Por Alberto Esteves Arreola
Es una pena escribir esto. La gran fama adquirida por Vicente Fernández, durante décadas se fue ya como un apestoso mojón por el excusado y al caño tras difundirse el vulgar acto de manosear la chichi o la Teta de una chica fan adolescente durante una toma de foto que la afectada y su madre pidieron con el hoy ya ex ídolo ranchero que se notó un inculto cuasi como un depredador sexual cuya esposa Doña Cuquita e hijos se han de sentir como gusanos de Maguey en Comal retorciéndose al descubrir que papà cachetón es realmente un enfermo sexual debajo de del sombrerote mexicano del macho con botas.
La chica afectada dice " Me sentí violentada. Estoy muy enojada, molesta". Así rompió el silencio y provocó que otras chicas denunciaran al cantante.
Es imposible creer que don Vicente le canta fiel al sexo débil pero, en la realidad Vicente, abusó como el lobo de Caperucita aprovechándose del cariño de las fans.
Seguramente pedirá disculpas, ojalá. Pero el mal está hecho y difundido de forma global en todos los medios de comunicación màs importantes del mundo. Lo que si es un hecho es que perdió la imagen de decencia. Pero ahí ya se le vino encima el Karma. No importa que algún comunicador (a) justifique su acción tan vulgar por temor a no volver a ser invitado a su rancho.
LO OCULTO DE CHENTE y ALEJANDRO SU HIJO
Cuando estas cosas aparecen de inmediato el Karma los sorprende, pues ya comienzan a hablar en los medios de una supuesta historia oculta y oscura de Vicente Fernàndez, de quien se rumora que en sus años mozos trabajó en un famoso centro nocturno de mariachis y canciones de la ciudad de México, y ahi -se dice- que tenía un amiguito muy cariñoso. Pero cuando Vicente Fernàndez se hizo de fama. Se olvidó de esa amistad misteriosa, aquel tipo se suicidó por la decepción. Esa es una versión urbana solamente que ha existido por años y que a mi me contó un productor que conocía bien a Vicente cuando no tenía dinero y vivía al día.
Como podemos apreciar su hijo Alejandro Fernàndez, de quien se dice no es tan macho, sino que tiene episodios raros de comportamiento, ha aparecido en varios mémes en redes sociales tras fuertes borracheras con sus correspondientes desfiguros. Por ello Alejandro, cayó de su gracia popularmente, cosa que Luis Miguel, por ejemplo, jamàs ha hecho.
Para mi los Fernàndez, son muy raros pero ambos me parecen muy buenos cantantes aunque hay un "pero"...ellos, ya sus personas, estàn selladas con fuertes diretes en su contra. Vicente Fernàndez Jr., no se salva de la critica popular. Aunque fue señalado por Mara Patricia Castañeda de Televisa Espectâculos de ser controlador celosoide paranoico cuando fue su esposa. Y hubo otra mujer que también lo acusó de algo grave pero no pasó nada.
Es bien cierto que la fama es mala consejera para quienes tienen muy poco pudor.
Yo me recuerdo hace años sentado al lado de Vicente Fernàndez en su casa de su rancho éramos un grupo corto de reporteros de los diarios. Eso fue cuando era su mejor momento y su disquera si le metía bastante lana a su carrera pero hoy lo tiene ya abandonado, olvidado. Y con esto Don Inde-Chente anda ya con la brújula perdida, la faja desbordada y de capa caída por lo sucedido ya que perdió lo màs valioso, el honor de hombre cabal.
Y hay un dato que es espeluznante: Don Vicente Fernàndez, fue invitado a la toma de Joe Biden, como Mandatario de USA que fue un privilegio, pero lo realmente impactante es que el peligroso Comunista Biden, también està acusado igual que Vicente Fernàndez, de manoseador de niñas, pubertas y adultas. Y lo peor es que hay videos terribles que comprueban esos comportamientos de abuso sexual y estàn en la Red YouTube como prueba. Es Biden, el monstruo sexual màs famoso y poderoso del mundo? Ademàs de que lo denigraron totalmente de abusar cuando fue Senador, de una chica en ese entonces una adolescente de apellido Collins a la que abandonó en Manzanillo, México. Hay un video también en YouTube donde ella lo exhibe. Pregunto si es una coincidencia o problema mental de "mano largas" de la tercera edad, Biden y Fernández?
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