Por Héctor Medina Varalta
“Los genios son los amos de la realidad.”
Bernard Shaw
>>Considero que para ganar dinero se debe empezar joven, como en los deportes, para adquirir los reflejos necesarios lo más pronto posible.>>
El rastrillo con el que usted se rasura todos los días, el bolígrafo que utiliza en su trabajo y el encendedor que lleva en su bolsillo tiene su historia; y más aún, si tiene la marca Bic. La razón de ello es que son productos desechables y sumamente económicos. Sin embargo, para que estos llegaran a todos los hogares, escuelas y oficinas, no fue tarea fácil. Marcel Bich es el creador de los productos desechables. Marcel
Todo un visionario
Bich es el creador de los productos desechables, que pueden conseguirse hasta en la tienda de abarrotes de cualquier parte del mundo. El enorme éxito que tuvieron sus creaciones se debió a que era un observador, pues se dio cuenta que algunos objetos que la gente utiliza todos los días, como el rastrillo de afeitar, la pluma fuente y el encendedor eran tan costosos que era mejor repararlos que arrojarlos al cesto de la basura. Haciendo cuentas calculó a qué precio se podría fabricarse el primer bolígrafo desechable. De este modo, en 1950 salió al mercado este producto. Los comerciantes lo ofrecían a 25 centavos de dólar, cuando las plumas fuente de la competencia se vendían entre 9.00 y 12.95 dólares. Para esto, construyó una enorme fábrica y creó procesos automatizados para llegar a sus precios preestablecidos (lo cual es precisamente lo contrario de cómo se piensa en las grandes compañías.
Los obstáculos
Sin embargo, antes de que el éxito tocara a su puerta Bich se enfrentó a su primer obstáculo: trató de vender su idea a los principales fabricantes de plumas de ese entonces, pero como es muy común en casi todos los grandes proyectos, lo rechazaron. Eso no lo desanimó, pues creó su primera marca y la distribuyó en el mercado, y el mundo de la escritura ya no fue el mismo. Marcel Bich prácticamente inundó el mercado con sus anuncios y slogans, que eran muy “pegajosos”, como Flick your Bic.
El rastrillo de afeitar
En 1976, cuando Marcel se dio a la tarea de hacer un sondeo sobre lo que pensaba la gente acerca de las ventajas y beneficios de un rastrillo de afeitar desechable, los ejecutivos de la Gillette creyeron que se había vuelto loco. No obstante, Marcel, en lugar de darles crédito siguió con la encuesta y llegó a la conclusión que era un excelente mercado, pues estimó que entre un 40 y un 50 por ciento aceptarían su rastrillo desechable. Los “expertos” ejecutivos de la Gillette, se rieron de él y por consiguiente llegaron a la conclusión de que el mejor lugar para Marcel se hospedara en el manicomio. Pero él les demostró que ellos deberían alojarse ahí, pues sus rastrillos desechables tuvieron muy buena aceptación, sobrepasando su pronóstico ya que tuvo la aceptación del 62 por ciento del mercado en los Estados Unidos. Aquellos “expertos” no pudieron evitar la ofensa dirigida a sus egos inflados y lo imitaron, dándole batalla en el mercado.
El encendedor
Por esta razón, los rastrillos de Marcel no dominaron de inmediato el mercado, como sucedió con el bolígrafo, pero este genio hizo que les temblaran las piernas, haciendo que reaccionaran con el producto La Campaña Buenas Noticias. Desde entonces, la Gillette domina el mercado de los rastrillos desechables. Pero no hay que negar que el mayor mérito es de Marcel, ya que gracias a su enorme visión en los negocios, sin él, la Gillette no se habría beneficiado de este jugoso negocio. Marcel tenía este lema: “Concéntrate en un producto que todos los días se utilice; hazlo fuerte y véndelo barato” y este otro: “Mi éxito se debió a mi negativa a casi no escuchar otro consejo más que el mío”. Sin duda, estos sabios proverbios lo llevaron a realizar todos sus proyectos; pues también lo demostró inundando el mercado con sus encendedores desechables, con un precio 30 por ciento menor que el de la competencia. Esta vez, Marcel se enfrentó con su mayor competidor: los cerillos, pues como estos son muy económicos, de nuevo, los “expertos” opinaron que ese negocio no funcionaría. Pero, una vez más, Marcel les demostró lo contrario. El éxito fue tan enorme, que prácticamente la Gillette tuvo que salirse del negocio de los encendedores: el Cricket había sido derrotado por su contrincante “Encienda su Bic” (Flick your Bic).
Acerca de Marcel Bich
Marcel Bich nació el 29 de junio de 1914 en la ciudad de Turín, Italia. En su juventud viajó a España y Francia. Sus estudios secundarios los realizó en una escuela de frailes dominicos, en Burdeos, Francia. A la edad de 18 años vendía lámparas de pila de puerta en puerta. Para él fue una experiencia maravillosa, pues lo ayudó a desarrollar su facultad creadora, que en lo futuro lo llevaría al éxito empresarial.