ESET, compañía de seguridad informática, analiza las tendencias en cibercrimen a las que las empresas e individuos deberán prestar atención para mejorar su seguridad informática y anticiparse a las amenazas.
Ciudad de México, México – El comportamiento delictivo cada vez más normalizado entre los jóvenes, las mismas víctimas siendo objetivo de múltiples ataques, Estados aliados con ciberdelincuentes, y el robo de datos como epidemia de fraude, son algunas de las tendencias reveladas en los informes de Europol y la Agencia Nacional contra el Crimen del Reino Unido. ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, las analiza y advierte que tanto empresas e individuos deberán prestar atención para mejorar la seguridad informática.
“Las fuerzas de seguridad son una parte muy importante en la lucha contra adversarios ágiles y cada vez mejor dotados de recursos. Los usuarios y las empresas deben seguir mejorando sus defensas, mientras que los proveedores de Servicios desempeñan un papel clave en la investigación de amenazas emergentes, en incorporar protección a sus productos, e, incluso, en ayudar a la policía a vigilar, desbaratar bandas criminales y reforzar el mensaje de que la ciberdelincuencia no es rentable.”, resume Phil Muncaster, editor de tecnología en ESET.
Dentro de las 5 tendencias de la ciberdelincuencia a tener en cuenta, se encuentran:
Los Estados se alían con los ciberdelincuentes: Durante años, las actividades patrocinadas por el Estado y la ciberdelincuencia fueron áreas muy distintas; la primera giraba en torno al ciberespionaje y los ataques destructivos con fines geopolíticos y militares, y la ciberdelincuencia se centraba solo en ganar dinero.
La Agencia Nacional contra el Crimen del Reino Unido -NCA, por sus siglas en inglés- observa cada vez más una convergencia entre ambas. No solo se manifiesta en el hecho de que algunos actores utilicen técnicas de ciberdelincuencia para robar dinero para el Estado, sino también, en que algunos gobiernos hacen la vista gorda ante las actividades del ransomware y otros grupos. “En el último año, hemos empezado a ver cómo Estados hostiles empiezan a utilizar a grupos de delincuencia organizada -no siempre de la misma nacionalidad- como apoderados”, advierte el jefe de la NCA, Graeme Biggar, y agrega: “Es una evolución que nosotros y nuestros colegas del MI5 y de la policía antiterrorista estamos observando de cerca”.
Se observa un vínculo cada vez mayor entre la delincuencia organizada y los Estados nación. De hecho, hace solo tres meses, el equipo de investigación de ESET advirtió sobre el interesante caso del grupo apodado Asylum Ambuscade, que se mueve entre el crimen y el espionaje. Si esta estrategia se generaliza, desde ESET aseguran que esto dificultará la atribución de las brechas, a la vez que podría dotar a los grupos delictivos de conocimientos más sofisticados.
El robo de datos alimenta una epidemia de fraude: En el Reino Unido, el fraude representa ya el 40% de todos los delitos, con tres cuartas partes de los adultos como objetivo en 2022, ya sea por teléfono, en persona o en línea, según la NCA. Esto se debe, en parte, a una avalancha continua de datos comprometidos que fluyen hacia los mercados de la darkweb. Europol va más allá, afirmando que los datos son la “mercancía central” de la economía de la ciberdelincuencia, alimentando la extorsión (por ejemplo, ransomware), la ingeniería social (por ejemplo, phishing) y mucho más.
Cada vez más, los datos que se venden en estos mercados no son solo información estática, -como son los datos de tarjetas-, sino que se recopilan a partir de múltiples puntos de datos extraídos del dispositivo de la víctima, afirma Europol.
La cadena de suministro de la ciberdelincuencia, desde el robo de datos hasta el fraude, puede implicar a muchos agentes distintos, desde los intermediarios de acceso inicial (IAB) y los hosters, hasta los vendedores de contraprogramas antimalware y servicios de cifrado. Esta economía basada en los servicios es sorprendentemente eficaz. Sin embargo, la NCA afirma que estos servicios profesionales también pueden ayudar a las fuerzas del orden al “proporcionar un rico conjunto de objetivos que, cuando se desbaratan, tienen un impacto desproporcionado en el ecosistema delictivo”.
Las mismas víctimas suelen ser objetivo de múltiples ataques: La forma en que funciona el cibercrimen hoy significa que incluso las organizaciones que acaban de sufrir un ataque no pueden respirar aliviadas porque lo peor ya ha pasado. Esto es porque los IABs venden a múltiples actores de amenazas acceso a las mismas organizaciones. Esto significa que el mismo conjunto de credenciales corporativas comprometidas podría estar circulando entre múltiples actores de amenazas, afirma Europol.
Según ESET los grupos de estafadores también están mejorando a la hora de maximizar sus ganancias de las víctimas. Pueden ponerse en contacto con ellas después de haberles robado el dinero, haciéndose pasar por abogados o policías, y ofrecer ayuda a la empresa de la víctima, a cambio de una comisión.
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