Por Héctor Medina Varalta
Durante el 29 aniversario de la Feria Internacional del Libro (FIL) en Guadalajara, Guadalupe Loaeza y la atractiva periodista y escritora Verónica González Laporte presentaron el libro La Mariscala, una gran historia de amor en la corte de Maximiliano y Carlota.
“A fin de realizar esta novela-recuerda González Laporte-esta historia existió y superó incluso nuestras expectativas novelescas, por decirlo de alguna manera, porque el personaje nos daba para esto y mucho más; es un personaje muy romántico, entrañable en muchos sentidos, del siglo XIX quien nos dejó con una enorme sed de seguir hablando sobre ella de manera lúdica, gozosa. Por su parte, Guadalupe Loaeza comentó que Lyon Lapierre ya había escrito sobre la Mariscala y que los soldados de Achille Bazaine decían que a éste le habían emblandecido el cerebro al conocerla. La joven despertó en el Mariscal mucha pasión y mucha ilusión. Además, Bazaine había enviudado y no tenía hijos. Por lo tanto, la posibilidad de formar una familia con una “niña bien” le agradó al militar, pues no era una mujer que de pronto surge por ahí.
Hilando la historia
A Pepita la conoció en una fiesta que había dado él a los emperadores para darles la bienvenida, al verla quedó prendado de su belleza. “Fuimos muy afortunadas-enfatiza Loaeza-, especialmente Verónica porque encontró las cartas que Pepita le dirigía al Mariscal a Pepita. Entonces, eso nos acercó aún más al personaje. No sólo estudiamos a Pepita sino a su hermano, narrándole todos los eventos de la campaña y todo lo que sucedía en el país en ese momento. “El trama principal-prosigue González Laporte-está basada en los archivos que se encuentran en Francia-en archivo general de la nación-y era un archivo que había permanecido en la familia Bazaine a lo largo de 150 años que no se conocían, es decir, se conocía el aspecto militar del Mariscal más no el humano y cuando caímos en este fondo, pues era muy tentador explotar la historia e insertarla dentro del contexto del Segundo Imperio, puesto que ahí se había dado. Entonces, había que darles la palabra a estos personajes en ese momento tan preciso que fue el segundo imperio mexicano. En el libro se puede encontrar transcritas varias cartas, no quisimos abusar para que no se convirtiera en un texto epistolar, de ahí sacamos varios fragmentos para continuar e hilar la historia; son las herramientas que tenemos los que nos dedicamos a escribir. El libro se llevó año y medio de redacción y de seguir retroalimentando la información. La investigación fue todavía más porque hubo que realizar la traducción de las cartas; se tuvo que seleccionarlas ya que eran cerca de 300 cartas, ya que no podíamos publicarlas todas, pero podemos escribir un segundo tomo desde la perspectiva del Mariscal.
Mujeres juntas, ni difuntas Fue muy importante que ambas estuvieran en la misma sintonía, que tuvieran la misma pasión, la misma intensión, eso fue muy bonito. “Mi papá decía que, ‘mujeres juntas, ni difuntas’-añadió Loaeza-pero en este caso sí se pudo. Uno de los capítulos que más les agrada a las escritoras es cuando la Mariscala le ayuda a escapar a Bazaine, ya que solo una mexicana pudo lograrlo en aquella época. Sin saber nadar, sin saber remar en una noche de tormenta y sin salvavidas porque aún no los habían inventado. Fue una inconciencia, pero es así como salen mejor las cosas. Pepita estuvo preparando la fuga durante varios meses y con mucho cuidado. Este es uno de los capítulos más gustados por las autoras, tanto por la valentía como por el gran amor de Pepita por Bazaine.
Esos Altos de Jalisco...
Cabe resaltar que en la región de los Altos de Jalisco hay muchas güeras y güeros quienes son descendientes de los franceses que se quedaron o que tuvieron una relación sentimental con una mexicana. En los panteones hay muchos soldados franceses enterrados, ya que se casaron, tuvieron hijos, pues echaron raíces aquí, dejando ojos azules de herencia. Además, en Guadalajara se construyeron varias mansiones estilo francés. Prueba de ello, lo podemos apreciar en algunas mansiones como el Palacio de las Vacas que pertenecía a Segundo Díaz, primo hermano de don Porfirio quien afrancesó mucho la capital, sobre todo, al final de su periodo.
Juan Nepomuceno Almonte, hijo bastardo de Morelos fue uno de los hacedores-así se decía-del Segundo Imperio. Por lo tanto, esto iba a provocar mucha rabia de los republicanos y con justa razón, sólo que a mí me gustaba ver los dos aspectos de esta historia que no se ha contado para poder hablar del antihéroe y darle fuerzas al héroe, porque muchas veces tenemos la tendencia de hablar de los héroes que cometieron buenos actos y no las fechorías, y la vida está llena de bueno, de malo, de claros y oscuros.
Por su parte, Guadalupe Loaeza recomendó muy ampliamente el libro “Los últimos días en París de Porfirio Díaz”, de Rafael Tovar y de Teresa. Regresando a la entrevista del libro La Mariscala, el 17 de abril de 1887 un comerciante francés llamado Louis Hillairaud, ataca a Bazaine en Madrid y le clava una puñalada en el cráneo que le atraviesa el rostro, a la cual sobrevive pero que le ocasiona mayores problemas de salud que culminan con la muerte del envejecido mariscal en 1888. Bazaine está enterrado en el cementerio de San Justo, en las afueras de Madrid.
La última carta que escribió Bazaine a su Pepita
Madrid, 20 de septiembre de 1888 Ma trés chére bienaimée
Me temo que ahora sí me inclino hacia la tierra. Tengo frente a mí tu rostro iluminado por la luz de un fósforo, en medio de la oscuridad de una noche eterna. Te me apareces como cuando te encontrabas en aquella barquita frente al Fuerte de Santa Margarita. Nunca olvidaré ese momento. Eras tan tú en medio de las tinieblas. Eras mi faro, mi brújula, mi todo. Eras mi Pepita que venía a rescatarme. Solo tú podrías salvarme. Eso lo supe desde la primera vez que te vi con tu vestido de baile blanco. Eras todavía una niña. Eras mi niña, m apetite maréchale. Quiero que sepas que desde entonces nunca he dejado de amarte un solo momento. Me iré sin resentimientos. Siempre procuré actuar según mi conciencia. Si no hubiera sido por ti y por nuestros hijos, mi vida no hubiera tenido sentido. Te doy las gracias. Si no me alcanzas, no te preocupes.
Siempre fuiste muy impuntual, Pepita, moun amour…
Trayectoria profesional de Guadalupe Loaeza María Guadalupe Loaeza Tovar (nacido en 1946) es un contemporáneo mexicano escritor, autor de numerosos libros, entre ellos Las Niñas Bien, Las Reinas de Polanco, Deba, LUEGO Sufro y Compro, luego existo, en el que ironiza sobre la clase alta mexicana. Un participante en talleres de escritura de Elena Poniatowska en la década de 1980, ha transformado su éxito como un cronista, observador y crítico de la burguesía mexicana y la democratización post-1985 de México en una carrera exitosa. Conocido por su collar de perlas de la marca (una reliquia de la familia) y por sus francófilas tendencias, se ha convertido en una figura cultural influyente. Libros publicados: Las niñas bien (1985); Las reinas de Polanco (1986); Primero las damas (1988); Los grillos y otras grillas (1990); Compro, luego existo (1992); Obsesiones (1994); Manual de la gente bien I (1995); Manual de la gente bien II (1996); Sin cuenta (1997); Mujeres maravillosas (1997); El ángel de nuestras nostalgias (1998); Ellas y nosotras (1998); Obsesiones de Sofía (1999); La factura (1999); Debo, luego sufro (2000); Los de arriba (2002); Las yeguas finas (2003); Hombres maravillosos (2003); Simplemente Martita (2004); Por los de abajo (2005); Terremoto (2005); Siempre estará París (2005); Por medio de la presente (2006); Confieso que he leído...¡Hola! (2006); La comedia electoral.. Diario de campaña de una ex niña bien (2009); Las Niñas Bien... 25 Años Después (2010); En el closet (2011); La puerta falsa (2011); El Caballero del Titanic (2012); Leer o Morir (2013); "Llegaré a partirles la madre a los morros de Tijuana ... (2014)
Trayectoria profesional de Verónica González Laporte
Tiene una licenciatura en periodismo, una maestría en etnografía, un doctorado en antropología religiosa por la Universidad de la Soborna y luego se incursionó en el fascinante mundo de la historia. Todo esto ha confluido en lo mismo: la historia. Acaba de terminar una novela, antes que esta, titulada El hijo de la sombra, que habla sobre el hijo bastardo de Morelos: Juan Nepomuceno Almonte. Como ambas autoras mencionaron líneas arriba, también se basaron en archivos franceses, González Laporte, insiste mucho en mencionar este detalle, ya que es poco acreditado; conocemos mucho nuestros archivos que cada día han mejorado ya que cada vez está más bonitos, mejor ordenados y mejor organizados en México, pero lo interesante era ver que opinan los franceses de los mexicanos de ese periodo y los mexicanos que vivían en París y se tuvieron que exiliar y dejaron una cantidad de documentos importantísimos. El libro acerca de Juan Nepomuceno Almonte también es una novela histórica y empieza después de la muerte de este personaje en París, pues se nombra embajador de México en ese país por Maximiliano cuando las cosas ya están muy difíciles y se embarca en el mes de mayo de 1886. Es un personaje muy importante aunque su nombre fue borrado de los libros de historia a lo largo de 150 años porque fue catalogado por Juárez como el espurio de la Patria, por haber traicionado la idea de la República al llevarle a Maximiliano la corona de México.