A continuación, el también licenciado Erick De Lara Ortega, destacó rasgos de la personalidad y profesionalismo que caracterizan los proyectos de Gabriel Vera, los que sin duda dieron cimiento y consolidaron la materialización de esta novela. Finalmente, el autor arrancó el diálogo con los invitados: cedió su turno en la palabra para la sesión de preguntas y respuestas, donde aprovechó para ampliar sobre los motivos, experiencias y desafíos que hicieron posible su “No bailé con él, no bailé con ella”. ”No bailé con él, no bailé con ella pero espero sí bailar con la otra; no la conozco aún o a lo mejor sí la conozco y la he ignorado, o como muchas veces pasa, la he tenido frente a los ojos, hasta vivo con ella y no sé qué es ella. [Así que] espero más bien, que algún día se me quite la ceguera y vea con quién voy a bailar… Mientras no sea con la calaca, ¡todo está bien!”. “Cuando terminé el libro le puse punto final y, hasta cínicamente, escribí FIN. Y, dentro de las correcciones que me mandó mi correctora, me dijo ‘No, por qué fin, esto no tiene fin’. “Y, sin embargo, la otra parte del libro no la voy a escribir yo sino cada uno de ustedes. Yo hice un esbozo, hice unos personajes, hice una parte de la historia, pero la más importante la hará cada uno de ustedes… Espero que se apoderen de esta obra, que ya no es mía es de ustedes, y que le de un fin a esos personajes u otras nuevas historias u otros nuevos sueños, o lo concluyan ahí; ya es decisión de ustedes no, mía”. El acto concluyó con el vino de honor, el encuentro uno a uno con el escritor para fotos y firmas de libro. |