martes, 2 de febrero de 2021

Síntomas de influenza, catarro común y el COVID-19 pueden dificultar el diagnóstico

Segunda parte

Por Héctor Medina Varalta

 

Ciudad de México enero de 2021. En la primera parte mencionábamos las reacciones adversas a la vacuna, es decir, después de la vacuna contra el COVID-19, puede haber dolor en el sitio donde se aplicó la vacuna u otros tipos de manifestación más allá del sitio de aplicación. Esto incluye todas las reacciones endémicas donde vemos, sobre todo, reacciones en la piel, reacciones en el tracto-gastrointestinal, reacciones en el tracto respiratorio. Asimismo, se pueden clasificar a estas reacciones por los dos mecanismos más importantes: las que son reacciones derivadas de una reacción alérgica y las que son reacciones no derivadas o no consideradas como alérgicas y que normalmente conocemos como reacciones adversas a la vacuna. En este tipo de reacciones, es decir, las reacciones adversas no alérgicas; las reacciones locales que están descritas con las vacunas que se tienen disponibles en México son: dolor, enrojecimiento e hinchazón en la zona de la aplicación, como reacciones locales y las reacciones sistémicas incluyen: la presencia de fiebre, dolor de cabeza y dolor muscular. Normalmente para esta vacuna se han descrito que las reacciones suceden a partir de los primeros tres días de la aplicación. Normalmente se consideraría que, hay dolor como parte de la reacción no alérgica y que este puede ir progresando, los primeros dos o tres días.

 

Posibles reacciones

Esto sucede aproximadamente en el 80 por ciento de las personas que se vacunan y en todos los casos leves. Ninguna de ellas se considera como tal, una reacción grave por la aplicación, si no es una reacción esperada; estas reacciones suelen suceder con mucha mayor frecuencia en la segunda dosis de la vacuna, que puede será la tercera o cuarta semana, dependiendo del tipo de vacuna que se utilice, en este caso sería en la tercera semana en la segunda dosis donde con mayor frecuencia suceden este tipo de reacciones no alérgicas y, en su gran porcentaje, son reacciones locales. En las reacciones de tipos alérgicas, normalmente, los profesionales de la salud consideran por su tipo de localización, como si fueran reacciones leves, que pueden causar un enrojecimiento de la piel en forma generalizada. Puede haber o no una hinchazón en alguna parte del cuerpo, normalmente se puede asociar a la parte de la cara; en algunos pacientes pueden presentar vómito y diarrea. En estas son las que consideramos como reacciones alérgicas leves.

 

La mayoría de afectados por el COVID-19, es el sector femenino

En las reacciones alérgicas graves, normalmente están asociadas a síntomas respiratorios. Principalmente, dificultad para respirar, sibilancias, algunos pacientes pueden tener desmayos, alteraciones de la consciencia, hipotensión, taquicardia, a lo cual se puede englobar la presencia de anafilaxia o reacciones alérgicas. Estos son el tipo de reacciones graves que se han documentado como reacciones alérgicas, que se ha leído mucho en los medios como la presencia de anafilaxia. La proporción de este tipo de reacciones en relación al número de vacunados, la información más reciente, es que pertenece al grupo de 0.2 por ciento de todas las aplicaciones de las vacunas que tuvieran una reacción alérgica. La información más reciente que se puede revisar con este número de aplicaciones de diciembre del año pasado, pero con publicación del 15 de enero de este año, es que sólo 21 pacientes de todos los que llevaban vacunados hasta diciembre, sólo 21 pacientes se pudieron documentar estas reacciones alérgicas con sospechas de anafilaxis. En su gran mayoría fueron pacientes del sexo femenino.

 

Diseño de la vacuna

Por consiguiente, se empezaron a hacer las recomendaciones de sí tenían o no algún antecedente de alergia, que fue lo que llamó la atención, y la alerta para poder dilucidar muy bien y dar una recomendación específica, se tuvieron que delimitar, que componentes de la vacuna son los que pueden causar esta reacción. En las vacunas que se tienen disponibles, se cuentan tres tipos de componentes: el asociado al material genético, que es la consecuencia del RNA mensajero: es la parte que codifica para las proteínas específicas del virus, que va a dar la respuesta inmunológica contra el virus. Uno de los conservadores  más importantes que están asociados a la forma de los lípidos, el principal es el COVID-NITROL, es el que está relacionado con las reacciones alérgicas de la vacuna. Pero también contiene otros componentes como la fosfocolina, el colesterol y algunos otros componentes como cloruro de potasio, fosfato de potasio y cloruro de sodio. De estos tres componentes, el que se asocia a estas reacciones y que debe llevar una recomendación es el poliglicol como el principal responsable de las reacciones alérgicas a la vacuna. En ese sentido, lo que se puede entender, es que el diseño de la vacuna fue justo en la parte del componente lipídico de las nanopartículas donde está contenido el polietilenglicol, mejor conocido como PET 2000 que es este lípido.

 

Precaución especial a quienes tienen enfermedades agudas de moderadas a graves

Por consiguiente, a todos los pacientes que tengan una consideración alérgica a este componente en específico, es dónde la recomendación se dará, de no aplicar esta vacuna. Para ser más claro en este contexto, las autoridades de salud, sobre todo, en Estados Unidos, han delimitado, por medio de un semáforo cuáles deberían ser las acciones para vacunarse en toda la población para vacunarse en toda la población, en este contexto, es la población de cuidado especial, pues no hay como tal ninguna contraindicación, se puede ver en el semáforo: el verde indica que todos deben vacunarse, el amarillo indica que se debe tener precaución y el rojo sería la parte de la contraindicación. En poblaciones especiales, no hay ninguna contraindicación para la aplicación de la vacuna. En pacientes inmunocomprometidos en el embarazo y en la lactancia, se debe aplicar la vacuna, se debe de observar durante quince minutos después de la aplicación para ver si no ocurre una reacción inmediata. Para la población que se les tiene que dar una precaución especial, son aquellos que tienen enfermedades agudas de moderadas a graves: los pacientes con tratamientos oncológicos, con inmunosupresión  específica en ese momento, que tienen alguna otra enfermedad asociada, es en esos pacientes cuando se debe tomar algunas precauciones, pero no está contraindicada la vacuna.

 

Vigilar por 30 minutos en pacientes que hayan tenido antecedentes de anafilaxia

Esta parte de clasificación de riesgos, es decir, si se tiene un paciente que está expuesto por la situación en la que vive a un brote, el médico debe vacunarlo; si se tiene un paciente con factores de riesgo, que puede presentar una enfermedad grave por COVID-19 y después de la aplicación de la vacuna, esperar 15 minutos para no ver ningún tipo de reacción. Y en población especial alérgica, que es lo que más llamó la atención, después de haber reportado 21 casos de anafilaxia (sensibilidad y/o reacción), si se tiene el mismo semáforo y se ve la acción en verde, que es toda condición alérgica que no está relacionada con los componentes de la vacuna, se puede, valga la redundancia, vacunar. Y se va a vigilar por 30 minutos en pacientes que hayan tenido antecedentes de anafilaxia y vigilar durante 15 minutos en el resto de los pacientes. Esta historia de alergia incluye: alergia a ciertos alimentos, alergia a otros medicamentos, en general. Es así como los profesionales de la salud consideran otros tipos de alergias: asma, rinitis, como sus alergias habituales, no entran en consideración.

 

Pruebas especiales

Los médicos que van a tomar un semáforo amarillo con precaución al vacunarse, son los que han tenido reacciones alérgicas a medicamentos inyectables o que hayan tenido reacciones a vacunas, pero que no estén relacionadas con el SARS-CoV-2. Por lo tanto, si ya se tiene este antecedente, se toman precauciones, se evalúa el riesgo; se puede considerar aplazar un poco más para aplicar esta vacuna o que sea aplicada por un alergólogo-inmunólogo para poder tratar cualquier tipo de reacción y la sugerencia es vigilar por 30 minutos después de haber aplicado la vacuna. Es la recomendación de precaución, pero se debe de administrar la vacuna en este contexto La última, es la presencia de contraindicación formal, es para aquellos pacientes que hayan tenido una reacción inmediata o una reacción grave a la aplicación de la primera dosis de la vacuna SARS-CoV-2 o que tengan documentado la alergia a uno de los componentes de la vacuna SARS-CoV-2, principalmente al el polietilenglicol.  Existe una reactividad cruzada entre el polietilenglicol y los polisorbatos, que son algunos medicamentos que se utilizan, sobre todo, en cancerología y en algunos cosméticos. Es en este contexto, que si se tiene documentado los polisorbatos como alergia, se debería de evitar la vacunación de esta vacuna en especial que tiene polietilenglicol y deberá ser evaluado por un alergólogo-inmunólogo, porque se pueden realizar pruebas especiales para documentar este tipo de alergias, y la acción es, no vacunar en este contexto, en específico, referir al alergólogo-inmunólogo para que se pueda hacer una evaluación mucho más profunda. Y si se documenta que no hay ninguna reacción específica, polietilenglicol, se considerará ver si bajo condiciones de supervisión, se puede aplicar esta vacuna.

0 Comments:

Publicar un comentario

Copyright © News Informanet | Designed With By Blogger Templates
Scroll To Top