Ya has oído hablar de los peligros del COVID-19, la gripe y otras enfermedades respiratorias, las cuales van desde un simple resfriado hasta algo más complicado que puede dificultar la respiración.
Ahora más que nunca se deben tomar precauciones para prevenir una posible enfermedad respiratoria y sus posibles consecuencias, por ello especialistas del Hospital Houston Methodist te explican cómo arrancar el año con el pie derecho y pasar el invierno sin sobresaltos respiratorios.
Reconocer síntomas graves Es importante saber que cualquier persona puede tener síntomas de leves a graves, ya sea con COVID-19 o con una simple gripe. “Las enfermedades respiratorias representan un mayor riesgo para los adultos mayores y las personas que tienen problemas de salud subyacentes”, explicó el Dr. Fadi I. Abu-Shahin, hematólogo-oncólogo del Hospital Houston Methodist.
“Por ejemplo, los miembros de la familia que viven con un fumador tienen más probabilidades de desarrollar neumonía, bronquitis, infecciones de oído y asma”.
Así que es importante controlar los síntomas, cuando estos inician, sobre todo si has estado en situaciones de riesgo de contagio por COVID-19.
Los síntomas respiratorios leves incluyen fiebre baja, congestión nasal, secreción nasal, dolor de garganta, tos y dolores leves en el cuerpo.
Quedarse en casa y aislarse de los demás para evitar la transmisión de enfermedades, incluso si la prueba de COVID-19 es negativa, es la mejor decisión que puedes tomar.
Los síntomas respiratorios moderados incluyen fiebre de más de 38° C, tos persistente, falta de aire temporal y sensación de que necesitas quedarte en cama. Qué hacer: En estos tiempos de pandemia, es fundamental hacerte la prueba de COVID-19 y comunicarte con tu médico si los síntomas empeoran.
Los síntomas respiratorios graves incluyen dificultad para respirar, falta de aire, sibilancias, dolor o presión en el pecho, confusión, dificultad para permanecer despierto y labios o cara azulados. Qué hacer: Busca atención médica de emergencia si tienes síntomas respiratorios graves.
Los casos leves de enfermedades respiratorias a menudo se pueden tratar con reposo, líquidos y medicamentos para reducir la fiebre en el hogar. Sin embargo, no esperes a ver a un médico si te encuentras en un grupo de alto riesgo y experimentas un empeoramiento de los síntomas.
Los síntomas leves o moderados pueden volverse severos rápidamente para los adultos mayores y aquellos que tienen enfermedades cardíacas, diabetes, cáncer o problemas respiratorios crónicos.
Si tienes afecciones respiratorias crónicas, como asma o Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), es importante controlar la afección de cerca con tu médico. Mantenerte al día con tus chequeos regulares es esencial para controlar los síntomas y proteger tu salud. Continúa tomando los medicamentos según las indicaciones y comunícate con tu médico si tienes alguna pregunta o inquietud sobre el manejo de la enfermedad.
Y sobre todo procura siempre seguir las indicaciones de autocuidado como el uso de cubrebocas, lavarte las manos con frecuencia y mantener la sana distancia.
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