Sin embargo, aún existe un porcentaje de la población que duda de la eficacia de las vacunas debido a los mitos que rodean el tema de la vacunación. A continuación, informaremos sobre la realidad de grandes mitos que existen sobre la vacunación:
Mito N°1: Las enfermedades prevenibles mediante la vacunación están prácticamente erradicadas, por lo tanto, no hay necesidad de seguirse vacunando. Realidad: Si bien las enfermedades prevenibles mediante vacunas se han vuelto infrecuentes en muchos paÃses, los agentes infecciosos que las causan siguen circulando en algunas partes del planeta.
Mito N°2: Las vacunas no son seguras. Realidad: Las vacunas deben pasar por evaluaciones y pruebas constantes para asegurarse de que sean seguras y funcionen correctamente. Cada lote de vacunas debe ser controlada de manera individual y la Organización Mundial de la Salud continua con el monitoreo de la vacuna.
Mito N°3: Las vacunas causan autismo. Realidad: En 1998, un estudio suscitó preocupación en torno a un posible vÃnculo entre la vacuna contra las paperas, el sarampión y la rubeola, y el autismo. Luego se descartó la veracidad del estudio, y finalmente la revista que lo publicó retiró el artÃculo. Desafortunadamente, la publicación inicial tuvo un impacto negativo sobre las tasas de vacunación, lo que dio lugar a sucesivos brotes de las enfermedades contenidas en la vacuna contra sarampión, rubeola y paperas.
Mito N°4: Si mantenemos buena higiene, las enfermedades no se propagarán. Realidad: Muchas enfermedades se propagan sin importar que tan buena higiene tengamos. Si las personas no se vacunan, las enfermedades que ya se habÃan erradicado como la polio y el sarampión pueden regresar.
Mito N°6: Las vacunas pueden contener microchips para que algunas personas puedan rastrear a los vacunados. Realidad: Las vacunas son producidas de manera muy rigurosa. Muchas de las ampolletas cuentan con dosis para múltiples personas, serÃa imposible colocar un aditamento por esta vÃa en cada individuo.
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