero del 2015, la Cineteca Nacional comenzó la exhibición de los Clásicos en Pantalla Grande con El puente sobre el Río Kwai (1957) de David Lean. Desde entonces, se han realizado casi doscientas funciones de Clásicos, muchas de ellas con la sala repleta y los boletos agotados. La premisa de que un ciclo de esta naturaleza era capaz de atraer a un amplio público, se cumplió con creces.
El éxito de estas funciones semanales ha motivado a reestrenar algunos de los títulos más exitosos y exhibirlos diariamente, a lo largo de un mes. Esta modalidad comenzó en enero, cuando programamos El séptimo sello(1957) de Ingmar Bergman, y seguimos con Psicosis (1960) de Alfred Hitchcock, Los siete samuráis (1954) de Akira Kurosawa, El bebé de Rosemary (1968) de Polanski y Fresas silvestres (1957) de Bergman. E incluimos De entre los muertos (1958) de Hitchcock como el complemento ideal del documental Hitchcock-Truffaut (2015), durante la pasada Muestra Internacional de Cine.
Así pues, para la segunda mitad del año, la Cineteca Nacional continuará con sus ya habituales fines de semana de Clásicos. Durante los siguientes seis meses la oferta será variada como de costumbre, siempre apostando por títulos que tienen mucho que ofrecer al espectador actual.
De tal manera que podremos ver Dos extraños amantes (1977) de Woody Allen, El último tango en París (1972) de Bernardo Bertolucci y Terciopelo azul (1986) de David Lynch, El manantial de la doncella (1960) de Ingmar Bergman y Alemania, año cero (1948) de Roberto Rossellini. Entre las mexicanas están Una familia de tantas(1949) de Alejandro Galindo, Calabacitas tiernas (1949) de Gilberto Martínez Solares y La diosa arrodillada (1947) de Roberto Gavaldón.