Sus causas son diversas, pero las más frecuentes incluyen hipertensión arterial, estrés crónico y falta de sueño, consumo excesivo de alcohol, nicotina o cafeína, alteraciones tiroideas o metabólicas, enfermedad cardíaca previa y/o envejecimiento del sistema eléctrico del corazón.
Aunque algunas arritmias son silenciosas, otras mandan señales claras de que algo no está bien y existen síntomas que no deben ignorarse:
• Palpitaciones o sensación de “saltos” en el pecho
• Mareos o desmayos
• Falta de aire al esfuerzo o incluso en reposo
• Fatiga constante sin causa aparente
• Opresión o dolor en el pecho
“Nuestro estilo de vida moderno, el estrés constante, las desveladas, el abuso de estimulantes, está empujando al corazón a ritmos que no puede sostener. Hay que dejar de normalizar frases como ‘solo es ansiedad’. Cuando el corazón cambia su ritmo, hay que escucharlo y acudir al especialista”, señala el Dr. Merino.
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