Mucho hemos escuchado acerca de los avances tecnológicos que han ayudado a diferentes disciplinas para mejorar sus procedimientos o dar una mejor solución a problemáticas comunes. Una de las áreas más beneficiadas con estudios ha sido sin duda el área de la salud, y específicamente la tecnológica área radiológica, y que con motivo de la conmemoración del Día Mundial de la Lucha Contra el Cáncer de Mama, es necesario destacar la importancia y los retos del diagnóstico temprano a través de nuevas tecnologías de detección.
De acuerdo a evaluaciones realizadas en varias instituciones de salud, la mayor deficiencia en la atención del cáncer de mama está en el diagnóstico tardío relacionado con la ausencia o insuficiencia de servicios especializados1. De ahí la importancia de acortar los tiempos entre la realización y entrega del resultado de la mastografía hasta la entrega del resultado de patología con el que se estableció el diagnóstico definitivo y desde éste último, hasta el inicio del tratamiento. Así mismo, cobra especial importancia la capacitación a médicos en el uso de nuevas tecnologías que permitan ofrecer oportunamente el tratamiento más adecuado a cada paciente.
El cáncer de mama es el más frecuente en las mujeres en el mundo; datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que cada año se detectan 1.38 millones de casos nuevos y ocurren 458 mil muertes por esta enfermedad.2 A pesar de que existen nuevos métodos, la detección tempana sigue siendo un reto y los mitos que giran en torno al diagnóstico con el uso de nuevas tecnologías son una barrera importante cuando hablamos de él.
Resulta primordial erradicar los mitos que rodean al cáncer de mama relacionados con el uso de tecnología, tanto con la mastografía, como de la biopsia mamaria, tales como, que “La mastografía deforma los senos; realizarse una biopsia es sinónimo de cáncer; el someterse a una biopsia de mama causa cicatrices; si se detecta cáncer a través de una biopsia, éste se dispersará a otras partes del cuerpo; una biopsia de mama es muy costosa”; estos mitos generan en la población temor e incertidumbre, que desafortunadamente enfrentan al médico y a la paciente a una batalla que retrasa el diagnóstico y por ende habrá retraso en el tratamiento.
Es importante señalar que aunque la mastografía sigue siendo el estudio por excelencia para la detección del cáncer de mama, existen auxiliares de diagnóstico complementarios que se individualizan a cada paciente; sin embargo, el diagnóstico definitivo de éste padecimiento sólo puede establecerse mediante una biopsia de mama, estudio que consiste en extraer una pequeña muestra de tejido para su posterior análisis.
Es vital que hombres y mujeres sepan que una biopsia de mama NO es sinónimo de cáncer y que hoy en día, para casos específicos, existen procedimientos que, mediante el uso de dispositivos automatizados de corte, remueven muestras de tejido sin necesidad de cirugía.
¿Qué tipo de biopsias existen?3
Biopsia de corte asistida por vacío
Cómo funciona
| Biopsia percutánea con agujas de corte
Cómo funciona
| Biopsia quirúrgica o abierta
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Es necesario tener la certeza diagnóstica a través de la biopsia para hacerle frente a los más de 596 mil casos nuevos y a las más de 142 mil muertes en la región, principalmente en Latinoamérica y el Caribe, que estima Organización Panamericana de la Salud (OPS).4