Fuente: The Competitive Intelligence Unit
En promedio, los consumidores en el mercado mexicano desembolsan $4,520 pesos por un nuevo dispositivo.
Sin embargo, aquellos usuarios que optan por algún esquema de financiamiento gastan $5,160 pesos por cada equipo, es decir, destinan 14.1% más recursos para adquirir un nuevo smartphone, a través de diferir su pago.
La frecuencia de reemplazo también ha tomado impulso por el incremento en la adopción de esquemas de financiamiento. Al respecto, 56% de los usuarios que adquiere un equipo por medio de un crédito, mencionan en las encuestas que su vigencia va de 12 a 24 meses.
Lugar de Adquisición y Esquemas de Financiamiento
El centro de atención a clientes o distribuidor autorizado del operador es el punto de venta más importante en el país. No obstante, para aquellos usuarios que adquieren un equipo bajo un esquema de financiamiento, las tiendas departamentales registran la mayor preferencia como lugar de adquisición, con un total de 40.6% de los usuarios.
La baja disponibilidad de tarjetas de crédito en México (10.5% de la población de 18-70 años)[1] ha derivado en una creciente adopción de tarjetas departamentales o esquemas de financiamiento con tiendas departamentales (20.0% de la población)[2], mismas que, en muchas ocasiones, cobran un interés por el financiamiento de un producto. Al respecto, 28.5% del total de los equipos adquiridos vía financiamiento, incluyen el pago de intereses.
La reconfiguración de preferencias de compra del mercado de smartphones incluye la creciente elección de esquemas de por la via del financiamiento, sobre todo entre aquellos usuarios más jóvenes quiénes ponderan en mayor medida la relevancia de contar con un smartphone de gama media y alta.
A ello, se suma la creciente expansión del mercado fintech, en el participan más de 600 empresas con permiso para operar en México, siendo el mercado de microcréditos uno de gran atractivo en el país.
Condiciones de Venta de Smartphones en Financiamiento