CODICS.- El Coordinador Nacional del Congreso Agrario Permanente, José Amadeo Hernández Barajas, consideró que actualmente se aplica una política errónea de seguridad pública en el país, están aflorando nuevas formas de despojo en el agro, hoy no son los hacendados los que despojan pero sí el crimen organizado que quita a los productores parte de su producto o incluso sus tierras.
Además, hay despojo económico que empresas inmobiliarias o energéticas hacen de tierras que tienen valor comercial y hasta el despojo que significa la renta de las tierras más productivas del país, apuntó.
En el país, existen 30 mil ejidos y más de dos mil comunidades, donde viven más de 26 millones de mexicanos, de los cuales 5.6 millones son ejidatarios, comuneros y posesionarios; existen más de 5 millones de unidades de producción rural y en la propiedad social está la mayoría de los bosques y recursos hídricos, expuso.
Demandó una política pública integral de atención al campo que permita un futuro más promisorio, de esperanza: Un campo ordenado, seguro y en paz; un campo productivo que produzca suficientes alimentos para los mexicanos; un campo rentable, que genere ingresos dignos para los productores; un campo sustentable, que equilibre naturaleza y producción y un campo justo, sin pobreza ni desigualdad.
José Amadeo Hernández Barajas, denunció que se repartió la tierra, se mejoró la distribución del agua, pero la pobreza y la desigualdad siguen presentes en la mayoría de los hogares campesinos, persiste el atraso en el ejido, en el poblado rural y en la comunidad indígena.
“No podemos aceptar que pobreza y atraso sigan siendo la marca de la clase campesina, no aceptamos que los recursos públicos sólo se usen con fines políticos”, subrayó el también dirigente de la Central Campesina Independiente (CCI).
Carecemos, afirmó, de una política pública que garantice ingresos dignos a los productores, la brecha entre costos de producción e ingresos se abre cada vez más ya que los precios de los insumos no tienen ningún control ni apoyo presupuestal eficiente, mientras que los precios internos de las cosechas están ceñidos a los precios internacionales y a políticas de cupos de importación desventajosas para los productores mexicanos.
También el actual gobierno prácticamente ha abandonado la cuestión agraria: Ha minimizado las instituciones agrarias que dan al campo certeza jurídica, orden y paz; dejó de hacer inversión productiva y sólo fomenta el asistencialismo y el paternalismo con fines electorales.