A pesar de llegar con el acelerador a fondo y la motivación al tope, los problemas mecánicos volvieron a jugar en contra del binomio conformado por Jaime Guzmán y Koke de la Parra, quienes han demostrado tener el manejo y la experiencia para estar en los primeros planos, pero los fierros no siempre respetan el plan.
Guzmán tuvo un gran stint inicial, rodando con constancia y defendiendo la posición entre los punteros. Sin embargo, en el último tramo de carrera, el motor dijo “basta”.
“Íbamos sólidos en la quinta posición, pero el coche comenzó a fallar por un tema con el control de tracción que nos quitaba potencia en la recta. Aun así, resistimos en P6 buena parte de la carrera, hasta que apareció una alarma de baja presión de aceite a cinco vueltas de terminar la carrera y no quedó más que abortar para cuidar la máquina. Lo importante ahora es enfocarnos en León, aprovechar este tiempo para trabajar el coche a fondo y llegar con todo al siguiente round”, compartió Jaime, visiblemente frustrado, pero con la mente puesta en lo que viene.
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