- Se trata de una producción franco-belga dirigida por Bertrand Bonello que explora el lado más emocional del influyente diseñador de alta costura
Un hombre que se debate entre la fama, el éxito y sus inseguridades debe hacer frente a sus obligaciones como responsable de la moda y el estilo. Este personaje lleno de contrastes emocionales no es otro sino el diseñador de moda Yves Saint Laurent. Una de las figuras míticas más importantes en la industria de la moda.
El filme dirigido por el francés Bertrand Bonello llega a la cartelera de la Cineteca Nacional a partir del viernes 27 de mayo y tendrá lugar en la sala 9, Juan Bustillo Oro. En esta entrega, Bonello impregna el alma de Saint Laurent consiguiendo pensar y sentir como el personaje através de imágenes que constan mundo creativo pero a la vez frívolo.
Centrada en el periodo de 1965 a 1976, Saint Laurent (2014) retrata los años que marcaron el apogeo creativo del diseñador de origen argelino. Pese al éxito, su genio y su creatividad se vieron coartados debido a que su vida personal se desmoronaba entre el peso de su trabajo, los negocios y sus relaciones amorosas. Fiel a la biografía, la cinta traduce la visión innovadora de este diseñador, bajo su célebre premisa: "yo amo los cuerpos sin alma, porque el alma está en otra parte".
Bonello decidió participar en este proyecto por las posibilidades cinematográficas que le ofrecía. Inspirado por la moda, las telas, y los colores se adentró en la personalidad del modista a petición de los hermanos Eric y Nicolás Altmayer, dando como resultado este largometraje. El realizador fue seleccionado para hacer esta película por Sony Pictures Classic tras demostrar su cuidadosa estética en otras cintas como L'apollonide (Francia, 2011).
Al filmar esta película el director se decantó por ofrecer un lado más cercano al personaje en lugar de ahondar en su trabajo para la construcción de su marca. De ahí que en el filme se explore artísticamente su hedonismo con escenas de sexo, consumo de drogas y noches de bacanal. "Si me quedara estancado en la realidad estricta, estoy seguro de que la película no aterrizaría, el ritmo está dado por los hechos reales, pero entonces debes abandonarte a ti mismo en la poesía", declaró Bonello para la edición francesa de la revista Vogue.
Pese a este enfoque más íntimo, en la cinta no se deja de explorar los momentos más interesantes de la carrera de este ícono que revolucionó la indumentaria femenina con el uso de ropa transparente, esmóquines femeninos, vestidos lazados y por ser el primer diseñador de modas en usar modelos y motivos de etnias diferentes a la europea.
El rol protagónico fue interpretado principalmente por el francés Gaspard Ulliel, quien declaró para la revista Nylon sentirse atraído por un personaje tan complejo e icónico. "Pienso que muchos genios tienen como debilidad sus inseguridades, a Saint Laurent sus dudas y neurosis lo hicieron grande… el filme refleja como su arte y sus emociones estaban intrínsecamente ligados", completó.
Para las escenas finales que reflejan el último periodo de vida del artista el papel fue designado al icónico actor húngaro Helmut Berger. El elenco lo completan Jérémie Renier, Louis Garrel, Léa Seydoux y Amira Casar.
A diferencia de la cinta Yves Saint Laurent (Jalil Lespert, Francia, 2014) del mismo año, este largometraje no contó con el apoyo de Pierre Bergé, fundador del corporativo homónimo y compañero sentimental del couturier. Sin esta licencia la producción no tuvo acceso a los archivos de la fundación de la pareja que conserva su legado artístico. Pese a estas dificultades, en la realización se reconstruyeron por completo dos colecciones (45 vestidos en total) y se construyó una réplica del apartamento de la Rue Babylon. Como resultado el filme fue nominado a mejor vestuario por los Satelite Awards y ganó en la misma categoría los premios César de 2014.
Guy Lodge de la revista Variety ha escrito sobre Saint Laurent que el segundo biopic del año sobre la leyenda de la moda francesa “es una evocación magnífica y seductoramente frívola de su fuerza creativa". Mientras que Boyd van Hoeij de The Hollywood Reporter señala que se trata de "una mirada difusa e irregular a la vida de uno de los más grandes diseñadores de Francia".
Saint Laurent formó parte de las películas francesas que compitieron por representar al país galo en los premios Óscar como mejor película extranjera, pero no logró quedar como la candidata.