Vota por MORENA y te despojaràn de propiedades con Ley de igualdad
viernes, 4 de junio de 2021
miércoles, 2 de diciembre de 2020
(CODICS).- Líderes campesinos del Frente Auténtico del Campo consideraron que en dos años al frente del Poder Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador, mintió y traicionó al campo mexicano al hacer recortes presupuestarios superiores a los 137 mil millones de pesos para este sector de 2019 a lo que será 2021 sin contar los millones no ejercidos pero etiquetados así como la desaparición de 17 programas productivos y la creación de programas “estrella” que han demostrado su fracaso.
Por lo anterior, lo exhortaron a rectificar al rumbo de su mandato, a aceptar el diálogo con todos los actores productivos del país y le propusieron la creación del Consejo Económico y Social que permita hacerle frente a las tres crisis que padece la nación: la sanitaria, la económica y la de inseguridad.
Luego de lamentar que en su Segundo Mensaje Constitucional derivado de sus actividades presidenciales del 2020, el Jefe de la Nación haya olvidado el campo y los agravios que en su contra cometió así como temas como los feminicidios, las muertes por COVID-19, el desempleo, el desabasto de medicamentos y el crimen organizado, advirtieron que de no recular, México se enfilaría hacia la inestabilidad social la cual ya muestra sus signos con “guerras por el agua en algunos estados del país.
Federico Ovalle Vaquera, Marco Antonio Ortíz Salas y Ricardo González Fragoso, líderes de la CIOAC, CODUC y UNTA CDMX, en su calidad de miembros del Frente Auténtico del Campo, sostuvieron que el uso de recursos públicos por parte del Presidente Andrés Manuel López Obrador para entregarlos de manera directa para que en el 2021 voten por el partido político del Presidente, el Mandatario olvida que sólo está fracturando el tejido social.
Por ello, insistieron, es necesario que rectifique en favor de la sociedad en tiempos de emergencia de ahí la propuesta del Consejo Económico y Social donde concurra el Gobierno Federal, el Congreso de la Unión, las organizaciones sociales y el sector empresarial pero en base a tres condiciones básicas:
Que AMLO escuche y dialogue, que reconozca fracasos y que permita la participación para construir un modelo de desarrollo incluyente pues ya no es tiempo de caudillos y menos de dictadores.
Al respecto, Federico Ovalle Vaquera, Secretario General de la CIOAC y miembro del FAC indicó que los objetivos del Consejo bien podrían ser: el diseño de políticas públicas para resolver las emergencias económica, sanitaria y de inseguridad así como acabar con la polarización porque los más de 106 mil muertos por COVID-19, más los 4 millones de empleos formales e informales perdidos así como los nuevos 11 millones de pobres y los más de 50 millones de mexicanos que no tienen lo necesario para su sustento, son un riesgo para lo que resta del sexenio.
Lo único que se requiere del Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, dijo, es voluntad o de lo contrario estaremos viendo más conflictos sociales en el país como ya sucede por el abandono de políticas públicas relacionadas con la protección a los Recursos Naturales y al Medio Ambiente por ser una prioridad.
Sostuvo que ya se presentan “guerras por el agua” en estados como Morelos, Chihuahua, Jalisco, Baja California, Guanajuato y Tamaulipas.
En tanto, Marco Antonio Ortíz Salas, Secretario General de CODUC y también miembro del FAC, apoyó la postura de CIOAC e incluso agregó que el sexenio está a punto de perderse por falta de una rectificación en la aplicación de políticas públicas pues “nosotros hemos presentado propuestas pero la autoridad no ha respondido”.
No peleamos el tema de recursos, peleamos el tema de la política pública en el campo donde haya productividad y no becas que resuelven el hambre de un día ya que actualmente hay 2 mil 500 conflictos agrarios sin autoridad que los resuelva, tenemos dependencias como la Sader y la Sedatu desmanteladas así como una creciente inseguridad en el medio rural donde ya se secuestran niños hasta por mil pesos y se extorsiona al pequeño productor por 300 o 500 pesos.
Lo anterior debido a que Profepa, Semarnat, Sedatu, Sader, RAN, PA, carecen de reguladores y de recursos por lo que a dos años de distancia lo único que se ha multiplicado al 300 por ciento es la inseguridad como parte del crecimiento en el desempleo y la pobreza.
Para Ricardo González Fragoso, líder de la UNTA en la CDMX, lamentó que las palabras de Luis Donaldo Colosio, excandidato presidencial en los 90´s tengan vigencia como el de ser “un México con hambre y sed de justicia” mientras se mantiene la dependencia alimentaria, la pobreza y la inseguridad.
lunes, 16 de diciembre de 2019
miércoles, 11 de septiembre de 2019
jueves, 23 de agosto de 2018
El espectáculo de este lunes 20 de agosto así lo demuestra. Un Andrés Manuel López Obrador, empoderado como nunca, en su propia cara le dijo a Enrique Peña Nieto que su “reforma educativa” es la primera de sus reformas estructurales que se va a la picota. Y en otro escenario, Elba Esther Gordillo aparecía por primera ocasión en público tras cuatro años y medio de detención, sometida a un proceso judicial.
En otras A Vuelapluma mencioné que la detención de Gordillo fue, no porque se constituyera como un dique para la reforma educativa o por su corrupción —que debió ser asÍ—, sino una acción dentro de la lucha de poder político porque el gran poder de quién se convirtió en la cacique del magisterio mexicano, pudo descarrilar la candidatura presidencial de Peña Nieto y la debacle del Grupo Atlacomulco desde 6 años atrás.
Palabras más, palabras menos, expresé en esta columna cómo Elba Esther Gordillo fue tejiendo una red político-electoral a través del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación que en 2006 se alió con Felipe Calderón para llevar al poder al panista michoacano, quien a cambio le entregó la administración de la Lotería Nacional y el ISSSTE, entre otros.
La Maestra operó entonces elecciones estatales donde miembros del PRI se encumbraron bajo las siglas de las alianzas PAN-PRD —y en algunos estados MC—, por ella promovidas con el apoyo del entonces presidente Calderón, como ocurrió en Oaxaca y Sinaloa en 2010, donde llegaron Gabino Cué y Mario López Valdez, así como en Guerrero y Puebla en 2011 cuando triunfaron Ángel Heladio Aguirre Rivero y Rafael Moreno Valle Rosas, respectivamente.
Además de esos cuatro estados, la intención era apoderarse del Estado de México para desde allí ser la gran electora y llevar a la presidencia a López Obrador o Marcelo Ebrard. Para 2011 el Grupo Atlacomulco pretendía imponer a Alfredo del Mazo Maza, pero Erubiel Ávila traía fuerza y también quería gobernar, por lo que inició pláticas para abanderar a la alianza PAN-PRD, lo cual puso nerviosos a los atlacomulquenses dueños del poder de la entidad que más votos genera.
Así que ante la emergencia hubo una operación múltiple del grupo Atlacomulco. En Gobernación, Fernando Gómez Mont, secretario de Gobernación y socio del posteriormente secuestrado Diego Fernández de Cevallos, firmó el pacto antialianza en el Estado de México. A Elba Esther Gordillo le ofrecieron la dirigencia del PRI para su aliado Humberto Moreira y postergaron un sexenio la llegada de Del Mazo Maza.
La narrativa de los tres párrafos anteriores fue el verdadero motivo de la encarcelación de Elba Esther Gordillo, porque con un Estado de México en manos de otro grupo que no fuera el Atlacomulco —como así sucedió por primera ocasión, pero con el ecatepense Ávila acotado de todo movimiento político—, la candidatura de Peña Nieto simplemente no hubiera caminado y el país habría cambiado hace seis años.
Es vox populi que en 2017 quien ganó la elección del Estado de México a través de Delfina Gómez fue López Obrador. Pero ni pio dijo porque ahí negoció el resto del país por la ínsula mexiquense. El grupo Atlacomulco no se podía dar el lujo de perder el centro de su poder. Y por lo que se ve, Gordillo —quien empujó a López Obrador con su aún fuerte poderío desde el magisterio—, fue parte de la negociación para no arrebatarles la concesión que les dejó Isidro Fabela.
Ahí está, también, la explicación de lo ocurrido tras la elección del 4 de junio de 2017. La imposición de un gris José Antonio Meade como candidato, los ataques jurídico-mediáticos en contra de Ricardo Anaya desde el Gobierno —por cierto, ¿cuándo detienen y procesan al panista?—, la aceptación del triunfo de López Obrador a primera hora de la noche y, entre otras cosas, la tersa transición en que nos encontramos.
Ah, claro, estamos frente a un futuro presidente empoderado, que está rescatando a sus aliados —¿el siguiente será Javier Duarte? —, pero que tampoco actuará contra la corrupción de Peña Nieto y su banda, pero que hoy le cobra afrentas, dejándolo en ridículo a nivel nacional.
A fin de cuentas, todos son lo mismo. Priístas al fin y al cabo. Uno, el que se va, del grupo Atlacomulco y el que llega, de la izquierda del PRI pastoreada aún por Luis Echeverría, pero con otro partido. La transición sólo cambió de lugar, fuera del PRI, ya no dentro como fue tradición hasta que en 1993 la rompió Carlos Salinas. Y al final de la historia, “un quítate tú para ponerme yo… y mis cuates”.
martes, 12 de junio de 2018
Contratos a Rioboó
Fallo proyecto de pistas NAICM
sábado, 6 de enero de 2018
jueves, 19 de mayo de 2016
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