¿Qué hace tan especial esta pelotita dentada, que logra que los perros se obsesionen con ella y no quieran soltarla?
Colocar golosinas entre los dientes de la pelota hace que sea mucho más suculenta. Recuerda que una de las primeras motivaciones para el perro es la comida… y la siguiente, ¡el juego! Dos por uno. La forma dentada de la pelota frota los dientes cuando el perro la muerde y juega con ella, de modo que se los limpia.
Interactuar con la pelota para sacar las golosinas impulsa la inventiva e inteligencia del perro. Jugando ¡se vuelve más inteligente!
Apuesto a que no muchos juguetes tienen tanta utilidad, ¿verdad? Te lo aseguro, tu perro no se querrá desprender de ella.