jueves, 16 de marzo de 2017
jueves, 14 de mayo de 2015
México DF a 13 mayo de 2015.- A lo largo de los años se ha vivido una evolución muy importante donde las mujeres han logrado una gran liberación en ámbitos laborales, políticos, deportivos y sociales, los cuales eran anteriormente abordados por hombres en la mayoría.
A pesar de que este cambio se ha hecho más visible en el área laboral y social, también ha provocado cambios en un aspecto que, aunque pareciera no tener tanta relevancia o interés, ha cambiado la manera de vivir de una gran cantidad de personas: la sexualidad
En la antigüedad, una pareja común era en la que el hombre llevaba los pantalones de la relación y la mujer obedecía lo que se le pedía. Al mantener relaciones sexuales la situación no cambiaba; el placer era exclusivamente pensado para el hombre, no importando si la mujer tenía o no satisfacción, gusto o incluso molestia pues solían ser sumisas a lo que el hombre pidiera para complacerlo.
Esta es una de las razones por las que era imposible que el desempeño sexual y las patologías que los hombres disimulaban desde tiempos remotos, como la eyaculación precoz o la disfunción eréctil que actualmente afecta al 50% de los hombres mayores de 40 años, fueran expuestas ante la sociedad, pues existían grandes tabúes y mitos en torno al sexo y al placer.
Hoy en día, la realidad de las mujeres ha cambiado, y cada vez más, manifiestan su necesidad de tener relaciones sexuales placenteras y exigen gozar de los beneficios tantos físicos como psicológicos que brinda disfrutar de su sexualidad. Este empoderamiento femenino, ha significado para el hombre un replanteamiento de su papel en diversos ámbitos, pero sobre todo en el sexual. Si bien, ser hombre conlleva muchísimos privilegios históricos, sociales, culturales y hasta anatómicos, las exigencias (incluso autoimpuestas) también son muy altas. Hay una gran presión, un cúmulo de responsabilidades que se colocan en sus hombros, una carga de deberes y requerimientos que hay que cumplir para “ser hombre”, lo cual ocasiona una tensión constante, y por si fuera poco, ahora también se sienten responsables de darle satisfacción sexual a su pareja para evitar ser sustituidos, remplazados o engañados. Sin embargo, existen miles de razones por las que un hombre puede enfrentarse a un padecimiento sexual, y gracias a esta apertura en la que las mujeres participan activamente para resolverlas, se ha logrado acortar hasta en un 50% en tiempo para buscar soluciones médicas, y aceptar atenderse con especialistas.
“El desarrollo de una sexualidad plena requiere de mucha comunicación y conocimiento de nuestro cuerpo y el de nuestra pareja para poder gozar de una vida sexual plena. En los casos de las patologías que impiden que el hombre no pueda mantener una relación sexual satisfactoria, es indispensable acudir a un experto en salud sexual masculina, pues puede ser una alerta de que algo en el cuerpo derivado de diabetes, hipertensión, colesterol, medicamento, o malos hábitos, entre muchas otras, no está funcionando correctamente.” comentó Teresa Flores, Sexóloga y Directora de Comunicación de Boston Medical Group donde han atendido a miles de hombres con estos problemas desde hace 18 años, en los que han podido notar estos cambios tanto en hombres como en mujeres, aunque siempre lo más importante, es que la pareja pueda seguir disfrutando de su vida sexual y mantener una comunicación abierta y constante.
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Sobre Boston Medical Group
Boston Medical Group es una alianza mundial de clínicas médicas dedicadas al objetivo común de suministrar a cada uno de sus pacientes, soluciones individualizadas para sus problemas de disfunción eréctil y eyaculación precoz. Boston Medical Group tiene presencia a en 8 países: Estados Unidos, Australia, México, Brasil, Argentina, Colombia, Perú y España. Por su tamaño y cobertura geográfica, es considerado el grupo médico internacional más grande, en el tratamiento de las disfunciones sexuales masculinas.