El problema en Oaxaca es mucho más grande que la CNTE y el Gobierno Federal en su lucha de egos. El conflicto tiene sitiado al estado y cada día crece el desabasto e incrementa la desesperación de los miles de oaxaqueños que ni la deben ni la temen y están en un estado de crisis.
Exigimos a los empleados de todos los mexicanos, los miembros del Gabinete, que resuelvan lo antes posible este conflicto antes de que el daño sea irreversible.