El legado de Fassbinder fue motivo de conversación en la Cineteca Nacional

• Juliane Lorenz, Saskia Walker y Edgar Torres hablaron de la importancia de la fundación que lleva el nombre del cineasta, dedicada a difundir su obra

En un esfuerzo por traer al presente a su viejo compañero de trabajo y por perpetuar la vigencia de su prolífica filmografía, Juliane Lorenz se enfrentó a la falta de recursos y a una negativa del entonces senador de cultura de Berlín para levantar la primera gran retrospectiva de Rainer Werner Fassbinder en 1992. La recién nombrada directora de la Fassbinder Foundation no acepto un "no" por respuesta.

“Llegamos a prender fuego con esto de recordar a Fassbinder, pero uno sólo puede poner fuego bajo ciertas condiciones”, comentó Lorenz durante la primera mesa redonda de la Retrospectiva Rainer Werner Fassbinder, que se llevó a cabo este 25 de agosto en la Sala 7, Alejandro Galindo, y que estuvo dedicada a los esfuerzos de difusión que su organización ha llevado a cabo desde su arranque en 1986.

Moderado por el Subdirector de Preservación de Acervos, Carlos Edgar Torres Pérez, el panel se llevó a cabo en el marco del Año Dual Alemania-México 2016-1017 y fue organizado por el Goethe-Institut, el Patronato de la Industria Alemana para la Cultura y la Cineteca Nacional. También contó con la presencia de Saskia Walker, editora de la revistaRevolver.

Diez años después de que el titán cinematográfico muriera en 1982, el público berlinés lo había olvidado por completo. A pesar de la innegable influencia que tuvo en las generaciones de realizadores consecuentes, las audiencias alemanas ya no tenían interés en su legado y fue labor de Juliane reavivar la llama. "Yo tenía ese sueño, yo quería recordarlo y pues, eso no es nada que se haga solo, uno lo tiene que hacer", afirmó.

Con el presupuesto de 998 mil marcos que se les otorgó eventualmente, pudieron exponer la obra íntegra del autor en la Berliner Fernsehturm: la torre de televisión de Berlín. Gracias a la reciente unificación de Alemania, las películas de Fassbinder pudieron alcanzar a una nueva juventud que las recibió cálidamente.

Luego del éxito en Berlín, Lorenz y la Fassbinder Foundation pudieron llevar la exposición al Museum of Modern Arts de Nueva York en 1997. “Y así siguió. Luego fue el BFI [British Film Institute] en Londres y luego se aprovecharon todos los grandes aniversarios: cuando hubiera cumplido 50 años, su 20 aniversario luctuoso; o sea, siempre que hubiera una fecha especial como razón para recordarlo”, mencionó.

Representando a una nueva generación, Saskia Walker también tuvo una fuerte responsabilidad al reanimar la obra delenfant terrible. Diez años después de la ya mencionada exposición de Berlín, la editora estuvo a cargo del programa asimismo berlinés Hands on Fassbinder, que incluyó conferencias, proyecciones y la transmisión de la obra radiofónicaNo One is Evil and No One is Good, producida por el director para Bayerischer Rundfunk en 1972.

“A él se le conocía como un monstruo en la opinión pública; como alguien siempre salvaje, un anarquista”, comentó. “Queríamos acabar con ese mito. No invitamos a las grandes estrellas, los actores, sino a las personas que trabajaban en el espíritu de Fassbinder; queríamos apelar al nivel intelectual, al nivel mental, para llegarle al fondo al asunto”.

Las discusiones en torno a la obra del celebrado cineasta continuarán el 26 de agosto con la mesa redondaFassbinder: tradición y subversión del melodrama, en donde participarán los críticos Jorge Ayala Blanco, Adriana Bellamy y el Subdirector de Información y Proyectos Especiales de la Cineteca, José Antonio Valdés Peña. El evento será moderado por Carlos Bonfil y tendrá lugar a las 19:00 horas en el Auditorio del Goethe-Institut Mexiko. Entrada libre.