Por Alberto Esteves Arreola
El ícono de la canción nacional mexicana ranchera, Doña Flor Silvestre, murió hoy a sus 90 años de edad en su rancho de Zacatecas "El Soyate".
Una noticia triste que recorrió el país porque ella fue un ejemplo de artista fuera de diretes. Su fama comenzó a sus 16 años gracias a que tenía una gran voz que mereció docenas de premios. También se popularizó por su belleza y sus ojos claros. Se casó con don Antonio Aguilar pero estuvo casada con Paco Malgesto. Con Antonio juntos lograron un cine familiar de aventuras y canciones.
Flor era admirada y muy gente con sus fans. Dedicó buena parte de su vida a prodigar la canción nacional mexicana ranchera con mucho orgullo.
Su hijo Pepe Aguilar ha seguido el ejemplo de sus padres y ha sido capaz de obtener éxito internacional.
Flor Silvestre era miembro de la ANDA. Hizo muchos amigos y fue multi premiada por diversas instituciones de México y del extranjero.
Guillermina Jiménez Chabolla, era su nombre real y madre de Pepe Aguilar, además de la cantante Marcela Rubiales, hija de su primer marido el conductor, entrevistador y cronista del Toreo, Paco Malgesto (Francisco Rubiales). Era hermana de la intérprete Enriqueta "Queta" Jiménez, "La Prieta Linda", y abuela, entre otros, de Leonardo y Angela Aguilar, que siguen los pasos de la familia en la música.