
El ejemplar canino
entrenado en la detección de narcóticos, explosivos y papel moneda modificó su
conducta al olfatear uno de los paquetes, cuyo número de guía manifestaba que
provenía de la Delegación Álvaro Obregón, en la Ciudad de México.
Los elementos de las
fuerzas federales separaron el paquete del resto de los envíos para realizar
una inspección física. En su interior fueron hallados los objetos en forma
cilíndrica, con una medida de 20 centímetros de largo por tres de diámetro, de
los cuales se apreciaba la aparente pólvora.
El paquete quedó a
disposición del Ministerio Público de la Federación en la entidad, para dar seguimiento a las direcciones,
tanto del remitente como del destinatario y deslindar responsabilidades.
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