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martes, 23 de agosto de 2022

 


Un estudio publicado recientemente por científicos del Hospital Houston Methodist sugirió que se pueden encontrar signos reveladores de conmociones cerebrales en el intestino. Al tomar muestras de sangre, heces y saliva de 33 jugadores de fútbol de la Universidad de Rice, los investigadores pudieron examinar el potencial de diagnóstico del microbioma intestinal.


Las contusiones cerebrales se producen por la sacudida violenta del encéfalo contra la bóveda o la base del cráneo y sus irregularidades. Pueden crecer en las siguientes horas al trauma e incluso aparecer algunas que no eran evidentes de forma inicial. Suelen ser pequeñas y difusas, y secundarias a una rotura vascular (1).

De acuerdo con los investigadores estos hallazgos demuestran que se podría desarrollar una prueba de diagnóstico simple y objetiva para rastrear el impacto de las conmociones cerebrales y señalar cuándo es seguro volver a la acción.

Las Doctoras Sirena Soriano y Sonia Villapol, son parte de un equipo de investigación que demostró que ciertas bacterias intestinales pueden usarse para rastrear el impacto de las conmociones cerebrales y el tiempo de recuperación.

Los hallazgos de este estudio se describen en un artículo titulado “Alteraciones del microbioma intestinal después de una conmoción cerebral relacionada con el deporte, en un séquito de jugadores de fútbol americano universitario: un estudio piloto.”

La Dra. Sonia Villapol, profesora asistente de neurocirugía en el Centro de Neuroregeneración en el Instituto de Investigación del Hospital Houston Methodist, es la autora del estudio.

Si bien el movimiento del cerebro dentro del cráneo puede causar lesiones a las células nerviosas, tales lesiones celulares microscópicas no son visibles en pruebas de diagnóstico por imágenes como radiografías, tomografías computarizadas y resonancias magnéticas, las cuales son utilizadas para encontrar lesiones como fracturas de cráneo, hemorragia cerebral o hinchazón. 

Por lo tanto, la prueba más utilizada para el diagnóstico de conmociones cerebrales se basa exclusivamente en síntomas autoinformados como visión borrosa, mareos, náuseas y dolores de cabeza, que pueden ser muy vagos, subjetivos y, a menudo, los atletas que quieren seguir jugando no los notifican. Esto puede hacer que sean notoriamente difíciles de diagnosticar.

El estudio, realizado en el transcurso de una temporada, encontró una disminución posterior a la conmoción cerebral de dos especies bacterianas que normalmente se encuentran en abundancia en las muestras de heces de individuos sanos. También encontró una correlación entre las proteínas relacionadas con lesiones cerebrales traumáticas en la sangre y una especie bacteriana relacionada con lesiones cerebrales que se encuentra en las heces.

Si bien se han identificado docenas de biomarcadores de lesiones cerebrales, ha habido un éxito limitado en el desarrollo de análisis de sangre comerciales lo suficientemente sensibles como para detectar pequeños aumentos en las concentraciones de biomarcadores. Sin embargo, el sistema nervioso central también está íntimamente relacionado con el sistema nervioso entérico, que ocurre en los intestinos, y los traumatismos craneales invariablemente conducen a cambios en la microbiota intestinal, explicó la Dra. Villapol.

Después de una conmoción cerebral, las lesiones causan inflamación, enviando pequeñas proteínas y moléculas circulando a través de la sangre que rompen la barrera intestinal y provocan cambios en el intestino, lo que afecta el metabolismo.

Explicó que estos cambios en la microbiota podrían ofrecer una oportunidad para adquirir una lectura de la lesión en curso en el sistema nervioso central.

“Hasta que el microbioma intestinal no haya vuelto a la normalidad, la persona no se habrá recuperado,” explicó la especialista del Hospital Houston Methodist. “Es por eso por lo que estudiar el intestino es tan útil, ya que este no miente y es por eso por lo que hay tanto interés en usarlo con fines de diagnóstico.”

Si bien sólo cuatro jugadores del estudio fueron diagnosticados con conmociones cerebrales importantes, los investigadores dicen que los resultados deberán confirmarse en una muestra más grande. También planean realizar un estudio similar pronto con atletas de fútbol femenino, que también tienen traumatismos craneales frecuentes.

“Las mujeres y los hombres no tienen las mismas inmunidades o microbiomas intestinales, y como mujer y madre de hijas, no quiero solo investigar los problemas en los hombres y pasar por alto a las mujeres,” aseguró la Dra. Villapol. “Las jugadoras de fútbol también tienen tasas muy altas de conmociones cerebrales, y los mismos problemas en lo que respecta a los métodos de diagnóstico existentes.”

Conmociones cerebrales, detectables desde el intestino

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lunes, 29 de mayo de 2017


Primera parte

By  Héctor Medina Varalta



·         Presentan medicamento probiótico contra disbiosis intestinal



·         El medicamento probiótico de una sola toma ayudará a los pacientes a restaurar el equilibrio de la flora intestinal



·         Especialistas señalan la influencia que tiene la condición del intestino sobre la salud física y mental del ser humano



Ciudad de México, mayo de 2017.- Sanofi, líder global diversificado en el cuidado de la salud y en brindar soluciones eficaces para mejorar la vida de los pacientes, lanza al mercado  Enterogermina® 4b “1 vez al día”, probióticos que llegan íntegros al intestino en forma de esporas y auxiliares en el tratamiento y prevención de la disbacteriosis intestinal (disbiosis), ayudando a restaurar el equilibrio de la flora intestinal. Enterogermina® 4b “1 vez al día”, es también la primera extensión de línea de la marca líder en el mercado, que reduce el número de tomas al día. En palabras de la Dra. Darinka Vargas Botello, Gerente Médico de Sanofi, “Estamos muy emocionados con este lanzamiento, pues sabemos que para los médicos es prioritario ayudar a los pacientes con disbiosis a lograr la continuidad y el apego a los tratamientos que ellos indican”.

Según información de la Sociedad Europea de Neurogastroenterología y Motilidad, una buena nutrición y determinados probióticos y prebióticos, pueden corregir la disbiosis o prevenirla. Los probióticos, además de contribuir con la restauración de la microbiota intestinal, estimulan las defensas naturales del organismo, siempre y cuando se tomen en las cantidades adecuadas.


La disbiosis, los probióticos y sus efectos en la salud

La disbiosis es una alteración en el equilibrio de la microbiota intestinal, es decir, hay una disminución de las especies bacterianas benéficas para la salud, así como la reducción de su diversidad y el aumento de las bacterias causantes de enfermedades. Los principales factores de esta alteración son cuestiones genéticas, uso de antibióticos, dieta desequilibrada o incluso, estrés psicológico.

De acuerdo a la Dra. Vargas, esta pérdida del equilibrio está asociada con una amplia gama de trastornos que incluyen diarrea, síndrome del intestino irritable (SII) o enfermedades inflamatorias intestinales (EII), cáncer colorrectal; asimismo, tiene , así como ciertas enfermedades hepáticas y alergias, así como afecciones relacionadas con la nutrición como son la obesidad, la diabetes  tipo dos y la celiaquía.

Beneficios de la leche materna

De acuerdo a Teresa Abreu, Vocera de Enterogermina, Una vez al día, indicó que, hay unos estudios que indican que, los probióticos incluso antes del nacimiento, ya nos empiezan a acompañar; asimismo, se terminan de formar, se terminan de establecer después del nacimiento, pero desde antes del nacimiento ya nos están acompañando. Estos microorganismos sufren cambios a través de toda la vida. Por otra parte, son diferentes si nacemos por parto o por cesárea. Independientemente de esto, los microorganismos sufren otro cambio, si los bebés son alimentados a través del seno materno o sin son alimentados solamente con fórmula. Esto está basado, en que se ha descubierto, que en la leche materna existen unos polisacáridos que alimentan a una flora intestinal-unos azúcares-que alimentan a una microbiota sana; asimismo, también tienen microrganismos. Durante muchos años se creyó que la leche materna era estéril, pero tiene microorganismos buenos que ayudan a que la microbiota o flora intestinal se vaya colonizando. Cuando los niños se enferman, sus padres lo llevan al pediatra, al médico general o médico familiar, y si necesitan algo, le administran un antibiótico.

Estrés y disbiosis

El antibiótico es una de las mejores invenciones que ha hecho el hombre, sin embargo, afecta tanto a microorganismos buenos como malos. Desde ahí, los médicos empiezan a hacer un cambio en la microbiota de los niños o flora intestinal, que si esta no se restaura, a la larga puede dar problemas como obesidad o síndrome metabólico que es la madre de muchos otros padecimientos como los cardiovasculares, por lo tanto, dentro de todas estas investigaciones que se están publicando, muchos “paper”  son del Dr. Francisco Guarner quien estuvo presente en la rueda de prensa, se ha visto que una disbiosis, es decir, la alteración de la composición de estos microorganismos, tanto en cantidad como en calidad, como en número; cualquiera de estos cambios se le conoce como disbiosis. Actualmente, como todo este campo de investigación, es relativamente nuevo, no se cuenta con números específicos para poder afirmar qué tanto por ciento de la población sufre disbiosis, sin embargo, si se tiene más asociado a enfermedades como el Síndrome de Intestino Irritable, mejor conocido como colitis. También se ha visto en asociación directa entre cosas cotidianas como el estrés, que puede generar una disbiosis; también se ha descubierto que una diarrea, tanto en adultos como en niños, con o sin antibiótico, pueda tener la microbiota de forma desfavorable, y esto como se comentó líneas arriba, puede ir generando, a la largar otras condiciones como el SII. Se ha visto también esta relación directa entre la alteración de la microbiota o flora intestinal con la colitis.

Perspectiva de la disbiosis a nivel internacional

Por su parte, el Dr. Francesco Franceschi,  profesor titular de la Universidad del Sagrado Corazón en Roma, es responsable del área de medicina de urgencias del Hospital Gemelli, mejor conocido como el Hospital del Papa, además, es miembro activo de sociedades internacionales de gastroenterología y de medicina interna, compartió que, la microbiota es una mezcla de diferentes bacterias: protozoarios, levaduras y otros microbios. Se supone que, no solamente se encuentran en el intestino, sino en las mucosas de los pulmones, en la vagina por ejemplo, con una microbiota. La microbiota intestinal puede influir mucho en lo que vamos a absorber, en qué tipo de enfermedades vamos a tener; tenemos un equilibrio entre las diferentes especies en la microbiota del intestino; en las condiciones saludables tenemos un buen equilibrio entre las diferentes especies, pero cuando algo sucede, por ejemplo, una situación de mucho estrés, el tomar antibióticos para otras enfermedades, no tener una dieta sana, desarrollamos una condición a la que llamamos disbiosis, que en condiciones normales es aubiosis, pero cuando hay algo en la que afectamos la eubiosis y hay un desequilibrio  de estas especies. La disbiosis está muy asociada con muchas enfermedades, por ejemplo, el SII y también las enfermedades inflamatorias del intestino como la colitis ulcerativa son producto de la disbiosis.

El intestino y su impacto en la salud  física y mental

Asimismo, hay un papel muy importante en el cáncer colorrectal y el cáncer gástrico por las infecciones del helicobacter pylori, aparte de las enfermedades gastrointestinales, hay un papel muy importante de la disbiosis en otras enfermedades que no tienen nada que ver con el sistema gastrointestinal: se llama síndrome metabólico, es un síndrome que abarca varias condiciones: hipertensión arterial, cirrosis hepática, diabetes, alto contenido de colesterol y lípidos en la sangre y el síndrome metabólico, es lo que causa muchos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares: embolias, infartos al miocardio; y como se sabe, en los países industrializados estas enfermedades son la causa de varios tipos de cáncer. Así que la liga que hay entre los síndromes metabólicos y las disbiosis debe sugerirnos que debemos hacer algo para corregir las disbiosis.    

De acuerdo con la Organización Mundial de Gastroenterología, el intestino es el órgano con la función inmunitaria más importante del organismo; de hecho, aproximadamente 60% de todas las células inmunitarias se encuentran en la mucosa intestinal. Este dato nos habla de la relevancia que tiene el adecuado funcionamiento del intestino en la salud general del ser humano.

El probiótico del futuro hecho en el presente

Como indica el Dr. Francisco Guarner, uno de los especialistas más importantes a nivel mundial en enfermedades del aparato digestivo y  Director de la Unidad de Investigación del Sistema Digestivo en el Hospital Universitario de Vall d´Hebron, Barcelona, existe un vínculo entre las bacterias de la microbiota intestinal y  diversas enfermedades, además de llegar a influir también en estado de ánimo y comportamiento: “Hay muchas enfermedades de gran impacto en la sociedad, como el síndrome metabólico o la diabetes de tipo 2, así como algunas enfermedades neuronales como el Alzheimer o el autismo, incluso ciertos tipos de depresión en las que la disfunción de la barrera de la mucosa parece tener un papel”.

Por su parte, el catedrático de psiquiatría Ted Dinan, de la Escuela Universitaria de Cork, afirma que todos tenemos un segundo cerebro ubicado en el intestino, que está compuesto por cientos de millones de neuronas, más de las que tiene la médula espinal, mismas que se encuentran repartidas por las paredes del intestino. Su principal función  es transmitir información de la microbiota al cerebro y viceversa. La relación que ambos cerebros establecen puede estar detrás de algunos trastornos mentales, como la depresión o la ansiedad.



Esta influencia en la salud física y mental de seres humanos es el motor que debe motivar a mantener un intestino saludable y en equilibrio. El estilo de vida, la alimentación y el consumo de probióticos como Enterogermina® 4b “1 vez al día” son factores que contribuyen al equilibrio de uno de los órganos más importantes del organismo.

Eso que usted siente, puede ser disbiosis intestinal

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