(CODICS).- Con el nuevo entorno político, económico y financiero internacional, México debe fortalecer el mercado interno, generar empleos e ingresos para los campesinos, por ello, la Universidad Autónoma Chapingo propone crear una cadena de tiendas mexicanas similares a Walmart y mercados regionales donde los pequeños agricultores comercialicen sus productos nacionales a fin de cerrarle el paso a importación de alimentos y transgénicos, aseguró el Rector de la UACh, Sergio Barrales.
En entrevista, advirtió “yo veo un problema fuerte, porque Walmart ya tiene en sus manos la distribución de por lo menos el 40 por ciento de las hortalizas. Por ello lo urgente es asegurar la comida de los que estamos dentro, pues yo veo un riesgo muy fuerte que si no lo atendemos vamos a seguir aumentando la importación de arroz, maíz, fríjol y otros alimentos”.
Más aun, alertó el desempleo se está acentuando en México y si todavía nos mandan tres millones de connacionales “híjole, vamos a tronar”.
El Rector Sergio Barrales detalló su propuesta que le hará al Gobierno Federal: “hagamos organizaciones de pequeños productores pero abasteciendo los mercados locales, sin embargo, ahí el único que puede echarnos a perder todo esto es que no haya capacidad de compra, qué significa, que el desempleo siga aumentando en este país, por lo que el problema no es tan simple pero, sobre todo, resolvamos el problema de la comida”.
Sugirió crear “nuestra propia cadena de tiendas mexicana cuidando todos esos estándares de calidad que vemos pero con productos mexicanos. Entonces, creo que en este momento esta organización de muchos para una sola actividad debe terminar en pequeños mercados regionales donde la gente que está produciendo pueda ofertar sus propios productos directamente al consumidor”.
Argumentó que las autoridades de Economía y de las Finanzas Públicas del Gobierno Federal informan que los dos últimos años hemos tenido una balanza comercial positiva, no obstante “hace mucho tiempo he dicho que no nos ha ayudado como país”.
En ese sentido, señaló que muchas de las unidades altamente productivas que estaban en manos de mexicanos ya las vendieron los agroempresarios como la cerveza, la cual entregaron a trasnacionales.
Por tanto, agregó, “no podemos conformarnos con decir vean la balanza comercial es positiva, cuando esas ganancias ya están en manos extranjeras”.
Destacó que internamente tenemos una gran capacidad de sacar adelante al resto de los productores que no se han beneficiado con el TLCAN y sólo se logrará si fortalecemos el mercado interno y formamos una cadena de comercialización netamente mexicana, copiando lo que a la gente les gusta de los centros comerciales trasnacionales.
El Rector de la Universidad Autónoma Chapingo, dijo que esta institución está dando resultados muy concretos a nivel de surco y, con ello, se demuestra que hay cosas innovadoras con una amplia aplicación en el campo.
Mencionó que esta Universidad ha participado en la elaboración de muchas leyes en este país relacionadas con el sector agropecuario, sin embargo, “creo que no nos han hecho mucho caso, pero tenemos elementos suficientes como para poder proveer mayor cantidad de ideas que podrían plasmarse a nivel de leyes”.
Sergio Barrales, vislumbró posibilidades de que varias de las acciones de la Universidad Autónoma Chapingo se conviertan en acciones de Gobierno Federal “porque estamos viendo que si podemos ayudar, a corto plazo, a la gente que vive en las zonas rurales de México”.
Y dio ejemplos de programas que ya están operando en diversas zonas marginadas del país: la captación de agua de lluvia, en 2007 había 14 millones de mexicanos sin acceso al agua potable, ahora gracias al programa de cosecha de agua de lluvia implementado por Chapingo, la gente en condiciones de marginación tiene el vital líquido no solo para su uso sino para beber.
Otro programa que se aplica ya es la conservación del germoplasma del maíz “nosotros dijimos que íbamos a proveer a los productores de semillas de maíces criollos”, acotó.
Lo anterior, aseguró, cierra la puerta a los maíces transgénicos, valoremos la presencia de las 60 razas de maíces que tiene México y hay que diversificar su uso pues tenemos que conservar y observar esa riqueza genética.
Po ello “vamos con los chiquitos para que participen en el proceso de mejoramiento genético. Ojalá que también participen en el proceso, más campesinos, como lo demuestra la experiencia en Oaxaca y que incluso representa una forma de hacer dinero para vivir de manera diferente”.
Dejó en claro que “el seguir con esta política (de paternalismo), de dar recursos sin ningún miramiento, sin ningún objetivo claro, no nos va a llevar a nada. El trabajo es la única forma de generar riqueza”.