- Advierte que aún hay lastres como pobreza, explotación sexual, abandono, desempleo, desigualdad salarial, violencia y falta de oportunidades educativas
Los cambios en la sociedad moderna han permitido la incorporación de las mujeres en todos los ámbitos de la vida social, más allá del espacio doméstico y la vida privada, pero esta inclusión no ha ocurrido en condiciones de equidad y con reconocimiento pleno de sus derechos, advirtió la presidenta del Senado de la República, Ana Lilia Rivera Rivera.
En México, destacó, las luchas de las mujeres cada día adquieren mayor visibilidad e importancia y durante las últimas décadas han logrado reducir las distintas brechas y obstáculos que impiden su desarrollo.
“Hemos logrado ocupar y desenvolvernos profesionalmente en espacios de poder y toma de decisiones, fundamentales para el presente y el futuro de nuestro país”, subrayó en un artículo que compartió en redes sociales.
Sin embargo, acotó, “no creamos que porque algunas hemos llegado a ocupar cargos de gran responsabilidad ya lo logramos todo”, pues aún millones de mujeres enfrentan pobreza, explotación sexual, abandono, desempleo, desigualdad salarial, violencia y falta de oportunidades educativas.
Señaló la senadora presidenta que todavía hay quienes dicen que las mujeres “no podemos y no debemos, pero nosotras sabemos que si podemos y si debemos seguir luchando con dignidad, honestidad y amor al pueblo”.
En el texto, también recordó que este 8 de marzo se conmemora un año más de las luchas históricas de las mujeres.
“Nosotras hemos luchado por condiciones de igualdad y libertad desde que la humanidad es humanidad, pero es durante la era moderna, especialmente durante los últimos dos siglos, cuando nuestras luchas por una sociedad más justa, equitativa, democrática y libre han tenido mayor trascendencia”.
Además, se dijo convencida de que, como mujeres, no importa la humildad del origen, si se tienen metas claras, valores y principios sólidos, “si somos valientes y tenaces, no hay meta que no podamos alcanzar, ni objetivo que no podamos cumplir”.
Prueba de ello, agregó la legisladora, es la paridad de género en el Congreso de la Unión, con 50 por ciento de mujeres legisladoras, que se ha expresado con un conjunto de iniciativas aprobadas para construir un marco jurídico que garantice más derechos para las mujeres.
Dijo que ese principio ha permitido desaparecer lastres legales que mantenían prejuicios machistas o impedían el acceso en condiciones de equidad a todos los derechos sociales, económicos, culturales y políticos.
Actualmente, explicó, en el Senado, 45 por ciento de la plantilla laboral son mujeres, y desde la Presidencia de la Mesa Directiva, la primera en la historia con mayoría de mujeres, “estoy comprometida con la defensa de nuestros derechos y la equidad de género”.
Pero, advirtió la Rivera Rivera que no basta con construir leyes, ahora hay que ejecutarlas, sancionarlas y hacer que la vida de millones cambie.