Segunda parte: avances científicos
Por Héctor Medina Varalta
La incontinencia fecal (IF) es la incapacidad de controlar las deposiciones de forma autónoma, pues las personas afectadas pueden tener una fuga espontánea de líquidos o un impulso incontrolable de ir al baño. Afecta a todos los grupos de edad, desde niños hasta adultos; si bien es más común en mujeres y ancianos, la incontinencia no es síntoma determinado únicamente por el envejecimiento. De acuerdo con datos del Hospital General de México, aún no se conoce la incidencia exacta en la población general de nuestro país; sin embargo, existen referencias en geografías más desarrolladas que estiman que la incontinencia fecal es de 4.2 por cada mil hombres y 1.7 por cada mil mujeres en el rango de edad de 15 a 65 años. Comparativamente, la población mayor a los 65 años presenta un 10.9 por cada mil hombres y 13.3 por cada mil mujeres.
Diagnóstico del origen y evaluación de la IF
La Unidad de Coloproctología del Departamento de Gastroenterología del Hospital General de México concentra actualmente el 2% de las consultas especializadas en incontinencia fecal registradas en el país, en ellas se destaca que el grupo de sujetos de mayor riesgo que padecen esta patología incluye ancianos, pacientes previamente sometidos a cirugía anorrectal, pacientes internados en hospitales psiquiátricos, pacientes con enfermedades neurológicas y mujeres con trauma obstétrico. El Dr. Mario Alberto López Ramírez, cirujano gastrointestinal, mencionó que este síntoma puede llegar a ser devastador por sus consecuencias sociales, psicológicas, de calidad de vida y económicas. “El diagnóstico de su origen y evaluación clínica son necesarios y fundamentales para saber orientar en el estudio y manejo de la enfermedad de forma adecuada”, agregó.
Variantes más frecuentes de IF
Existen diversas formas de tratamientos médicos y procedimientos quirúrgicos para tratar la incontinencia fecal. Uno de ellos es el neuromodulador sacro que controla la función del esfínter. “Específicamente, los estudios realizados para evaluar su eficacia mostraron que el 89% de los pacientes experimentaron una reducción significativa en la aparición de incontinencia fecal. En estos estudios, incluso 7 años después de la implantación del neuroestimulador, los resultados se mantuvieron estables”, detalló el doctor en coloproctología, Marco Antonio Carreño Lomelí. Existen 3 perfiles de incontinencia que pueden englobar las variantes más frecuentes: 1.- Incontinencia de urgencia: sucede cuando adultos sanos pueden llegar a experimentar diarreas severas de forma crónica o recurrente, 2.- Incontinencia fecal pasiva: las personas que la padecen no se dan cuenta de que necesitan ir al sanitario y sufren fugas y 3.- Estreñimiento: los pacientes sienten el estímulo de evacuar, sin lograrlo con éxito. En el caso de padecer alguna de estas variables de incontinencia fecal, se recomienda acudir con un especialista en afecciones del sistema digestivo, como un coloproctólogo o proctólogo. Antes de acudir a la consulta médica, se puede preparar una lista con los siguientes datos:
1.- Síntomas que se han detectado, además del malestar generado por la incontinencia, 2. Información personal relevante, tal como: cambios de estilo de vida, historial médico (si es que se cuenta con el expediente), nuevas afecciones diagnosticadas o posibles referencias hereditarias, 3. Mencionar todos los medicamentos, suplementos o vitaminas que se ingieran de forma regular.
Procurando que el paciente se sienta cómodo
La ciencia ha previsto una terapia para la IF, que va a estimular de forma eléctrica las raíces nerviosas que se encuentran y llegan a los músculos que participan en la continencia, es decir, los estimula para que tengan esa respuesta, ese reflejo que no lo tenían y pueda el paciente a volver a tener el control funcional del suelo pélvico. Este tipo de tratamiento es un aparato que va conectado y lleva un cable hacía la parte del tracto del hueso y tiene una pila que va atrás en la espalda, es decir, en la grasita y el músculo ahí se implanta y lo único que el paciente va a tener, es que tiene que cuidar esa parte, sin tener contacto físico de importancia, y el paciente va a tener un control externo que se le deja y puede decir si tiene alguna molestia, algún cosquilleo y va a tener el control de los programas en lo cual va a tener la mejor respuesta y va a decir: “en este programa estoy bien” y ahí el técnico de la empresa lo va a ajustar y el paciente va a estar cómodo.
¿Qué tan común es la IF en México?
Realmente, no hay ningún cuidado específico para la terapia. Únicamente, que no haya un contacto físico en la parte que va afuera o mejor dicho que va en la piel y que no tenga contacto físico que le provoque molestias. De ahí en adelante, la vida del paciente va a ser normal, va a ser una vida muy pequeña, aproximadamente 3 centímetros y va a cicatrizar bien. El paciente va a hacer todas sus actividades normales. En cuanto a qué tan común es la IF en México, el doctor Mario López manifestó que desafortunadamente no contamos con un dato exacto de nuestra población, sin embargo, mencionó un dato de países más desarrollados. La IF en esos países desarrollados va a depender del rango de edad, por ejemplo, pueden ser desde 4 por cada mil hombres y 1.7 por cada mil mujeres en el rango de 15 a 65 años. Pero en pacientes mayores de 65 años puede incrementar la incidencia hasta un 11 por ciento por cada mil, hombres y 13 por cada mil mujeres. Hay una diferencia significativa.
Debido a la vergüenza, el paciente puede llegar con muchos síntomas
En el caso de los niños, la IF Puede ser un factor causadas por malformaciones congénitas, que tienen una enfermedad que puede ser secundaria, sobre todo, enfermedades neurológicas y en niños también se ha utilizado esta terapia en casos muy seleccionados y muy bien estudiados. En nuestro país, el dato de personas con IF no lo tenemos porque debemos recordar que muchas personas les da vergüenza de acudir con el médico y decir los síntomas; es la persistencia de este tabú o vergüenza que hace que el paciente llegue con muchos síntomas, sin embargo, el doctor López deja muy en claro, que la enfermedad tiene una solución y es tratable y se puede mejorar esa calidad de vida en el paciente.
La idea de esta campaña es que el paciente busque ayuda
Por otra parte, en el caso de los niños hay que esperar a su desarrollo cognitivo, ya una vez que tiene el desarrollo neurológico, es cuando se hace la evaluación. Porque muchas veces hay un retraso en ese desarrollo y, al final puede llegar a ese control, porque al principio fue nada más en la noche y pueden tener incluso incontinencia urinaria en la noche y ya cuando van creciendo y eso persiste, es cuando los especialistas de la salud deben iniciar una evaluación para determinar si hay una causa subyacente que se pueda tratar. Por último, el doctor López mencionó que, “en muchos lugares de México existe ese tabú y esa vergüenza, sin embargo, la idea de esta campaña es que el paciente busque ayuda, que es una enfermedad y tiene solución y que podemos tomar juntos el control, estudios adecuados con un tratamiento, con un tratamiento inicial-progresivo de acuerdo a la edad, una vez que se justifique la causa. Asimismo, los familiares que en muchas ocasiones son los que detectan al paciente cuando los síntomas son ya más frecuentes.”
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